Tipos de esquizofrenia de Crow

¿Conoces los tipos de esquizofrenia de Crow? En este artículo encontrarás todas sus características, resaltando aquellos puntos en los que más se diferencian.
Tipos de esquizofrenia de Crow
Laura Ruiz Mitjana

Escrito y verificado por la psicóloga Laura Ruiz Mitjana.

Última actualización: 03 agosto, 2020

La esquizofrenia es un trastorno del espectro psicótico caracterizado por síntomas positivos (alucinaciones, delirios, desorganización del pensamiento…), síntomas negativos (abulia, apatía, anhedonia…) y síntomas cognitivos (por ejemplo, alteraciones atencionales). Se trata de un trastorno crónico y muy incapacitante, objeto de interés de múltiples autores de varias disciplinas. En este artículo conoceremos los tipos de esquizofrenia de Crow, un psiquiatra inglés nacido en 1938, que en 1980 distinguió dos variantes de este trastorno a raíz de sus investigaciones.

La clasificación de Timothy Crow (1938-) es importante porque relaciona los diferentes factores del modelo médico (síndrome, curso, etiología, tratamiento, pronóstico…). El autor, inicialmente, distinguió la esquizofrenia tipo I (positiva) y la esquizofrenia tipo II (negativa). 

Sin embargo, siete años más tarde, en 1987, reformuló su clasificación, al considerar que no todos los casos encajaban en su clasificación dicotómica, incluyendo también los tipos mixtos de esquizofrenia.

Aunque actualmente el modelo categorial de T. Crow está en desuso, su propuesta fue muy interesante. A día de hoy, aún hay profesionales a los que les resulta útil (a nivel práctico y académico). Además, su clasificación nos permite conocer más a fondo la realidad de este trastorno. Pero, ¿en qué consisten los dos tipos de esquizofrenia de Crow? ¿En qué se diferencian? ¡Vamos a verlo!

“La esquizofrenia es el precio que el homo sapiens ha tenido que pagar por la adquisición del lenguaje”.

-Timothy Crow-

Hombre con esquizofrenia

Tipos de esquizofrenia de Crow

Como hemos visto, los tipos de esquizofrenia de Crow son dos: la tipo I (positiva) y la tipo II (negativa). Aunque a día de hoy esta clasificación no se sigue para diagnosticar ni se refleja en los manuales de salud mental de referencia (DSM-5 y CIE-10), la realidad es que la clasificación de Crow llegó a ser la referencia principal en su momento. Sin más preámbulo, vamos a adentrarnos en los tipos de esquizofrenia que propuso este psiquiatra y a ver en qué se diferencian:

Esquizofrenia tipo I (positiva)

Recibe este nombre porque predominan los síntomas positivos -alucinaciones, delirios, alteraciones positivas del pensamiento (por ejemplo, desorganización) y comportamiento desorganizado-.

Por otro lado, el autor asemeja este tipo de esquizofrenia al subtipo paranoide, que encontraríamos en el DSM-IV-TR (aunque ya no en el DSM-5).

Ajuste premórbido

El ajuste premórbido del paciente es bueno. Es decir, el paciente estaba más o menos adaptado antes de la aparición de los primeros síntomas del trastorno.

Inicio, curso y pronóstico

El inicio de la esquizofrenia tipo I es agudo (vs. el inicio de la esquizofrenia tipo II, que es insidioso). Esto quiere decir que los síntomas aparecen de forma abrupta. Su curso es agudo, con brotes y remisiones. En la esquizofrenia II, en cambio, el curso es crónico y defectual.

El pronóstico de la esquizofrenia tipo I es reversible; en cambio, el de la esquizofrenia tipo II es irreversible. Esto tiene que ver, en gran parte, con la buena respuesta a los neurolépticos que presentan las personas con esquizofrenia I, y con la mala respuesta de las del tipo II.

Deterioro neuropsicológico

El deterioro neuropsicológico en este tipo de esquizofrenia es ausente. Con deterioro neuropsicológico nos referimos a posibles déficits o alteraciones en los procesos cognitivos.

