Terapia con inteligencia artificial (IA), una realidad cercana

¿Existirá la posibilidad en un futuro de realizar terapia psicológica mediante inteligencia artificial? Ya se ensaya al respecto, pero los profesionales de esta área piden prudencia. Te damos los datos en el siguiente artículo.
Terapia con inteligencia artificial (IA), una realidad cercana
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 28 junio, 2023

Hacer terapia con inteligencia artificial (IA) parece algo digno de la ciencia ficción. Sin embargo, para las industrias tecnológicas, es un firme propósito hasta el punto de que ya disponemos de alguna aplicación en esta materia. Lo que para muchos es el santo grial de la salud mental, es visto por psiquiatras y psicólogos con escepticismo.

La revista Translational Psychiatry publicó un estudio relevante sobre este mismo tema. Se refiere al desarrollo de un asistente virtual que ofrece terapia basada en resolución de problemas. Esta forma de intervención está orientada a pacientes con ansiedad y depresión. Los resultados, según este trabajo, son esperanzadores.

¿Abren estos avances la posibilidad de que en un futuro la psicoterapia esté en manos de un chatbot entrenado en esta área? Lo analizamos en la siguiente lectura.

En la actualidad, consideramos que la IA puede ser un gran complemento auxiliar en la psicología. Pero no puede reemplazar por completo la interacción entre un paciente y el profesional.

Terapia con inteligencia artificial (IA): análisis de Lumen

Puede que la idea de tener un Sigmund Freud o un Albert Ellis en forma de IA parezca de lo más emocionante (o aterrador). No obstante, cabe señalar que dichas tecnologías aún están en desarrollo y que, de momento, no buscan reemplazar a los psicólogos o psiquiatras. Ahora bien, no niegan que en un futuro quepa esta posibilidad.

El estudio citado anteriormente abre ese camino. Un equipo de la Universidad de Illinois quiso crear un tratamiento terapéutico fundamentado en la ciencia, aprovechando las ventajas de la IA. Para ello, diseñaron un entrenador virtual con base en la voz y lo ofrecieron a una muestra aleatoria de pacientes con depresión y ansiedad de leve a moderada.

¿Cuáles fueron los resultados? A continuación, analizamos en qué consiste este recurso y los beneficios obtenidos.



Un tratamiento psicoterapéutico de resolución de problemas

Lumen es un asistente terapéutico con quien las personas pueden hablar. Lo crearon mediante una labor sinérgica de múltiples profesionales pertenecientes al ámbito tecnológico, diseñadores de interacción, psiquiatras, psicólogos, científicos del comportamiento, etc. Se integró en Alexa y en los iPad y se ofreció a los pacientes del ensayo clínico.

El propósito de esta terapia con IA era ofrecer nuevas herramientas a quienes padecen depresión y/o ansiedad. Para ello, dicha tecnología guiaba en los siguientes propósitos:

  • Evaluar los resultados.
  • Ayudar a establecer nuevas metas.
  • Aportar feedback (motivación y refuerzos).
  • Desarrollar un plan de acción e implementarlo.
  • Generar cambios comportamentales más saludables.
  • Pensar en soluciones innovadoras ante los problemas.

Después de 16 semanas de uso, las personas evidenciaron una mejora en la sintomatología depresiva y ansiosa, demostraban una mejor regulación emocional, un mayor control de la preocupación y una competencia favorable en la resolución de conflictos. Lumen, este asistente que brinda terapia con IA, sí resultó beneficioso.

¿Por qué hacer terapia mediante IA sería una realidad en el futuro?

La terapia con IA se abre camino mediante las herramientas secundarias que brindan apoyo en la salud mental. Estamos ante una tecnología en ciernes que, según un trabajo de la Universidad de California, transformará la atención de la salud mental al dotarla de recursos más innovadores. Ahora bien, hay matices que cabe clarificar.

