8 señales de que podrías ser una persona tóxica

Todos somos muy rápidos a la hora de reconocer comportamientos nocivos en los demás, pero… ¿Y si también tú tuvieras rasgos de una persona tóxica? Descúbrelo en el siguiente artículo.
8 señales de que podrías ser una persona tóxica
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 09 agosto, 2023

La mayoría vemos al instante la paja en el ojo ajeno, pero casi nunca la viga en el nuestro. Puede incluso que no te cueste nada detectar conductas dañinas en los demás, pero pensar que tú mismo podrías ser una persona tóxica es algo que desconcierta. Aunque la verdad es que, a veces, sucede. Todos podemos evidenciar algún rasgo o conducta nociva sin darnos cuenta.

Nunca está de más revisarte, realizar un pequeño acto de reflexión para tomar conciencia de qué características entran o no dentro de este patrón. Muchas veces, detrás de la falta de responsabilidad emocional o de la necesidad de control, hay realidades psicológicas que no se atienden. Darte cuenta de ello te facilitará trabajar mucho mejor en ti mismo para ganar en bienestar.

A continuación, te describimos esas señales que suelen definir este tipo de conducta desgastante.

Desgraciadamente, no cabe duda de que el ser humano es, en general, menos bueno de lo que se imagina o quiere ser. Todo el mundo lleva una sombra, y cuanto menos se encarna en la vida consciente del individuo, más negra y densa es. Si una inferioridad es consciente, uno siempre tiene la oportunidad de corregirla.

~ Carl Jung (Psicología y Religión, 1938) ~

Características de que podrías ser una persona tóxica

En primer lugar, es necesario hacer hincapié en un detalle. El concepto «personas tóxicas» no responde a ninguna entidad clínica. Es una etiqueta que se utiliza de manera popular para definir a los perfiles con conductas disfuncionales, difíciles o destructivas. Podríamos decir que es como un gran cajón de sastre donde se incluye cualquier característica que genera sufrimiento interpersonal.

En PIRLC Journal se publicó un trabajo interesante al respecto donde hallaron algo importante. Tratar con estos individuos es agotador. Son hombres y mujeres con rasgos difíciles y egocéntricos. Si bien siempre buscamos estrategias para defendernos de ellos, rara vez se nos invita a reflexionar si nosotros encajamos en esa misma personalidad.

Para tal fin, te proponemos evaluarte a través de las dimensiones que ahora te describimos.



1. La manipulación emocional

Si te preguntas cómo saber si eres una persona tóxica, hay un primer paso que deberás llevar a cabo: tomar conciencia de si manipulas a los demás. Puede que tengas una necesidad casi inconsciente de tener a todo el mundo bajo tu control. Esto te fortalece, nutre tu autoestima y hasta te sientes menos solo.

En un trabajo divulgado por Personality and Individual Differences se señala que detrás de esta conducta suele esconderse una falta de inteligencia emocional. Este es, por tanto, un primer aspecto en el que deberías reflexionar.

2. La deshonestidad y el uso de las mentiras

En los clásicos test para saber si podrías ser una persona tóxica siempre aparece el factor de la deshonestidad. Es una variable bastante amplia, en la cual entran muchas características. No obstante, la principal es tener una necesidad casi inconsciente de recurrir a las pequeñas y grandes mentiras.

Hacer uso de las falsedades te permite a menudo mostrar una imagen más reluciente. Esto refuerza tu autoestima y, además, con esos engaños cotidianos, creas un personaje que refuerza todavía más el patrón manipulativo.

3. Eludir responsabilidades

Cuando las cosas se ponen difíciles, las eludes, rehúyes de ellas y hasta las dejas en hombros ajenos. Puede que esta característica la apliques desde que tienes uso de razón sin darte cuenta siquiera. Nunca está de más hacer un acto de autorreflexión y darte cuenta de si eres el clásico escapista de las responsabilidades, los problemas y de esas tareas que asumen todos los adultos.

4. Te guías por necesidades personales y cuesta confiar en ti

Todos tenemos necesidades. Sin embargo, hay quien prioriza las suyas por encima de los demás hasta el punto de derivar en rasgos egoístas. De este modo, si te preguntas si eres tóxico, valora si las personas confían o no en ti. Si tus relaciones de amistad o pareja duran poco y siempre se alejan de tu lado, es momento de hacer un acto de introspección.

La revista PNAS publicó una investigación en la que demostró que las conductas tóxicas, como el egoísmo, la actitud combativa y la manipulación, resultan bastante nocivas en los escenarios de trabajo. Son comportamientos que siempre ocasionan sufrimiento, notables problemas y distancias con los demás.

Las personas tóxicas propagan sufrimiento y malestar a donde van. Sin embargo, detrás de estos perfiles existen traumas emocionales o realidades psicológicas que se han desatendido. Tomar conciencia de esos rasgos que definen a esas personalidades, te permite trabajar mejor aquellos aspectos que mediarán en tu bienestar.

