7 señales de que eres adicto al estrés

El estrés puede ser adictivo. Se evidencia en esas personas que no saben descansar, necesitan estar siempre ocupadas y sintiendo el «subidón de la adrenalina». Descubre toda la información en el siguiente artículo.
7 señales de que eres adicto al estrés
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 29 mayo, 2023

Al hablar de las adicciones todos visualizamos de inmediato la dependencia a ciertas sustancias o a comportamientos como las compras, el sexo o las redes sociales. Sin embargo, llama la atención que haya alguien adicto al estrés. En efecto, estas personas existen y necesitan tener un nivel de adrenalina y cortisol elevado y constante.

Ejemplo de ello son quienes no logran desconectar del trabajo y tener una vida más allá de la esfera laboral. Aunque esta característica no defina ninguna condición clínica descrita en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-V), estamos ante un fenómeno psicológico cada vez más frecuente. Conoce todas las características en el siguiente artículo.

Es posible que las personas más perfeccionistas deriven en estados de estrés de los que no pueden salir y que los retroalimentan.

Adicción al estrés: en qué consiste

El estrés es un mecanismo natural de nuestro cerebro que nos permite poner en marcha conductas para afrontar los desafíos, resolver problemas y manejar amenazas puntuales. Gracias a esta respuesta psicofisiológica sobrevivimos como especie. Ahora bien, el estrés deja de ser saludable y beneficioso en el momento en que se convierte en algo habitual.

Trabajos como los publicados en Cellular and Molecular Neurobiology nos informan que cuando la respuesta al estrés es excesiva o prolongada, hay un riesgo de sufrir una amplia variedad de trastornos clínicos. No es algo saludable. De hecho, en los últimos años, en el ámbito de la consulta psicológica son frecuentes un tipo de casos particulares: personas adictas a este mismo mecanismo.

La adicción al estrés define a quien demuestra un patrón constante por involucrarse en actividades que les generen una sobreactivación del sistema nervioso simpático. De pronto, el cerebro de estos hombres y mujeres se habitúa a una liberación persistente y elevada de adrenalina, de epinefrina y cortisol, reforzando así sus sistemas de recompensa neuronales.

Tal y como indica un artículo en Advances in Psychosomatic Medicinees de este modo como se consolidan las adicciones: a través de ese «subidón» propiciado bien por sustancias externas o por las propias hormonas y neurotransmisores a causa de una conducta.



Señales de que eres adicto al estrés

La adicción al estrés no es saludable y conduce a comportamientos autodestructivos y muy peligrosos. Pensemos que son individuos con una elevada necesidad de llevar al límite su cuerpo y su mente. Si no alcanzan un estado en el que su nivel de cortisol esté al máximo, no se sienten bien. ¿Cuáles son las características asociadas a este patrón? Ahora las describimos.

1. Baja tolerancia a la inactividad

Si hay una característica que define a las personas con este perfil es su incapacidad para descansar. Asumen que el simple hecho de no hacer nada, de disfrutar del ocio y relajar el cuerpo es sinónimo de incompetencia y baja productividad. Sus mentes están tan habituadas a la multitarea, la preocupación y la actividad persistente que no toleran algo tan necesario como la inactividad.

2. Perfeccionismo extremo

Para un adicto al estrés no basta con hacer las tareas bien; hay que alcanzar la excelencia. Lo problemático es que nunca concretan los objetivos imposibles que ellos mismos se marcan. Esa obsesión por lograr unos estándares de producción y eficacia tan elevados, los aboca a la frustración y a la sensación constante de fracaso. Son situaciones muy autodestructivas.

3. Alta competitividad

Si eres adicto al estrés es probable que te definas como una persona altamente competitiva. Este rasgo que, de por sí, puede traernos grandes logros, en ocasiones nos hace caer en estados de elevada ansiedad. Siempre hay algo o alguien con quien desafiarnos y en el horizonte aparece un objetivo a conquistar para demostrar las propias valías y competencias.

Casi sin darnos cuenta, los niveles de adrenalina y cortisol están activándonos de modo constante, impulsándonos a escalar nuevas cimas y a demostrar a los demás lo que somos capaces de lograr. No es saludable mantener este estilo de vida durante mucho tiempo.

4. Adicción al trabajo

¿Has oído el término workaholic? Define a las personas adictas al trabajo. Son perfiles que viven para trabajar porque es así como construyen su autoimagen y entienden su existencia. La adicción al estrés cursa con frecuencia con esa necesidad por estar todo el tiempo en el entorno laboral, descuidando así el resto de ámbitos vitales.

5. Conductas de riesgo

Las conductas de riesgo se traducen en esas acciones que aportan, solo durante un momento, altas dosis de adrenalina a nuestro organismo. Comportamientos como conducir rápido, ingerir drogas o alcohol, son otras características asociadas a la adicción al estrés. Con ellas, se busca sentir esos «subidones» neuroquímicos que aportan un fugaz bienestar.

