¿Por qué utilizamos y subimos fotos a Instagram?

La manera en la que interactuamos con Instagram o cualquier red social no es aleatoria. Numerosos estudios revelan las correlaciones que existen entre los selfies, las fotografías editadas, la búsqueda de "me gusta" y las afecciones psicológicas y los rasgos de personalidad.
¿Por qué utilizamos y subimos fotos a Instagram?
Loreto Martín Moya

Escrito y verificado por la psicóloga Loreto Martín Moya.

Última actualización: 10 octubre, 2022

Subir fotos a Instagram, y la propia red social en su conjunto, ha adquirido un papel relevante en el funcionamiento social de nuestra cultura. Lejos de ser un mecanismo para compartir nuestros buenos momentos, en la subida de una foto se esconden deseos, ambiciones y rasgos de personalidad que nada tienen que ver con la principal función de una red social: estar conectados.

Podemos relacionar la manera que tenemos de usar Instagram con cómo somos. Es decir, el uso que hacemos de Instagram (y redes sociales similares) es hasta cierto punto un reflejo de la salud mental y del constructo psicológico que presentamos a la hora de pulsar el botón de “compartir”, “me gusta” o “comentar”.

A continuación presentamos los estudios más relevantes que han recogido datos y conclusiones sobre nuestro comportamiento en Instagram. Gestos que pueden parecer azarosos, pero que, como todo funcionamiento inserto en la conducta humana, tienen mucho que decir y expresar acerca de la persona que los realiza.

Mujer viendo una foto en Instagram
Las personas con depresión suelen aplicar más filtros a las fotos.

Los rasgos de personalidad y la edición de las fotografías

Recordemos los 5 grandes rasgos de personalidad desarrollados por autores como Goldberg o Digman (1990):

  • Apertura a la experiencia.
  • Neuroticismo.
  • Extraversión.
  • Amabilidad.
  • Responsabilidad.

Los rasgos de personalidad no definen “como es” una persona. Son categorías dimensionales que pueden ayudar a comprender algunos de sus patrones de comportamiento más estables, llegando a servir como elementos que nos ayudan a predecir ciertas afecciones psicológicas o físicas (por ejemplo, mayores niveles de neuroticismo, indican mayores accidentes coronarios).

Ferwerda, Schedl y Tkalcic (2016) encuentran una correlación entre la edición elegida para presentar una foto y ciertos rasgos de personalidad. Por ejemplo, las personas con una mayor apertura a la experiencia utilizan colores fríos, saturados en fotos, en los que mayoritariamente salen pocas caras. Las personas con altos índices de responsabilidad usualmente suben fotografías tanto saturadas como no saturadas indistintamente y, como las personas con neuroticismo, subían más fotografías con el brillo alto.

En este estudio exponen cómo la personalidad puede manifestarse en la forma de editar las fotografías que se comparten en Instagram.

Entidades clínicas a través de una foto

Alejándonos de los rasgos de personalidad, otros investigadores han tratado de servirse de la red social para detectar afecciones psicológicas. Esto podría llegar a ser una herramienta potente para la prevención de la afección psicológica si esta se llega a localizar de manera rápida sin necesidad de que la afección se haya desarrollado del todo.

Esto trataron de hacer Reece y Danforth (2017), buscando en Instagram una herramienta para alertar del desarrollo de un posible trastorno depresivo. Buscaban correlaciones y las encontraron. Según estos autores, el aumento del tono, junto con la disminución del brillo y la saturación en las fotos predijeron el desarrollo o la presencia de un trastorno depresivo. De manera global, encontraron que los participantes con un trastorno depresivo aplicaban menos filtros, y preferentemente un filtro para convertir la imagen en blanco/negro.

Curiosamente, también encontraron que las publicaciones que más “me gusta” habían recibido entre los participantes de su estudio habían sido subidas por participantes diagnosticados de depresión. Otro dato interesante es que, si bien las personas deprimidas tenían mayor probabilidad de subir fotos con caras, en estas fotos normalmente aparecían menos caras que en las fotos de un participante sin esta afección psicológica. Quizás, reflejando la reducción del círculo social como consecuencia de la propia depresión.

La conclusión más importante de este estudio es la siguiente: ciertas señales depresivas podrían haberse detectado antes del primer diagnóstico de depresión (Reece y Danforth, 2017).

El “selfie” en la persona deprimida

Estos mismos autores trataron de investigar el por qué aparecían en las personas deprimidas un mayor porcentaje de caras en sus fotos. Estos no diferenciaron entre el tipo de cara que aparecía.

Esto es relevante porque construyeron una hipótesis interesante. Así como el lenguaje de las personas con depresión suele estar centrado en sí mismos -como refleja la utilización de la primera persona-, esto podía ocurrir también con las fotos.

¿Cómo es posible que se publiquen más fotografías con caras, pero que la heterogeneidad de las caras sea baja? Estos autores hipotetizaron que, quizás, porque estas fotos eran selfies o autorretratos de la propia persona deprimida.

Gustarnos a través del “me gusta”

Instagram y las redes sociales no solo han tenido un papel fundamental en la cultura de nuestra sociedad y en cómo nos relacionamos con nuestro contexto; también en cómo nos relacionamos con nosotros mismos.

