El síndrome de Charles Bonnet
De entre todos nuestros sentidos, probablemente el más importante sea la vista. Todo nuestro mundo está configurado en torno a nuestra capacidad para percibir el entorno en imágenes. Por eso, las enfermedades que afectan a la visión son especialmente preocupantes y se dedican anualmente muchos recursos y esfuerzos para prevenirlas y curarlas.
Muchas ya las conocemos. Problemas como la miopía, el astigmatismo o las cataratas son habituales en nuestro entorno. Sin embargo, también existen muchos otros trastornos de la visión no tan conocidos. Entre ellos, uno de los más curiosos es el síndrome de Charles Bonnet.
En este artículo veremos en qué consiste este problema, así como todo lo que sabemos en la actualidad sobre su origen y las diferentes intervenciones que se han desarrollado para hacerle frente.
¿Qué es el síndrome de Charles Bonnet?
Este trastorno de la visión es uno de los menos conocidos y comprendidos de todos los que existen. Se caracteriza por la aparición de alucinaciones visuales en pacientes que están sufriendo pérdida visual. Así, por lo general suele presentarse en pacientes con problemas como las cataratas o el glaucoma; o en aquellos que han sufrido algún problema en las áreas visuales del cerebro.
Las alucinaciones presentes en el síndrome de Charles Bonnet son muy vívidas y realistas. Sin embargo, al contrario que en otros trastornos en los que ocurren situaciones similares, los pacientes saben perfectamente que lo que están viendo no está sucediendo realmente. Por eso, se diferencia de problemas como la esquizofrenia o el consumo de sustancias tóxicas.
Así, las alucinaciones aparecen en personas cuyo único problema de salud es el visual. Por lo tanto, para diagnosticar el síndrome de Charles Bonnet es necesario haber descartado la presencia de demencia, trastornos mentales o cualquier tipo de intoxicación. Por otro lado, los problemas de visión suelen darse principalmente en la tercera edad y, por ello, este trastorno es especialmente común en este sector de la población.
Características de las alucinaciones
Las alucinaciones producidas por el síndrome de Charles Bonnet son muy variadas. Sin embargo, tienen una serie de características en común:
- Cuando aparecen, el paciente es perfectamente consciente de lo que ocurre. Por ello, los afectados saben que lo que están viendo no es real.
- Se combinan con las percepciones normales. En lugar de sustituir totalmente a la realidad, las imágenes se superponen a lo que vería normalmente el afectado.
- Aparecen y desaparecen de manera aleatoria. De esta manera, es muy difícil encontrar una causa clara para los cambios o determinar un patrón.
- Los pacientes suelen sentir sorpresa, pero casi nunca tienen miedo de lo que ven.
- Tienden a presentarse en situaciones de estrés, o cuando hay una sobrecarga sensorial o una falta de estimulación muy grande.
- Se presentan de forma más vívida que la realidad. Mientras que lo demás se ve borroso, las alucinaciones se ven de forma muy clara. Esto se debe a que el síndrome de Charles Bonnet solo aparece en personas con visibilidad reducida.
Causas y tratamiento
La ciencia médica aún no ha logrado explicar por qué aparece exactamente el síndrome de Charles Bonnet. No se ha podido encontrar una sola causa que nos permita conocer el porqué de las alucinaciones. Sin embargo, sí que existen varias teorías que pretenden arrojar algo de luz sobre esta condición.
La más aceptada hoy en día es la llamada teoría de la desaferenciación neuronal. Según sus defensores, este síndrome aparecería debido a que las neuronas del cerebro han dejado de recibir los niveles de estimulación a los que estaban acostumbradas. Por ello, se volverían mucho más sensibles a todos los estímulos externos; y, en algunos casos, podrían incluso “fabricar” los suyos propios.
En cuanto al tratamiento, no existe ningún fármaco que sea totalmente efectivo contra este trastorno de la visión. Debido a ello, normalmente los médicos se enfrentan al Charles Bonnet de manera más paliativa que curativa.
Por una parte, la primera labor de los profesionales de la salud es informar al paciente de lo que le está ocurriendo. Pensemos que muchos de ellos pueden sentir angustia al comenzar a percibir una “realidad” paralela. Por eso, el médico debe explicarles que se trata de un trastorno visual y que, controlándolo, se pueden minimizar los riesgos.
Después de ello, el enfoque habitual es tratar de solucionar el problema de visión. En la mayoría de los casos, se ha comprobado que operar al paciente para devolverle parte de su agudeza visual hace que las alucinaciones desaparezcan.