Llorar la muerte de un familiar: ¿por qué no puedo hacerlo?

Si has perdido a alguien, ¿por qué no puedes llorar mientras los demás sí lo hacen? Si bien cada persona afronta el duelo de una forma determinada, hay factores que justifican esta realidad. Conócelos por medio de este artículo.
Llorar la muerte de un familiar: ¿por qué no puedo hacerlo?
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 13 agosto, 2023

¿No puedes llorar la muerte de un familiar? Lo primero y más importante es no culparte por ello. En realidad, el proceso del duelo es una vivencia bastante delicada y particular. No todas las personas lo transitan de la misma manera. Muchas veces, esa ausencia de lágrimas y de desahogo emocional se debe a la fase de negación, a tu incapacidad para aceptar lo sucedido.

En estos casos, en psicología solemos hablar de un bloqueo emocional. Se trata de una experiencia en la que una persona no puede expresar y dejar ir su sufrimiento interno. Sin embargo, el que no lo manifieste no significa que no exista dolor, porque los sentimientos están ahí, enquistados y silentes. A continuación, te proponemos profundizar más en este tema.

No hay mayor causa de llanto que no poder llorar.

~ Séneca ~

¿Por qué no puedo llorar la muerte de un familiar?

Hay personas que acuden a terapia psicológica con una preocupación casi turbadora: «murió un ser querido y no puedo llorar». A esta dificultad se le añade el juicio social. Cuando alguien pierde a un familiar y no evidencia ni una lágrima se asume, de forma errónea, que no existía un afecto auténtico. Tal idea es equivocada y es necesario clarificarla.

Te aliviará entender que cada uno tiene sus tiempos y su propia manera de manejar el duelo. No hay nada patológico en no poder dar paso al desahogo emocional en los primeros días. Lo más probable es que, al cabo de unas semanas, cualquier situación sin importancia desencadene en ti el llanto. No obstante, te definimos qué causas explican esta realidad.



1. Aún no has asimilado la pérdida (negación)

Empezaremos señalándote que llorar es importante para el ser humano. Tal y como se señala en un trabajo publicado por CNS Spectrums, no hacerlo se traduce en un desajuste psicosocial: menos empatía, apoyo social y conexión con los demás.

Por tanto, es cierto que facilitarlo te permite transitar mejor el propio duelo, pero, en ocasiones, es frecuente quedarse atrapado en la negación. Como indica un artículo de StatPearls, esto implica negar la experiencia de todos los sentimientos.

De este modo, si no puedes llorar, es posible que, aunque hayas reconocido la muerte de alguien, aún te resistas a enfrentar la experiencia emocional que conlleva su pérdida

Tu mente aún no ha podido procesar la muerte del ser querido y esa falta de aceptación bloquea tus emociones. De hecho, es probable que lo que sientas es rabia, desconcierto, angustia y enfado. Estás tan abrumado que te resulta imposible integrar lo que ha sucedido. Solo necesitas darte un poco más de tiempo y ser compasivo contigo mismo.

2. Estás centrado en factores secundarios y estresantes

El no poder llorar la muerte de un familiar se debe también a todo lo que sucede después de esa ausencia. El mundo te cambia y todo se te viene encima. En los días y semanas posteriores a la pérdida hay muchas cosas que resolver y planificar. No solo debes organizar el funeral, también es común tener que atender a familiares, abordar asuntos legales, etc.

Esto hace que, durante un tiempo, estés atrapado en obligaciones estresantes que llenan tu mente, impidiéndote tomar contacto con tus emociones. Es más, puede que incluso te focalices en mantenerte ocupado para esquivar el dolor y no asumir la realidad. A veces, solo hace falta que te detengas con el fin de que las emociones fluyan.

Todos tenemos una idea general sobre lo que son los duelos. Sin embargo, cuando te toca en primera persona, nada es como esperabas y te sientes perdido, abrumado por las emociones y sin saber de qué manera reaccionar. Cada vivencia es única, pero lo más importante es contar con el apoyo de los tuyos y darte tiempo.

3. Estás evitando el duelo

Te hemos hablado al inicio de la negación, pero también es decisivo profundizar en la evitación. En un artículo de Journal of clinical psychologymuestran cómo ante pérdidas repentinas y traumáticas muchas personas desarrollan conductas evitativas. Esto consiste en querer desconectarse del dolor, eludirlo a toda costa. Te describimos cómo se manifiesta:

  • Procuras no ver ni tocar sus pertenencias.
  • Evitas recordar a tu ser querido a toda costa.
  • No quieres hablar de la persona que has perdido.
  • Intentas distraerte para no pensar en lo sucedido.
  • Cuando te preguntan cómo estás, dices que «bien».
  • Te centras en atender a los demás, olvidándote de ti.

