Sesgo de disponibilidad: decir lo primero que nos viene a la mente
El sesgo de disponibilidad explica, en buena medida, por qué la publicidad funciona. Cuando tenemos que comprar un producto, por término medio, nos viene a la mente la marca que hemos visto en la televisión o en las redes sociales -de hecho, hay marcas tan populares que se han hecho genéricos-. Las personas no siempre somos conscientes de cómo, en ocasiones, actuamos y respondemos por heurísticos muy simples y, sobre todo, en respuesta a aquello que primero nos viene a la cabeza.
Por ejemplo, si nos preguntan cuál es el animal más venenoso del mundo, lo más probable es que pensemos en serpientes, arañas o en el clásico pez globo. Damos incluso por válidas esas informaciones almacenadas en el cerebro, que se trasmiten por el boca a boca, sin ser críticos con ellas. De hecho, la medusa avispa de mar es la criatura más letal a día de hoy.
Por otro lado, hay algo importante que debemos considerar. Este sesgo es el culpable de muchas de las distorsiones que llevamos con nosotros de manera inconsciente y que empañan la realidad. El miedo a volar en aviones es más común que el miedo a conducir, cuando es mucho más probable tener un accidente de tráfico con consecuencias trágicas que uno de avión.
Hay personas que compran lotería cada día pensando que tarde o temprano les tocará. Cuando la probabilidad de acertar puede estar en 1 por cada 15 millones. Todos, de algún modo, damos más valor a aquella información que es más accesible a la memoria, aquella que asumimos como más prototípica.
Sesgo de disponibilidad: ¿en qué consiste?
Tu pareja y tú estáis hablando sobre cuál sería el mejor destino para ir de vacaciones. De pronto surge una propuesta, un lugar paradisíaco y casi perfecto. Ahora bien, pasa poco tiempo hasta que recuerdas una noticia que leíste sobre ese lugar, una sobre el número de hurtos que se producen en dicha ciudad. Se lo comentas y sugieres que es mejor descartar esa ciudad.
Con este pequeño ejemplo, vemos cómo funciona la mente al hacer uso de atajos mentales muy rudimentarios para tomar decisiones. Lo hace partiendo de la información que está más disponible, venga de donde venga. En este caso, concluimos que es mejor descartar ese paraje por un artículo leído. Ya no barajamos más datos ni más variables a favor o en contra. El asunto queda zanjado.
El campo del juicio humano y el modo en que tomamos partido por una u otra opción es un área que siempre ha interesado a la psicología. No obstante, no fue hasta 1970 cuando Amos Tversky y Daniel Kahneman etiquetaron lo que ellos mismos definieron como heurística de la disponibilidad. Son precisamente esas situaciones en las que, a la hora de evaluar un tema, lo hacemos siempre echando mano de aquello que es más accesible en nuestra mente. Para entenderlo mejor, profundicemos un poco más.
Damos mayor valor a la información más reciente y de mayor impacto emocional
La mente humana siempre retendrá de manera significativa la información más reciente. Asimismo, también tendemos a recordar todo aquello que tenga asociado un elevado componente emocional. Esto lo saben bien en el mundo del marketing y publicidad, de ahí que siempre intenten hacer uso de este factor, buscando despertar emociones en los consumidores.
Por ejemplo, si vamos a comprar papel higiénico es común que nos venga a la mente una marca determinada que usa como imagen a unos adorables golden retriever. La publicidad logra que vayamos al supermercado sintiendo que determinados productos nos son familiares y los elijamos casi sin saber por qué.
El sesgo de disponibilidad logra que emitamos respuestas al hacer uso de lo que siempre está «a mano» en nuestra memoria reciente y emocional.
El poder de la experiencia en el sesgo de disponibilidad
Existe un tercer factor sobre el sesgo de disponibilidad que es importante considerar. Haber vivido en piel propia determinadas experiencias también hará que las recordemos mejor y estén más disponibles en la mente.
Por ejemplo, si alguien nos pregunta qué es lo peor que puede experimentar una persona, podemos decir que «pasar por una depresión» porque es lo que acabamos vivir. Para otros será la pérdida temprana de un progenitor porque es lo que le ha tocado. No siempre tenemos en cuenta otras opciones porque, sencillamente, no las conocemos y el cerebro no las tiene en cuenta.
Objetivo: ahorrar tiempo y energía mental
Scott Plous, psicólogo social y profesor de psicología en el Departamento de Psicología de la Universidad Wesleyan, es una de las personas que más ha estudiado el heurístico de disponibilidad. En su trabajo The availability heuristic nos explica lo siguiente:
«Cuanto más accesible sea un suceso, más frecuente y probable parecerá; cuanto más viva sea la información, más convincente y fácil de recordar será y cuanto más evidente resulte algo, más causal parecerá».
Si la mente funciona bajo estos esquemas se debe básicamente a un hecho. A lo largo de nuestra evolución el cerebro ha buscado siempre que podamos emitir respuestas y conductas de manera activa. El objetivo es ahorrar tiempo y energía: hay que optimizar el trabajo mental y actuar de forma rápida para sobrevivir y adaptarnos al entorno.
¿Qué significa esto? Implica que la heurística de disponibilidad será siempre ese atajo que nos ayude a valorar opciones de manera ágil, sin importar que esa información sea válida. Damos veracidad a hechos como si estos fueran los únicos existentes en el mundo y de esa forma, simplificamos nuestra realidad para poder actuar de forma acelerada.
En ocasiones, es útil. No obstante, siempre es adecuado hacer un pequeño esfuerzo y tener presente que nuestra mente es un universo de sesgos. Tenerlo en cuenta y relativizar algunos de nuestros pensamientos dándonos tiempo y calma, puede ser nos muy beneficioso. Barajemos esa opción.
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- Read, J. D. (1995) The availability heuristic in person identification: The sometimes misleading consequences of enhanced contextual information. Applied Cognitive Psychology; 9(2): 91–121.