El neuropsicoanálisis, un nuevo paradigma
El neuropsicoanálisis es un nuevo enfoque al que algunos incluso catalogan como una nueva disciplina en las ciencias de la mente. Surgió a finales de los años 90 y su propósito es el de conciliar el psicoanálisis clásico con la neurociencia para comprender y tratar los trastornos psiquiátricos y neurológicos de una manera más integral.
Aunque en un sentido estricto, el neuropsicoanálisis surgió formalmente en 1999, el propio Sigmund Freud ya había buscado un nexo entre los procesos psíquicos y los procesos cerebrales. Sin embargo, la neurociencia no contaba con la tecnología que cuenta hoy.
Por su parte, la neurociencia ha avanzado de manera significativa en los últimos 50 años. Tales avances, en especial los relacionados con las neuroimágenes, han permitido encontrar referentes anatómicos y fisiológicos de los procesos mentales a los que se refería Freud. De ese diálogo surgió el neuropsicoanálisis.
“Las visiones subjetivas y objetivas del sujeto, psicoanalíticas y neurocientíficas respectivamente, no son contradictorias ni disyuntivas, sino que de alguna manera son conjuntivas. Pero dicha conjunción requiere de un desarrollo y una integración rigurosa y respetuosa de las disciplinas que intervienen, permitiendo un verdadero diálogo, el neuropsicoanálisis va en esa dirección”.
-Lisandro Vales-
El origen del neuropsicoanálisis
Hay que recordar que Sigmund Freud era médico y, para más señas, neurólogo. Durante los primeros años de su vida profesional se dedicó a estudiar problemas del sistema nervioso. Realizó varios estudios con animales, además de un interesante trabajo sobre la afasia.
La visión de Freud comenzó a cambiar cuando entró en contacto con el Hospital La Salpêtrière de París. Allí se encontró con casos de parálisis, ceguera y otras anomalías que no tenían ninguna explicación médica. En aquel entonces, el doctor Charcot hacía escuela con sus propuestas sobre la hipnosis. Esto hizo que el padre del psicoanálisis cambiara su mirada frente a esos fenómenos.
En 1895, Freud publicó su obra Proyecto de psicología. En ella sostiene la idea de que la memoria debía alojarse en alguna zona del cerebro, pero no sabía en cual era. Ante la carencia de medios para precisar sus ideas, lo que hizo fue plantear una “cartografía de la mente humana”. A partir de allí desarrolló su teoría, de corte simbólico.
Nacimiento del neuropsicoanálisis
La electroencefalografía no fue posible hasta los años 30 del siglo XX. Gracias a esta tecnología, y a otras que se derivaron después, pudimos estudiar el funcionamiento del cerebro con datos más objetivos y precisos. Las técnicas de imagen avanzaron notablemente, dejando claro que el cerebro y la mente son estructuras complejas y estrechamente relacionadas.
Los nuevos conocimientos hicieron que una buena parte de los científicos enfocaran su atención hacia los fenómenos del cerebro, como si no hubiese más que bioquímica y física en este órgano. Los psicoanalistas siguieron avanzando en su enfoque, sin referirse demasiado de los hallazgos que se hacían en las neurociencias, de manera paralela.
Un sector de expertos en ambas ramas comenzó a trabajar con la idea de que enfoque integrador podría ser más provechoso. Así nació el neuropsicoanálisis y de inmediato se conformó la Sociedad Internacional de Neuropsicoanálisis, que realiza un congreso mundial cada año.
Las críticas no se han hecho esperar, de lado y lado. Aun así, también se han comenzado a producir interesantes trabajos con este nuevo enfoque.
Las líneas de investigación
El neuropsicoanálisis ha tomado como base los postulados del psicoanálisis clásico de Freud. Así mismo, ha partido de los trabajos de importantes neurocientíficos, como Antonio Damasio, Eric Kandel, Joseph LeDoux, Helen Mayberg, Jaak Panksepp, VS Ramachandran, Oliver Sacos, y otros. De hecho, algunos de los mencionados forman parte de esta corriente.
Buena parte de la investigación en el neuropsicoanálisis se ha centrado en los fenómenos de la conciencia y de sus estructuras. Se ha logrado establecer, por ejemplo, que esta es limitada, ya que emplea de 5 a 9 bits de información. El pensamiento emocional y el inconsciente, que dependen del sistema límbico, son mucho más amplios. Coinciden en esta idea neurociencias y psicoanálisis.
También se han estudiado los referentes físicos de fenómenos de gran importancia en el psicoanálisis, como el sueño, la fabulación y la confabulación. Se han encontrado indicios de que no son procesos aleatorios, como lo plantea la neurociencia ortodoxa, sino efectos del control ejecutivo frontal. O sea: no son accidentales, sino obra de un proceso específico.
La libido, la amnesia no orgánica, las experiencias de apego en los primeros años, el comportamiento edípico y las diferenciaciones de género son otras de las líneas de investigación que ha abordado el neuropsicoanálisis. De hecho, probablemente este enfoque seguirá evolucionando en los años venideros.
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- Kaplan-Solms, K., Solms, M., & Jaramillo, D. (2005). Estudios clínicos en neuropsicoanálisis: introducción a la neruopsicología profunda. Fondo de Cultura Económica.