7 mitos de la química entre personas

¿Alguna vez has conocido a alguien con quien tenías una química increíble y luego la cosa se vino abajo tras varias desilusiones? Hay muchos mitos por aclarar sobre este tema. El siguiente artículo los explica.
7 mitos de la química entre personas
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 24 mayo, 2023

La química entre personas se vive como un mágico cóctel de contenido emocional, cognitivo y hasta neurológico. La oxitocina, la dopamina y la serotonina hacen las veces del pegamento socioemocional que conecta a nuevos amigos y potenciales parejas. De pronto, conocemos a alguien y el entendimiento es absoluto, la afinidad emocionante y las ilusiones burbujeantes.

No obstante, es posible decepcionarse en este tema. En ocasiones, quien creíamos que era «nuestra alma gemela» resulta no serlo tanto y, casi sin saber cómo, de las coincidencias pasamos a las fricciones. Lo cierto es que el tema de la química interpersonal evidencia algunos matices pertinentes de clarificar; aunque ello no quiere decir que esta realidad no se dé en muchísimos casos.

La sensación de tener química con alguien no es instantánea. A veces, necesitamos varias horas e incluso días, conversaciones profundas y anécdotas en común.

¿Qué es la química interpersonal?

La química interpersonal existe, es real y define la conexión emocional intensa que trazan dos personas al conocerse. Esa experiencia neurofisiológica puede ser la base de una relación de pareja y también de una buena amistad. Son situaciones que, con frecuencia, definimos como esa «chispa»; casi a modo de alquimia, edifican una sensación en la cual todo nos resuena y es significativo.

Como curiosidad, cabe señalar que fue Johann Wolfgang von Goethe quien abordó este tema de una manera más o menos científica en su libro Elective Affinities (1809). Si bien el asunto despierta siempre un gran interés entre la población, desde un punto de vista psicológico es un terreno algo descuidado en materia de estudios.

Fue en el 2022 cuando una investigación publicada en la revista Perspectives on Psychological Science aportó unas bases más sólidas para comprender este tejido que conforma la química interpersonal. A continuación, las detallamos.



Características de la química relacional

Los autores del anterior trabajo (Reis, Regan y Lyubomirsky) destacan que la química interpersonal se vive como la suma de muchas sensaciones. Es lo que se ve, lo que se hace y lo que se siente. Es una sutil, pero intensa combinación donde lo emocional, lo actitudinal y lo conductual se vuelve gratificante y representativo.

  • Hay una disposición genuina por conocer aspectos profundos del otro.
  • Los intereses confluyen, al igual que los valores y perspectivas vitales.
  • Quienes integran la relación viven ese vínculo como algo «muy especial».
  • Los momentos de conexión deben acumularse para que la química sea duradera.
  • Esta experiencia requiere coordinación. Es decir, las personas combinan unas mismas metas, esfuerzos y apoyos mutuos.
  • La química interpersonal se construye no solo con conversaciones; hay una sincronía en las miradas, gestos y movimientos.
  • Para ser auténtica, la química necesita presencialidad. Una relación online, en la cual las personas aún no se ven, no proyecta una auténtica conexión.
  • La confianza es la percepción que aparece en primer lugar en este tipo de vínculos. Casi de forma inmediata uno experimenta que la otra persona es alguien con quien abrirse en lo emocional sin ser traicionado.
  • Es importante destacar que la auténtica química demanda de varias interacciones y momentos compartidos, para que sea significativa y duradera. El primer encuentro no es predictivo de que una relación funcione.
  • Trabajos como los realizados en la Universidad de California resaltan que, al menos en la química de la amistad, los factores de personalidad son importantes. Los individuos más abiertos, concienzudos y con un carácter agradable son quienes más experimentan esta sensación.

La auténtica química necesita presencialidad, apertura por parte de sus integrantes y varios instantes compartidos.

Mitos de la química entre personas

La química interpersonal integra múltiples dimensiones psicológicas, sociales y hasta neurológicas. En este proceso entran en acción desde las neuronas espejo hasta esa explosión química de neurotransmisores como la oxitocina o la serotonina. Ahora bien, si hay algo que necesita el ser humano es afianzar relaciones de calidad y, en ocasiones, este tema alberga mitos.