6. Ataques de pánico

El estrés crónico que no se regula y que domina a la persona es comórbido con otras condiciones clínicas como los ataques de pánico. El cerebro y el cuerpo están atrapados en un estado de elevada tensión y contención emocional. Son estados gran desgaste psicofísico.

7. Sintomatología somática de gran impacto

Lo que no gestionamos y regulamos de forma adecuada lo acabamos somatizando. Es decir, el estrés persistente termina manifestándose en un amplio espectro de síntomas físicos y problemas de salud como los siguientes:

  • Mareos.
  • Cefaleas.
  • Insomnio.
  • Agotamiento.
  • Dolor muscular.
  • Taquicardias.
  • Malestar digestivo.
  • Sistema inmunitario debilitado.

La adicción al estrés afecta de manera directa a la salud física y también mental. De hecho, es común que estos pacientes caigan en algún otro tipo de adicción.

Consecuencias de la adicción al estrés

El estrés puntual y limitado en el tiempo es útil y beneficioso. Sin embargo, cuando esta respuesta se cronifica hasta el punto de transformarse en un mecanismo adictivo, las consecuencias son preocupantes. Si bien la comunidad científica opina que es problemático considerar el estrés como una sustancia adictiva, sí asume la aparición de esta conducta y de su consecuente riesgo.

Investigaciones como la compartida en EXCLI Journalinciden en que estas situaciones provocan desde simples alteraciones en la homeostasis hasta efectos que amenazan la propia vida. Descubramos qué le puede suceder a un adicto al estrés.

Problemas de salud

La adicción al estrés mantenida a lo largo de meses y años deja secuelas, perjudica la salud y ocasiona alteraciones como las que ahora veremos:

  • Cefaleas.
  • Insomnio.
  • Hipertensión.
  • Dolores musculares.
  • Problemas de memoria.
  • Problemas cardíacos.
  • Envejecimiento prematuro.
  • Alteraciones en la alimentación.
  • Alteraciones digestivas e intestinales.
  • Riesgo de infartos cerebrovasculares.
  • Debilitamiento del sistema inmunitario.

Problemas psicológicos

La adicción al estrés es la llave para el desarrollo de problemas de salud mental. Tengamos en cuenta que, tal y como nos indican en The Journal of Neuropsychiatry and Clinical Neurosciences , el estrés crónico sustenta las bases neurobiológicas de la depresión.

La liberación continuada de corticotropina y cortisol tiene un serio efecto sobre el cerebro, elevando así este riesgo. Pero no es el único. A continuación, mira qué cuadros clínicos pueden aparecer:

Las personas adictas al trabajo, con síndrome del impostor o más competitivas corren un mayor riesgo de desarrollar adicción al estrés.



¿Cómo superar esta adicción?

El adicto al estrés tiene una mayor necesidad de participar en actividades para demostrarse a sí mismo su competencia. También, para mejorar su autoimagen; esto traza una serie de perfiles fáciles de reconocer: adictos al trabajo, personas muy competitivas y personas con el síndrome del impostor.

Si lo analizamos bien, es posible que muchos nos veamos identificados. A veces, necesitamos estar trabajando 24/7 para demostrar nuestra valía. Descansar y no hacer nada, es como un pecado mortal, como algo que no podemos permitirnos porque asumimos que no hacer nada es de débiles e incompetentes.

El primer paso para iniciar tu mejoría, si eres adicto al estrés, es hablar sobre lo que ocurre con tus seres cercanos. El apoyo social es clave y permitirá tomar conciencia de que necesitas un cambio. Además, anota las siguientes recomendaciones:

  • Mejora tu autoconcepto y autoestima.
  • Aprende técnicas para regular el estrés.
  • Haz deporte o actividades que obliguen a moverte.
  • Encuentra nuevas aficiones más allá del trabajo.
  • Introduce técnicas de respiración, relajación y meditación.
  • Reformula tus horarios. Debes establecer tiempo de trabajo, de ocio y de descanso.
  • Practica el autocuidado. Es necesario que vuelvas a sentir placer al cuidarte y dedicarte tiempo.
  • Busca grupos de apoyo. Hay personas que han pasado por lo mismo que tú y pueden ayudarte.
  • Favorece tus hábitos de vida. Cuida tu alimentación, deja el tabaco o esas conductas que son dañinas.
  • Aléjate de los entornos y las personas que incrementan tu necesidad de estar siempre ocupado. Si es necesario, cambia de trabajo.
  • Aprende a descansar. Para ello debes reformular tus pensamientos y creencias, con el fin de entender que «descansar no es perder el tiempo, descansar es salud».

¿Qué terapia ayuda para salir de la adicción al estrés?

Por último, y no menos importante, no dudes en buscar ayuda especializada. La terapia cognitivo-conductual sirve para vencer la adicción al estrés. Con ella desarrollarás patrones mentales más saludables y te involucrarás en conductas satisfactorias.

No dudes en promover ese cambio que te hace falta. Tómate el tiempo necesario para descansar y cuidarte, tu cuerpo y tu mente lo agradecerán.


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