Marlon Brando, biografía de un galán trágico

Marlon Brando fue un hombre complejo, que quizás nunca fue feliz. También fue un actor único, que entregaba su alma en cada papel que realizaba. Trabajó con los mejores directores y en las mejores películas, pero nunca pudo hallar paz en su interior.
Marlon Brando, biografía de un galán trágico
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 27 julio, 2023

Marlon Brando fue por mucho tiempo el prototipo del galán de Hollywood. También un maestro de la actuación, que se formó en el famoso Actor’s Studio con una de las discípulas destacadas del famoso director Konstantín Stanislavski. Al mismo tiempo, fue un hombre atormentado, que jamás logró estar en paz consigo mismo.

Sobre la vida de Marlon Brando se han escrito múltiples biografías. Algunas de ellas están llenas de ficciones, mientras que otras se ajustan más a la realidad. En lo que todas coinciden es en el hecho de que este maravilloso actor tuvo conflictos internos que lo acompañaron hasta el fin de sus días.

«La gente sensible no logra evolucionar aterrada por las heridas. Nunca se permite sentir porque siempre siente demasiado»

―Marlon Brando―

Marlon Brando revolucionó el mundo de la actuación. Tenía un profundo compromiso con el arte y poco respeto por los cánones del cine comercial. Ejerció una influencia decisiva sobre otros grandes actores como Al Pacino, Robert de Niro, Jack Nicholson, así como sobre su gran amigo, Johnny Depp.

La infancia de Marlon Brando

Marlon Brando nació en Omaha (Nebraska, Estados Unidos) el 3 de abril de 1924 en medio de una familia acomodada. Su padre, homónimo de él, era un productor que jamás dio crédito al talento de su hijo. Su madre era una actriz que trabaja en teatros locales y se dice que era bipolar. Se cuenta que Brando la vio muchas veces entrando y saliendo de la casa con diferentes hombres y que más de una vez la trataron a golpes.

El pequeño Marlon fue muy guapo desde niño. Se dice que descuidaba su aspecto para reducir el impacto que su físico causaba en quienes le rodeaban. Así mismo, fue rebelde y salió expulsado de varias escuelas por su temperamento indomable.

Se especula que desde muy pequeño tuvo tendencia a autocastigarse físicamente, quizás en rechazo por su propio atractivo, o quizás como una forma extrema de manifestar el repudio que había introyectado de su padre.



La carrera actoral

En 1943, se marchó a Nueva York, donde vivían sus dos hermanas, a las que siempre adoró. Allí se inscribió en las clases de actuación de Stella Alder, discípula de Stanislavski. Cuando ella lo vio por primera vez solo dijo: «¿Quién es este vagabundo?» Él respondió: «Marlon Brando». Bastaron solo dos semanas para que el muchacho de aspecto desaliñado se convirtiera en su alumno favorito.

Durante su estancia en el Actors Studio, tal como lo señala un artículo de Biography, Brando se decantó por la «técnica del método», que pone de relieve las razones subyacentes a las acciones de los personajes. Su primera aparición en Broadway fue en la emotiva obra I Remember Mama (1944), de John Van Druten.

Los expertos de teatro de la Gran Manzana lo consideraron el intérprete con más futuro tras su actuación en Truckline Caf (1946). En 1947 tuvo su interpretación más destacada en el teatro, al encarnar a Stanley Kowalski, el personaje brutal que se aprovecha de su cuñada, Blanche du Bois, en la obra A Streetcar Named Desire de Tennessee Williams.

Marlon Brando se catapultó en la industria del cine gracias a su papel inaugural en la cinta The Men (1950), personificando a un antiguo soldado de la Segunda Guerra Mundial postrado en silla de ruedas. No obstante, su actuación más célebre y elogiada fue la de Kowalski en la versión fílmica de A Streetcar Named Desire (1951), que le valió cuatro galardones de la Academia.

Su carrera cinematográfica se extendió con películas como ¡Viva Zapata! (1952), Julius Caesar (1953) y The Wild One (1954), en esta última encarnó a un jefe de una banda de motociclistas. Su desempeño como estibador en On the Waterfront (1954) le hizo merecedor de un Oscar.

Durante los años 50, Brando abordó una diversidad de roles, desde Napoleón Bonaparte en Désirée (1954), pasando por Sky Masterson en Guys and Dolls (1955), hasta un oficial del ejército alemán en The Young Lions (1958). En este periodo, fue considerado uno de los diez actores con mayor rentabilidad en Estados Unidos, según los distribuidores de cine.

Quienes lo conocieron en aquellos años lo definían como un apasionado de la actuación, que siempre estuvo acompañado por una sombra de tristeza. Marlon Brando amaba mucho a su madre, quien había inspirado su atracción por el arte. A la vez, deseaba verla lejos de su padre, un Don Juan empedernido que no mostraba mayor respeto por ella.

Se cuenta que antes de ir a Nueva York, durante mucho tiempo tuvo que lidiar con el alcoholismo de su madre. Pasaba noches enteras buscándola en los bares locales. Una vez tuvo que llevarla a casa desmayada, de tanto beber, y desnuda, porque no sabía dónde había dejado la ropa. Quizás esas experiencias eran las que le daban a su actuación una profundidad única.



La gloria y el declive

Marlon Brando se convirtió primero en un exitoso actor de teatro. Luego, llegó a Hollywood y arrasó en la mayoría de sus películas que, dicho sea de paso, no fueron muchas. Él estudiaba a fondo la psicología de sus personajes para interpretarlos en toda su complejidad. Cuidaba cada uno de sus gestos y sus movimientos. Una vez interpretó a un hombre enfermo que sufría un ataque y muchos creyeron que en verdad estaba siendo víctima del mal en plena escena.

Ya era famoso cuando su madre murió en sus brazos. Se dice que cuando la vio muerta le quitó un mechón de cabello, un anillo que ella siempre llevaba y luego deambuló como hipnotizado por las calles durante varias horas. Más adelante comenzó a engordar hasta derivar en obesidad y descuidó su apariencia, razones por las que fue ignorado por muchos directores.

A Marlon Brando lo seguía un séquito de mujeres. Él mismo afirmaba que todas sus novias eran amigas entre sí. Se casó tres veces. Compró una isla en Tahití. Tuvo altos y bajos en su carrera. Terminó afirmando que solo actuaría si le pagaban sumas astronómicas de dinero. En varias entrevistas confesó que se sentía incapaz de amar.

También fue un activista convencido en pro de los derechos de los pueblos originarios de América. Por eso, se dio el lujo de rechazar uno de los premios Óscar que ganó durante su carrera. Se dice que terminó su vida en la indigencia, viviendo de los subsidios del Estado. Murió el 1 de julio de 2004, en Los Ángeles.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.