Cabe decir aquí que los síntomas cognitivos (trastornos cognitivos) aparecen en ciertas personas con diagnóstico de esquizofrenia, como sugiere un estudio de Barrera et al. (2006). Según el estudio, algunos de los aspectos más afectados son: la memoria declarativa, las funciones ejecutivas y la atención sostenida.

Proceso patológico

A nivel patológico, en la esquizofrenia tipo I se producen una serie de alteraciones neuroquímicas; concretamente, según Crow, se produce un aumento de los receptores para la dopamina D2. Recordemos aquí que el neurotransmisor de la dopamina está fuertemente implicado en la esquizofrenia (concretamente, un exceso de dopamina). En el caso de la esquizofrenia tipo II, como veremos, las alteraciones que se producen son de tipo estructural.

Esquizofrenia tipo II (negativa)

El segundo de los tipos de esquizofrenia de Crow, el tipo II o negativo se asemeja al subtipo desorganizado de la esquizofrenia (DSM-IV-TR). Esto es así debido a los síntomas y características que presenta este subtipo. Así, los síntomas de la esquizofrenia tipo II son de tipo negativo e incluyen: aplanamiento afectivo, pobreza del lenguaje y pérdida del impulso.

Ajuste premórbido

A diferencia de lo que ocurría en el tipo anterior, en la esquizofrenia tipo II el ajuste premórbido es malo; es decir, el paciente ya presentaba un funcionamiento alterado antes de presentar los síntomas propios del trastorno.

Inicio, curso y pronóstico

El inicio de la esquizofrenia tipo II es insidioso (es decir, los síntomas aparecen progresivamente). El curso es crónico y defectual, y el pronóstico es irreversible. Como hemos visto antes, la respuesta a los neurolépticos en la esquizofrenia tipo II es pobre (mala).

Deterioro neuropsicológico

Aquí el deterioro neuropsicológico está presente y el individuo afectado puede presentar déficits o alteraciones en el área cognitiva; esto incluye la memoria, la atención, las funciones ejecutivas…

Proceso patológico

A nivel cerebral, se produce una alteración estructural; esto se traduce en una pérdida celular en las estructuras del lóbulo temporal y del giro parahipocámpico.

Mujer con trastorno mental

Tipos de esquizofrenia de Crow: breve radiografía

Como hemos visto, podríamos decir sobre los tipos de esquizofrenia de Crow, que la esquizofrenia tipo I es la de mejor pronóstico, ya que es reversible, y la respuesta a los neurolépticos es adecuada. En cuanto a los síntomas, los de la tipo I son positivos, y los de la tipo II, negativos.

La presentación de la tipo I es evidente y su curso agudo, a diferencia de la tipo II, donde la aparición de los síntomas es más sutil, y su curso es crónico.

A día de hoy, aunque técnicamente no se diagnostique a nadie con la etiqueta de esquizofrenia tipo I o II, sí que es cierto que la presentación del trastorno en cada persona puede asemejarse más a uno u otro tipo de los propuestos por Crow. Sin embargo, sigue pareciendo arriesgado pretender «encajar» a los pacientes en un grupo concreto: sabemos que cada persona presenta su propia idiosincrasia (y más en salud mental). 

Otras clasificaciones

Timothy Crow no fue el único autor que investigó para conseguir clasificar y agrupar los diferentes tipos de esquizofrenia; anteriores a él, encontramos al psiquiatra alemán Emil Kraepelin (1856-1926) y al psiquiatra suizo Eugen Bleuler (1857-1939).

Por su parte, Kraepelin distinguió los siguientes tipos de esquizofrenia: paranoide, catatónica y hebefrénica (desorganizada). Bleuler hizo la misma clasificación que su colega, pero además añadió una un nuevo subtipo: la esquizofrenia simple.


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  • American Psychiatric Association (2000). DSM-IV-TR. Diagnostic and statistical manual of mental disorders (4thEdition Reviewed). Washington, DC: Author.
  • Belloch, A., Sandín, B. y Ramos, F. (2010). Manual de Psicopatología. Volumen II. Madrid: McGraw-Hill.
  • Cooke, A. (2015). Comprender la psicosis y la esquizofrenia. Londres: British Society Division of Clinical Psychology.

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