René Descartes: biografía del padre de la filosofía moderna

René Descartes fue, sobre todo, un pionero. Con ciertas precauciones, logró abrir un camino para el avance del pensamiento racional. Para los religiosos y los escolásticos, sus tesis eran poco menos que subversivas.
René Descartes: biografía del padre de la filosofía moderna
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 18 diciembre, 2018

René Descartes no es solo el padre de la filosofía moderna, sino el pensador más influyente del racionalismo. Como otros genios, tenía múltiples intereses. Por eso incursionó en diferentes áreas como las matemáticas, la geometría, la moral, la filosofía, e incluso el arte. Su principal valor fue haberse enfrentado contra la filosofía escolástica, predominante aún en su tiempo y plagada de prejuicios.

En la actualidad persiste un debate en torno a la autenticidad de sus planteamientos. Según algunos autores, existe una coincidencia extrema entre lo que postuló René Descartes y la obra de Gómez Pereira, un humanista español del siglo XVI. Así mismo, las tesis en torno al método son llamativamente similares a las de Francisco Sánchez, apodado “El escéptico”.

Despréndete de todas las impresiones de los sentidos y de la imaginación y no te fíes sino de la razón”.

-René Descartes-

Por esas coincidencias y otras en relación a la obra de Agustín de Hipona y Avicena fue acusado de plagio. El debate persiste en la actualidad y hay suficiente evidencia como para señalar que una parte de la obra de Descartes es demasiado similar a la de antecesores suyos. Sin embargo, el filósofo francés también hizo aportes que pueden ser considerados como plenamente auténticos.

Los primeros años de René Descartes

René Descartes nació en Touraine (Francia), el 31 de mayo de 1596. Su padre era consejero en el parlamento de Bretaña y su madre murió poco después de que cumpliera un año. Desde entonces, quedó al cuidado de su abuela y de una nodriza, con la que siempre mantuvo un vínculo estrecho. Así fueron los primeros años de René Descartes.

Su padre comenzó a llamarlo “pequeño filósofo” porque planteaba preguntas frente a todo. Tuvo una salud frágil durante la infancia. A los 11 años comenzó a estudiar en un colegio de jesuitas y destacó como un alumno despierto y muy profundo. Tenía especial facilidad para las matemáticas y la física.

A los 18 años comenzó a estudiar medicina y derecho en la Universidad de Poitiers. Cuando tenía 22 años se trasladó a Países Bajos e inició un profundo vínculo con ese país que duró hasta su muerte. René Descartes fue un incansable viajero y esta faceta comenzó a manifestarse con ese primer gran desplazamiento.

Ilustración de René Descartes

Investigador y creador

Entre 1618 y 1648, René Descartes tuvo su etapa intelectual más fecunda como investigador y creador. En varias oportunidades mencionó que tenía sueños premonitorios o reveladores, que interpretaba como mensajes del cielo. Asumía que dichos mensajes lo preparaban para ser el autor de una importante obra intelectual. Tras esos sueños sentó, en una oportunidad, las bases de la geometría analítica. Y en otra ocasión, el planteamiento del teorema de Euler sobre los poliedros.

Pronto se convirtió en un referente para los intelectuales de la época. Su casa en Francia se convirtió en punto de reunión para científicos y filósofos. No se tienen muchos datos acerca de su vida personal. Se sabe que se batió en duelo por una mujer en 1628, mientras que, por otro lado, hay algunas alusiones a su supuesta homosexualidad.

El punto culminante de su labor se produjo con la publicación de El discurso del método, en 1637. Le llamó discurso y no tratado porque temió ser objeto de la ira de los escolásticos y correr con la misma suerte de Copérnico y Galileo. Ese temor lo llevó también a vivir en Holanda, una sociedad más abierta y tolerante que la francesa.

Gafas sobre libro antiguo

La muerte de René Descartes

La muerte de René Descartes también ha sido objeto de polémica. Oficialmente, falleció por una neumonía que contrajo en Estocolmo, tras ser invitado por la reina Cristina de Suecia a su palacio. Así se asumió históricamente, hasta que, en 1980, el especialista alemán Eike Pies planteó una nueva hipótesis. Según él, Descartes habría sido asesinado con arsénico.

Más adelante, Theodor Ebert, otro especialista en el tema, ratifica la misma hipótesis. Según sus pesquisas, Descartes era percibido como poco menos que un hereje. Sus planteamientos racionalistas eran vistos con recelo por la iglesia y los escolásticos. Darle a la razón un papel fundamental en la estructura humana, no era de buen recibo. Por eso, aparentemente, el confesor de la reina Cristina le dio una hostia envenenada con arsénico.

René Descartes marcó un antes y un después en la historia de la filosofía y el pensamiento occidental. Sus aportes fueron decisivos en el método inductivo, así como en las matemáticas y la física. El “Pienso, luego existo”, marcó una nueva manera de ver al ser humano y la realidad. Con este gran filósofo comenzó un nuevo capítulo para la humanidad.


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  • Descartes, R. (2004). Discurso del método. Ediciones Colihue SRL.
  • Descartes, R. (2005). Las pasiones del alma (Vol. 290). Edaf.
  • Descartes, R., & Leibniz, G. W. (1925). Los principios de la filosofía. Reus.
  • Meyer, O. E. (1999). Breve biografía de René Descartes (1596-1659). Frónesis, 6(2).

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