IA combinada con terapeutas reales

Existe un aspecto clave que destaca la investigación antes citada. Al perfeccionar las técnicas de IA, los profesionales de la salud mental harían un mejor trabajo en los aspectos que pasamos a listar:

  • Detectar la ideación suicida por medio de los chatbots.
  • Evaluar qué terapia sería la más adecuada para cada paciente.
  • Interaccionar con la persona para registrar pensamientos, estilos de vida, etc.
  • Monitorizar el estado de ánimo del paciente gracias a la IA en los teléfonos móviles.
  • Realizar diagnósticos más adecuados al contar con mayores bancos de datos y estadísticas.

Asimismo, un artículo compartido en Frontiers in Psychology resalta cómo la inteligencia artificial es una gran aliada en la psicoterapia breve estratégica. Gracias a ella, se efectúa una mejor evaluación del paciente y de su funcionamiento psicológico. En esencia, el objetivo sería que ambos ámbitos, el virtual (tecnología) y el real (humano) fusionen sus beneficios.

La terapia con inteligencia artificial es más económica y más accesible. Esos aspectos elevan su atractivo, pero no puede sustituir la labor empática y cercana de un profesional.

Intervenciones básicas que ya realiza la IA

La terapia con inteligencia artificial ya se lleva a cabo de manera muy elemental. Entre sus ventajas está la accesibilidad, la inmediatez y la reducción del coste económico en los propios tratamientos. Asimismo, cabe señalar que, en la actualidad, muchos usuarios se familiarizan con una amplia variedad de herramientas como las siguientes:

  • Wysa es un chatbot de IA que ayudar ante los síntomas de la depresión y la ansiedad.
  • En los últimos años, se busca crear recursos basados en la IA para tratar la soledad de nuestros mayores.
  • «Reach Vet» busca prevenir el suicidio en los veteranos de guerra. Pensemos que una parte de estos pacientes no siempre tiene acceso a los recursos de salud mental o, en ocasiones, no desean compartir sus experiencias con los profesionales.
  • Cada vez incrementa el uso de los chatbots conversacionales que brindan apoyo emocional a los adolescentes. En vista de que la generación Z suele preferir la utilización de la tecnología, esta parece ser una gran ventaja en dicho sector poblacional.

Terapia para paliar defectos de nuestra atención a la salud mental

Desde The Lancet. Digital Health enfatizan una vez más en lo ya señalado: ver a la inteligencia artificial desde una perspectiva interdisciplinaria. La atención a la salud mental debe aprovechar el potencial de la IA, pero no ser sustituida por esta última. No obstante, persiste un detalle y es que nuestros recursos en materia de asistencia psicológica son muy limitados.

Las industrias tecnológicas ven amplio beneficio en que exista una terapia con inteligencia artificial universal. En vista de que la demanda en esta área va en ascenso, es evidente que esta posibilidad se abrirá paso.

La sociedad requiere de más psicólogos y psiquiatras, pero los costes son elevados, por no hablar de las listas de espera tan extensas, en caso de que se opte por la seguridad social. La idea de que, en algún momento, la sociedad normalice descargarse una aplicación e iniciar un proceso psicoterapéutico al instante y de forma económica, podría ser una realidad.



Terapia psicológica con IA y la privacidad

Sabemos que la terapia psicológica con inteligencia artificial nunca reemplazará la empatía, comprensión y el apoyo emocional proporcionados por un profesional. Sin embargo, surge, a su vez otro conflicto de gran trascendencia. Y es que aún no están definidos los mecanismos de confidencialidad y los aspectos éticos relativos a este tipo de intervención.

Journal of Medical Internet Research enfatiza en un trabajo la seguridad de los pacientes, pues es posible dejar atrás consideraciones éticas. Por ejemplo, si las intervenciones parten de descargar una aplicación móvil, el usuario aceptará una serie de permisos. Este acto supone, en muchos casos, aporte de datos privados que, a menudo, son vendidos a terceras empresas.

Para concluir, estamos ante un futuro algo incierto en este ámbito. Intuimos que el universo de la IA se abrirá paso en muchos sectores. Sabemos que será positivo en infinitos escenarios, pero debemos contribuir a su regulación y a sus buenas prácticas siempre que se adentre en el campo sanitario. Por el bien de todos.


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