5. Consumes la energía de los demás

Esto es algo que muchas veces resulta difícil de notar. No obstante, un factor que define a las personas tóxicas es su capacidad para agotar las energías mentales y emocionales de quienes tienen cerca. Con el fin de evaluar si también tú llevas a cabo esta conducta, queriendo o sin querer, te proponemos analizar el siguiente listado:

  • Monopolizas las conversaciones y la atención en cualquier escenario.
  • Eres demasiado demandante. Exiges que todo el mundo haga cosas por ti.
  • Siempre hablas de lo mal que te va en la vida o el daño que te hacen ciertas figuras.
  • Les cuentas tus problemas a los demás sin preocuparte por cómo están esas personas.
  • Cuando surge un problema, buscas a los demás para desahogar tus miedos e ideas catastróficas.

6. Creas relaciones basadas en la dependencia y la exclusividad

Si haces una amistad, te molesta que esa figura comparta su tiempo con otras personas. Cuando inicias una relación de pareja, necesitas que el afecto y el compromiso se valide a cada instante. Te aterra el abandono y te obsesionas en crear vínculos basados en la exclusividad y hasta en el control constante. ¿Te suenan estas experiencias?

Una señal clara de que podrías ser una persona tóxica tiene que ver con la dependencia emocional y el apego ansioso. Es una dimensión característica que deberías revisarte.

7. Vulneras los límites ajenos

Los límites ajenos son una entidad invisible y sin importancia alguna para el perfil dominado por la toxicidad. Esto se traduce en comportamientos como los que te describimos a continuación:

  • No respetas la intimidad de tu pareja o amigos.
  • Exiges favores de forma constante a casi todo el mundo.
  • Piensas que los demás siempre están disponibles para ti.
  • Boicoteas las opiniones, metas y necesidades de los demás.
  • Instrumentalizas a las personas para lograr lo que quieres.

8. Tendencia a los dramas

¿Te suelen llamar drama queen o drama king? La persona con tendencia a los dramas es aquella que carece de habilidades para regular sus emociones. Son perfiles que magnifican en extremo los problemas cotidianos hasta convertirnos en hechos catastróficos. Además, se le añade otro elemento: siempre necesitan que los demás los salven de dichas situaciones.

Ser demasiado dramático y depender del entorno para que solucionen lo que te angustia son rasgos tóxicos. Además, hay que tener cuidado, porque también definen una característica de quien necesita trabajarse más a sí mismo.

Consejos prácticos para dejar de ser una persona tóxica

Cambiar los patrones mentales y actitudinales que definen tu posible toxicidad lleva tiempo y requiere de un gran compromiso. Sin embargo, ten en cuenta un aspecto. Este término define conductas disfuncionales que casi siempre tienen algún origen que puede atenderse. El cambio es posible y, por ello, te proponemos unas estrategias básicas:

  • Toma conciencia: el primer paso para cambiar es ser consciente de tus acciones y su impacto en los demás. Reflexiona, sobre todo, en cómo afecta lo que haces y lo que dices en tu entorno. Esto te convencerá de la necesidad de modificar tu actitud y comportamiento.
  • Potencia tu inteligencia emocional: esta competencia te ayudará a regular de forma eficaz tus emociones, tu forma de comunicarte y, sobre todo, tus relaciones.
  • La importancia del desarrollo personal: no solo debes mejorar tu comunicación y forma de relacionarte. Cuidar de tu autoestima, saber reconocer tus errores o aprender a pedir perdón, también te ayudará.
  • Trabaja tu empatía: la toxicidad se desactiva en cuanto eres capaz de conectar con los sentimientos y emociones de los demás. Tratar a las personas tal y como deseas que te traten, te permitirá mejorar como ser humano.
  • Identifica tus desencadenantes: ¿qué activa tus conductas dañinas? ¿Por qué derivas en acciones que vulneran a los demás y, a la larga, también a ti mismo? Tal vez sea una mala gestión de la frustración, el estrés, heridas del pasado no sanadas o patrones de conducta heredados de tu familia, etc.
  • Acepta tu responsabilidad: investigadores de las universidades de Bremen y Siegen, en Alemania, desarrollaron una escala para detectar el comportamiento tóxico. Este instrumento es útil porque facilita que las personas reconozcan que sus acciones tienen consecuencias. Aceptar tu responsabilidad, sin culpar siempre a los demás, es algo esencial.


«Toxicidad», un término no válido, pero que se beneficia de la terapia

Llegados a este punto, puede que valores que podrías ser una persona tóxica. Ahora bien, si analizamos todas las características aquí señaladas, la mayoría evidenciamos a veces alguna de estas variables. ¿Quién no ha hecho un drama de un pequeño problema? Es cierto, la toxicidad es un término sin validez clínica, pero que integra conductas dañinas y disfuncionales.

Lo más importante es tener en cuenta que, detrás de estos rasgos, puede existir un problema psicológico. Los traumas, el trastorno límite de personalidad (TLP), la mala regulación emocional o estilos de personalidad más neuróticos son un ejemplo de ello.

En cualquier caso, la buena noticia es que hay terapias bastante válidas para recuperar el bienestar y realizar el cambio. No dudes en solicitar ayuda especializada si lo necesitas.


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