Terapia neuropsicológica: ¿en qué consiste?

Tras sufrir una lesión o trastorno cerebral, en la mayoría de los casos es necesario trabajar para preservar y potenciar las funciones cerebrales. De ello se encarga la terapia neuropsicológica. De cómo lo hace y de qué recursos utiliza, hablaremos en este artículo.
Terapia neuropsicológica: ¿en qué consiste?
Elena Sanz

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz.

Última actualización: 05 octubre, 2022

La psicología es una ciencia amplia y no todas sus ramas son igualmente conocidas. La figura del neuropsicólogo resulta poco familiar para quienes no se han visto en la necesidad de trabajar con uno. Sin embargo, sus funciones son de una gran relevancia, ya que es la terapia neuropsicológica la que hace posible la recuperación de quienes han sufrido alguna alteración cerebral.

Estos profesionales suelen trabajar en hospitales, residencias de mayores o gabinetes privados y atienden una amplia variedad de trastornos y patologías. Sin embargo, en todos los casos, el objetivo prioritario consiste en optimizar la calidad de vida del paciente. Y, para ello, se valen de intervenciones totalmente personalizadas.

Persona mayor haciendo un puzzle

¿En qué consiste la terapia neuropsicológica?

La terapia neuropsicológica podría considerarse una suerte de rehabilitación cerebral. Se orienta a preservar y potenciar las funciones mentales que no han sido dañadas. Sin embargo, también a paliar los déficits que la lesión o el trastorno han podido ocasionar. Así, sus principales funciones son:

  • Trabajar y estimular las funciones cognitivas tras una lesión o alteración cerebral. Se debe actuar con rapidez para que la recuperación de las capacidades y habilidades sea lo más completa posible. Así, se abordan áreas como la atención, la memoria, el aprendizaje, el lenguaje o la capacidad de resolución de problemas. Se trata de potenciar las capacidades preservadas y estimular las que muestran un rendimiento inferior al esperado.
  • Planear e implementar estrategias que ayuden a compensar los daños causados en ciertas funciones cerebrales. Por ejemplo, si el paciente presenta problemas de memoria, se le enseña a utilizar recursos como agendas o recordatorios que le permitan desenvolverse de la mejor manera.
  • Hacer consciente al paciente, en la medida de lo posible, de las secuelas que se han generado tras la lesión o el trastorno. Explicarle qué implicaciones tienen y cuáles son las consecuencias, de modo que pueda anticiparse a posibles problemas y fallos cognitivos y cuente con herramientas para afrontarlos.
  • Trabajar la gestión emocional asociada a la situación en la que se encuentra el paciente. Ayudarle a amortiguar el impacto emocional de su condición.

¿Quién puede beneficiarse de la terapia neuropsicológica?

Son muchas las condiciones que pueden requerir una terapia neuropsicológica. Esta disciplina trabaja principalmente con trastornos y lesiones producidos en el sistema nervioso central o en el cerebro. Y, en cada caso, la intervención será diferente:

  • Traumatismo craneoencefálico. Cuando este se produce las secuelas se deben tanto a la contusión inicial como al edema o hemorragia que se desarrolla de manera secundaria durante los siguientes días. Esto puede afectar tanto a los procesos mentales básicos como a la conducta y las emociones. Por ello, habrán de trabajarse a la mayor brevedad.
  • Accidente cerebrovascular. En estos casos, el flujo de sangre que irriga una parte del cerebro se detiene, produciendo que no puedan llegar a este el oxígeno y los nutrientes. Las consecuencias pueden ser muy variadas por lo que la terapia habrá de personalizarse.
  • Enfermedades neurodegenerativas, como el párkinson, afectan al sistema nervioso central de manera progresiva e irreversible. Es importante abordar el deterioro cognitivo leve que se produce ya que este constituye un factor de riesgo para el posterior desarrollo de demencia.
  • Las demencias suelen afectar principalmente áreas como la orientación y la memoria, así como la conducta y las emociones. La terapia irá dirigida a lograr la mayor autonomía posible en el enfermo. De este modo se reduce también la carga de trabajo y emocional de la familia.
Hombre en terapia neuropsicológica

Buscando la calidad de vida

Afrontar una alteración cerebral y sus consecuencias no es sencillo, ni para el paciente ni para sus seres más cercanos. El trabajo de estimulación y rehabilitación suele ser largo y puede resultar agotador; no obstante, los resultados merecen el esfuerzo.

Gracias a este tipo de terapias se logran conservar muchas de las funciones mentales básicas y se consigue suplir aquellas que han sido dañadas.

En definitiva, se busca que el paciente puede gozar de la mayor calidad de vida posible. Algo que se logra fomentando su autonomía con ayudas, estrategias y recursos de todo tipo y ayudándole a aceptar y lidiar con su nueva realidad. Se trata de un trabajo completo y muy necesario que aborda todas las áreas que han podido verse afectadas por la lesión o el trastorno.


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