5 errores que nos encarcelan
Aprender a avanzar después de cometer un error no es fácil. Puede que salgan a relucir los fantasmas del pasado o que te quedes estancado en esa situación, creyendo que no puedes evolucionar.
Esto puede convertirse en un verdadero reto cuando buscas que todo te salga bien. A continuación te hablo de los 5 errores que debes dejar de cometer.
“Es imposible ir hacia adelante y mirar hacia atrás; quien vive en el pasado no puede avanzar.”
-Ludwig Mies Van Der Rohe-
No reconocer que has perdido
Luchar por aquello que quieres y proteger lo que amas es algo normal en el ser humano. Pero hay una línea casi imperceptible entre tratar de sacar a flote una relación que tiene problemas y no dejar ir a quien ya no quiere estar contigo.
Esto no solo aplica a relaciones de pareja. Los padres que no entienden que sus hijos han crecido o los jefes que quieren mantener a un buen empleado, también tienen este problema.
Si estás peleando por mantener a alguien a tu lado, párate a pensar si esa persona es feliz. Analiza la situación y verás que a veces, es mejor dejar que avance en su vida.
Este error te hará crecer porque verás que la única persona indispensable en tu vida eres tú.
Guardar resentimiento, celos o enojo
Otro error muy común del ser humano es guardar emociones negativas contra el pasado o contra las personas de su pasado.
Si haces esto, recuerda que estas emociones no hacen nada realmente positivo. Al contrario, te quitan energía y tiempo que podrías usar para crecer.
En lugar de concentrarte en lo malo o en lo que perdiste, toma acción. Haz todo lo necesario para avanzar y llegar a donde deseas.
¿Tu jefe no te dio ese ascenso que tanto esperabas? Deja de guardarle rencor o de buscar defectos en el compañero que lo obtuvo. En lugar de esto, trabaja y prepárate más para demostrar tu valía. Quizá en el camino encuentres una mejor propuesta que no podrás ver si te sigues quejando.
No pedir perdón ni perdonarte
¿Tienes algún error en el pasado que te martiriza? Es hora de conseguir el perdón que tanto necesitas.
Si ya es tarde para disculparte con esa persona o hacer algo para reparar el daño, entonces el perdón te lo debes conceder tú mismo. Quizá sea necesario que te hagas cargo de las consecuencias de tu error. En caso de que esto ya no sea posible, puedes hacer algo para compensar lo que has hecho.
Escribe la carta que crees debiste enviar, habla con alguien sobre tus sentimientos o plásmalos en un diario. No es fácil, pero no puedes continuar toda la vida con la culpa .
No aprender de los errores del pasado
Los errores del pasado pueden ser una guía para tomar mejores decisiones en el presente. Si heriste a alguien con palabras o acciones, quizá no puedes hacer mucho por enmendar el daño. Lo que sí puedes hacer es analizar las conductas y crear un catálogo mental de ellas.
Esto te puede servir para evitar llevarlas a cabo de nuevo en el futuro. Todas las experiencias de la vida nos dan la oportunidad de crecer y mejorar. Son la mejor lección que podemos tener en la vida.
Dejar ir las oportunidades que te llegan
Miedos , dudas e inseguridades son la causa de que dejes ir oportunidades. Este es uno de los peores errores que puedes cometer.
Llevar a cabo un negocio que te podría dar millones, confesar tu amor a la persona de tu vida o saludar a un extraño son solo tres ejemplos.
Es cierto que el futuro es incierto y el negocio puede ir mal, la otra persona puede no estar enamorada de ti o el extraño puede seguir siendo un extraño. Pero las alternativas son tan buenas que vale la pena dar el paso y arriesgarse, en lugar de pensar “¿qué hubiera sido si…?”.
Cuando la oportunidad se ha ido puedes perder el tiempo pensando lo que habría pasado de haberla tomado. El problema es que no suele haber una segunda vuelta. Por ello, es mejor tomarla cuando llega y es real.
Darte la oportunidad de avanzar, perdonar y aprender del pasado es la mejor forma de ser un mejor ser humano. Los errores que te he descrito evitan que tengas una vida feliz y plena.
Hay dos preguntas que no vale la pena que te hagas: “¿Qué hubiera pasado si…?” y “¿Por qué no hice/dije…?”. En lugar de hacerlas, aprende a vivir el presente con mayor conciencia.