Construir relaciones saludables impacta en la salud física y psicológica, tal y como señala un trabajo publicado en The American Psychologist . Por ello, es relevante destacar algunas falsas creencias asociadas a esta química. Solo así se evitan equívocos y desilusiones. Enseguida, detalla cuáles son dichas creencias.

1. La química entre dos personas es inmediata

Es común que, al conocer a alguien nuevo, tan pronto como se pueda le enviemos un mensaje a un amigo/a para decir aquello de: «¡He conocido a una persona y nuestra química es increíble!». Pero como se indicó con anterioridad, la química no siempre es inmediata ni predictora de una relación de ensueño.

Experimentar afinidad con alguien es posible, aunque la auténtica conexión exige tiempo, así como varios momentos y experiencias compartidas.

Es más, la química interpersonal puede evolucionar con el tiempo entre dos personas. La madurez, las vivencias y los desafíos también influyen en la construcción de estos lazos socioafectivos.

2. Las primeras impresiones nunca fallan

¿Cuántas veces nos dejamos llevar por una primera impresión y erramos de pleno? La química entre personas parte a menudo de esas impresiones que resultan en un primer encuentro. Uno asume que su percepción nunca falla y que esa sensación de conexión absoluta es auténtica. Pero cuidado.

Los flechazos a primera vista en el amor o las sintonías mágicas en el primer encuentro en la amistad quizás traigan decepciones; los sesgos emocionales y cognitivos también ocasionan malas pasadas.

3. La química interpersonal sucede muy pocas veces

La química interpersonal no es magia ni una experiencia mística que se viva una sola vez. Somos seres sociales que se vinculan y, por tanto, este tipo de relaciones se dan con frecuencia. Asimismo, las personalidades con más apertura social y emocional las vivirán en mayor grado.

4. La conexión y afinidad con alguien es constante

Una relación de pareja o de amistad no es un viaje de armonía y perfección absoluta. Tener química con alguien no significa que nunca habrá desacuerdos o diferencias. Es más, si hay algo reiterativo en el mundo de las relaciones humanas son los conflictos, acota un trabajo desarrollado en la Universidad Tecnológica de Dalian. La clave está en saber manejar estas situaciones.

La química interpersonal es subjetiva y no todos la viven de igual manera.

5. La química siempre parte de la atracción física y la sexualidad

En absoluto. Entre los mitos más comunes relativos a la química personal pervive la idea de que esta experiencia es básicamente sexual. Muchos asumen que esa sintonía y afinidad parte de mecanismos de atracción física, pero no es cierto.

La amistad también se construye a partir de esos algoritmos psicobiológicos en los cuales la confianza, la correspondencia y la conjunción de gustos y valores edifican una buena química interpersonal.

6. Es recíproca, las dos personas la sienten a la vez

Esta idea tampoco es cierta. A veces, la química es unidireccional y solo una de las partes la experimenta. Esto se aprecia, sobre todo, entre quienes suelen tener citas mediante las clásicas aplicaciones para estos fines.

Tras ese primer encuentro, muchos vuelven a casa pensando que la sintonía es absoluta. Sin embargo, la otra persona no se conecta otra vez y se esfuma mediante el clásico ghosting. Triste, pero recurrente.

7. La química interpersonal es suficiente para superar todos los problemas

Nos encantaría que la química fuera inoxidable, una fórmula capaz de garantizar que, juntos, afrontaremos todo desafío grande o pequeño. Pero nada asegura que esa relación de amistad o de pareja sea la idónea para abordar cualquier problema que venga a corto y largo plazo.

Los vínculos saludables necesitan de muchas variables para funcionar. Y no, no basta con la simple química; se necesita una buena comunicación, respeto, reciprocidad, cuidado mutuo, etc.



La química entre personas se promueve

Para finalizar, pocas áreas resultan más fascinantes que el campo de la vinculación humana y la construcción de esos lazos que tanta felicidad nos ofrecen. La química entre las personas es real, pero también hay que promoverla.

Una actitud abierta y ser capaces de confiar en los demás, permitirá tener muchas experiencias de este tipo. Vale la pena intentarlo.


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