Trastorno de conducta: síntomas, causas y tratamiento

El trastorno de conducta es una problemática que preocupa a muchos padres y educadores. Por suerte, puede tratarse a través de la psicoterapia y de un tratamiento farmacológico adecuado (en casos graves). ¡Descubre más sobre él!
Trastorno de conducta: síntomas, causas y tratamiento
Laura Ruiz Mitjana

Escrito y verificado por la psicóloga Laura Ruiz Mitjana.

Última actualización: 01 febrero, 2021

El trastorno de conducta es un trastorno que afecta a niños y a adolescentes, y que es más frecuente en varones que en mujeres. Concretamente, según datos del DSM-5, afecta a un 5-15 % de los niños/adolescentes y a un 2-10 % de las niñas/adolescentes. Su curso es variable, y el inicio habitual del mismo se da en torno a los 5-6 años (aunque puede aparecer mucho más tarde).

Los indicadores significativos del trastorno suelen aparecer desde la mitad de la infancia a la adolescencia, y en la mayoría de los casos es un trastorno que remite en la vida adulta. Además, sobre todo se da en núcleos urbanos. ¿Quieres conocer más sobre este trastorno? ¿Qué síntomas conlleva, por qué aparece y cómo se trata? ¡Te lo contamos!

Niño gritando con trastorno de conducta

Trastorno de conducta: ¿qué es?

En el DSM-IV-TR (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales) el trastorno de conducta se denominaba Trastorno disocial. Sin embargo, en la última versión del manual, el DSM-5, el trastorno de conducta pasa ya a denominarse así.

En este caso hablamos de un trastorno de inicio en la infancia o en la adolescencia. Se caracteriza por un patrón repetitivo y persistente de comportamiento en el que se violan los derechos básicos de otras personas o normas sociales importantes propias de la edad.

Síntomas y cuadro clínico

Para poder diagnosticar un trastorno de conducta, según el DSM-5, además del patrón de comportamiento mencionado, deben cumplirse 3 o más indicadores, durante los últimos 12 meses. De estos 3 indicadores, por lo menos 1 debe haber aparecido durante los últimos 6 meses. Estos indicadores se agrupan en cuatro categorías:

Agresión a personas o animales

Dentro de esta categoría, algunos de los síntomas (indicadores) más frecuentes que encontramos son:

  • Fanfarronea, amenaza o intimida.
  • Inicia peleas físicas.
  • Usa un arma.
  • Ha manifestado crueldad física con las personas o los animales.
  • Roba o ha robado con violencia.
  • Ha forzado sexualmente.

Destrucción de la propiedad

Los indicadores de esta categoría son dos: ha provocado incendios y ha destruido propiedades.

Fraudulencia o robo

Los síntomas de fraudulencia o robo propios del trastorno de conducta incluyen:

  • Ha violentado el hogar o el coche.
  • Miente para obtener bienes o evitar obligaciones.
  • Ha robado sin violencia.

Violaciones graves de las normas

Finalmente, en esta categoría encontramos que el niño o adolescente:

  • Permanece fuera de casa por la noche a pesar de la prohibición paterna antes de los 13 años.
  • Se ha escapado de casa por la noche al menos 2 veces.
  • Hace novillos (comienzo antes de los 13 años).

Todos estos síntomas o indicadores, para poder diagnosticarse un trastorno de conducta, interfieren en el rendimiento académico o las actividades de la vida cotidiana del sujeto.

Origen y causas

Por norma, el trastorno de conducta tiene una etiología multifactorial. Es decir, aparece por la combinación de una serie de causas o factores. Existen diferentes teorías y modelos explicativas al respecto, entre que destacan:

Modelos familiares

Sugieren la aparición de conflictos familiares, determinantes sociales (ámbito urbano, nivel socioeconómico bajo,…), estilos educativos inconsistentes, escasa afectividad, vinculación débil, psicopatología paterna… como posibles causas del trastorno de conducta.

Sociocognitivos

Establecen, en los trastornos de conducta, un deficiente nivel de desarrollo moral, deficiente capacidad de empatía, rechazo por sus iguales…

Genéticos

A través de estos modelos se le da importancia a la influencia genética. Según Rosenthal, se heredan características como la constitución física o la sensibilidad al alcohol que hace que los sujetos sean propensos a la delincuencia.

Psicofisiológicos

Desde estos modelos se propone una baja reactividad del sistema nervioso autónomo como posible variable etiológica del trastorno de conducta, así como un funcionamiento anómalo de noradrenalina y serotonina.

Temperamentales

Finalmente, los modelos temperamentales proponen, en los sujetos con trastorno de conducta, un nivel de activación crónicamente bajo, búsqueda de la novedad, baja evitación del daño, etc.

Tratamiento

En el tratamiento del trastorno de conducta incluye un abordaje farmacológico, en muchos casos, y también (y sobre todo) un abordaje psicológico.

Tratamiento farmacológico

Si el trastorno de conducta del sujeto es grave o ya se han intentado otros tratamientos, resultado estos ineficaces, muchas veces se recurre a un tratamiento farmacológico. Así, en estos casos se suelen recetar: psicoestimulantes (metilfenidato), antipsicóticos (como la risperidona, la olanzapina…) y estabilizadores del ánimo (litio).

Tratamiento psicológico

Por su parte, el tratamiento psicológico incluye, en la mayoría de los casos, un entrenamiento para padres (considerado el tratamiento de elección) y un entrenamiento de los niños y adolescentes. En el entrenamiento para padres, el objetivo será modificar las interacciones padres-hijos, especialmente más desadaptativas y punitivas.

Se trabajará para aumentar la supervisión y la vigilancia, además de para disminuir el uso de estrategias hostiles y muy severas. En el caso del entrenamiento para niños y adolescentes, la intervención también irá enfocada a aumentar las estrategias de autocontrol, a través de técnicas cognitivas como: la reestructuración cognitiva, las autoinstrucciones, la solución de problemas y las habilidades de comunicación, entre otras.

“La libertad sin educación es siempre un peligro; la educación sin libertad resulta vana”.

-John F. Kennedy-

Adolescente en terapia

El trastorno de conducta es un trastorno bastante prevalente, que preocupa a padres, madres, educadores y psicólogos. Para poder realizar un abordaje psicoterapéutico adecuado, será imprescindible conocer el entorno del sujeto, sus preocupaciones, factores que mantienen el problema, autoconcepto, autoestima, dinámicas familiares, etc.

Es decir, deberá analizarse cada caso en particular de forma profunda. Por otro lado, conocer las características del trastorno resultará esencial para entender su naturaleza y también para poder trabajar con el paciente y sus padres de forma satisfactoria.


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