De hecho, aunque el objetivo de la red social es mantenernos conectados, un objetivo incluso más importante subyace a este: el mantenimiento y la conservación del autoconcepto. Paradójicamente, Instagram actúa como ladrón y proveedor de autoestima. No solo se ha convertido en la única manera –aparentemente– de nutrir el autoconcepto, también tiene el poder de darnos y quitarnos salud mental a placer.

Mientras que la comparación nos quita autoestima, los “me gusta” nos la potencian. En un estudio llevado a cabo por Dumas, Maxwell, Davis y Giulietti (2017), el 90 % de los participantes admitió haber usado Instagram para la recepción de “me gustas”, en lo que ellos llaman un comportamiento de búsqueda del like (like-seeking behaviour). Estos autores diferenciaron dos tipos de conducta para conseguir el “me gusta”

  • Búsqueda normativa: desde la utilización de filtros hasta la inclusión de hashtags. Estos comportamientos son generalmente aceptados por el resto de iguales. Es decir, se entiende que se utilicen y se entiende, hasta ese punto, la búsqueda del “me gusta”.
  • Búsqueda no normativa: acciones más tramposas, como cambiar con un programa nuestro cuerpo o cara. Hasta el 55 % de los participantes admitió haber hecho esto. Encontraron, además, como las personas que utilizaban herramientas de búsqueda no normativas tenían más probabilidad de tener problemas de autoestima e insatisfacción; y que tendrían dificultad en encontrar el significado y objetivo de sus vidas en un futuro.

Instagram, ¿indicador del narcisismo?

Numerosos estudios han tratado de buscar la relación entre narcisismo e Instagram. Las personas con altos niveles de narcisismo suelen ser mucho más activas en la red social, utilizándola para la autopromoción con más frecuencia e intensidad que las personas sin este rasgo (Dumas, et al., 2017).

Las personas narcisistas tienen un autoconcepto inflado y una patológica aseveración del “yo” como ser único y especial. En la búsqueda del poder sobre los otros y la percepción de control de la conducta del otro, las personas narcisistas tienden a dar “me gusta” sobre las fotos de los otros para, a su vez, recibir un “me gusta” de la otra persona.

Los selfies parecen especialmente propios de personas narcisistas. Siendo más precisos, con la necesidad de percepción de liderazgo y la autoridad –que no tienen por qué ser características negativas – y la exhibición de grandiosidad.

Las personas narcisistas necesitan controlar la manera en la que los otros los ven y consideran. Sheldon y Bryant (2016) encuentran que, a mayor narcisismo, mayor será el tiempo invertido en la edición de una fotografía. No solo para controlar lo que los demás piensan, también para orientales a pensar que la persona es guay (cool) y creativa.

El narcisista vulnerable y el grandioso, en Instagram

Se encontró, además, una relación positiva entre el narcisista grandioso –dominante y extrovertido- y el compartir fotografías de la apariencia física; así como entre el narcisista vulnerable –neurótico e inseguro– y la petición de seguidores y nuevas amistades.

En esta línea, Paramboukis, Skues y Wise (2016) encuentra que las personas con altos niveles de narcisismo vulnerable utilizan Instagram para aumentar su popularidad, mientras que el narcisista grandioso buscaba llamar la atención para producir admiración en el resto.

Mujer haciéndose un selfie
Cuanto más narcisista sea la persona, mayor edición hará de la fotografía.

Instagram para la búsqueda de diagnóstico, no de “likes”

Los estudios presentados ponen de manifiesto todo lo que puede revelar nuestro comportamiento en Instagram. No solo como fenómeno sociológico, sino también como soporte para la detección y prevención de entidades clínicas significativas a nivel mental.

Finamente, si pudiéramos establecer relaciones de causalidad, también podríamos precisar criterios para detectar trastornos depresivos, ansiógenos o de alimentación, así como aquellos rasgos de personalidad que pueden estar relacionados con determinado tipo de conductas, como aquellas que buscan el reconocimiento o reflejan la presencia de una adicción.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Paramboukis, Olga & Skues, Jason & Wise, Lisa. (2016). An Exploratory Study of the Relationships between Narcissism, Self-Esteem and Instagram Use. Social Networking. 05. 82-92. 10.4236/sn.2016.52009.
  • Pavica Sheldon, Katherine Bryant (2016). Instagram: Motives for its use and relationship to narcissism and contextual age. Computers in Human Behavior, Volume 58, Pages 89-97.
  • Tara M. Dumas, Matthew Maxwell-Smith, Jordan P. Davis, Paul A. Giulietti (2017). Lying or longing for likes? Narcissism, peer belonging, loneliness and normative versus deceptive like-seeking on Instagram in emerging adulthood. Computers in Human Behavior, Volume 71, Pages 1-10.
  • Bruce Ferwerda, Markus Schedl, and Marko Tkalcic. 2016. Using Instagram Picture Features to Predict Users' Personality. In Proceedings, Part I, of the 22nd International Conference on MultiMedia Modeling - Volume 9516 (MMM 2016). Springer-Verlag, Berlin, Heidelberg, 850–861.
  • Reece, A.G., Danforth, C.M. Instagram photos reveal predictive markers of depression. EPJ Data Sci. 6, 15 (2017). https://doi.org/10.1140/epjds/s13688-017-0110-z

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.