4. No eres una persona habituada al desahogo emocional

La cultura y los factores educacionales te condicionan de muchas maneras. Es posible que hayas crecido en un entorno dominado por narrativas como «las personas fuertes no lloran». El no permitirte ser vulnerable y estar habituado a la contención por temor a las críticas externas deja secuelas. Una de ellas es bloquear el tan necesario desahogo emocional.

En consecuencia, el que no puedas llorar la muerte de un familiar también se explica por este factor. Tal impedimento se traducirá en sufrimiento e incluso en síntomas psicosomáticos, como cefaleas, malestar estomacal y muscular, entre otros. Sin embargo, si dejas caer esas resistencias, te aseguramos que te sentirás mucho mejor.

5. Factores médicos y la imposibilidad de llorar

Una investigación divulgada por Journal of Affective Disorders destaca una información que te interesará. A menudo, los antidepresivos pueden producir embotamiento emocional como efecto secundario. De hecho, este estudio detalla que de una muestra de 669 pacientes el 46 % sufrían esta característica, la cual se correlacionaba con la incapacidad a la hora de llorar.

Por lo tanto, si estás recibiendo un tratamiento con antidepresivos, es posible que tu falta de llanto se deba a eso.

Cómo afrontar esta vivencia

Como te hemos señalado, el llanto y dar paso al desahogo emocional te facilitará lidiar mejor con la pérdida. Debes darte tiempo y aplicar los recursos que ahora te describimos. Asimismo, tal y como indican en un artículo de Behavioral Sciences, para la neurociencia el duelo es una de las 7 emociones primarias que es necesario comprender para avanzar. Te explicamos cómo hacerlo:

  • Agradece los buenos momentos vividos con esa figura: sitúa tu mente en los instantes felices y no tanto en sus últimos días. Permite que tu memoria guarde como auténticos tesoros las experiencias más mágicas y especiales vividas en común. Esas que siempre se quedarán en tu corazón.
  • Apóyate en las personas que amas: nadie puede sustituir a quien has perdido. Pero con el fin de procesar mejor ese dolor y esa ausencia, es recomendable apoyarte en tu entorno social. Evita aislarte, no quieras pasar esta dura experiencia en soledad. Tener la cercanía de amigos y familiares es un gran bálsamo.
  • No tener prisa: el proceso del duelo no tiene una duración predeterminada. Por tanto, sé compasivo contigo mismo y no desees que ese sufrimiento se disipe de forma rápida. Se necesita tiempo para adaptarse a ese vacío y asumir lo vivido. Asimismo, para procesar todos los sentimientos que tienes bloqueados.
  • Encuentra formas de expresión emocional: mira y toca los objetos de esa persona que has perdido y permite que salgan las lágrimas. No dudes tampoco en escribirle una carta para decirle lo que sientes y cuánto la quieres. De igual manera, las prácticas artísticas o la música ayudan a que fluya ese necesario desahogo emocional.
  • Recuerda que las fases del duelo no son fijas: las cinco etapas definidas por Kübler-Ross no son normativas y suelen ser diferentes para cada persona. Es más, en un artículo de la revista Frontiers in Psychology se hizo eco de que Internet y Google han hecho que los usuarios asuman que el duelo sigue unas fases lineales, cuando no siempre es así.
  • Permítete sentir: es importante reconocer, dejar espacio y aceptar todas las emociones que surjan, tales como la tristeza, la ira, la culpa, la angustia o la negación. Entiende que afrontar una pérdida es un proceso natural por el que pasa todo ser humano en algún momento. Conectar con lo que sientes te permitirá, poco a poco, desahogarte y llorar.


La importancia del apoyo psicológico en el duelo

Por último, y no menos importante, queremos recordarte que puedes solicitar ayuda especializada si lo necesitas. Si te es imposible llorar la muerte de un familiar, el psicólogo te facilitará herramientas terapéuticas para que manejes mejor las emociones. Además, validará lo que sientes y te ofrecerá técnicas para lidiar con el dolor, el vacío, la ansiedad, entre otras sensaciones.

El correcto abordaje evitará que el duelo desemboque en depresión, ofreciéndote un espacio seguro donde sanar poco a poco. La ausencia de alguien a quien quieres es difícil de sobrellevar, pero aprenderás a vivir de nuevo sin que duela en exceso. Volverás a recuperar el control de tu realidad, integrando esa pérdida. Solo debes darte tiempo y recuerda tener siempre cerca a alguien.


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