El desgaste de la pareja: 5 factores

En la relación de pareja pueden aparecer factores sordos -que no causan un gran daño-, que al acumularse o mantenerse en el tiempo, pueden precipitar el fin de la relación.
El desgaste de la pareja: 5 factores
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 04 abril, 2021

El desgaste de la pareja es un proceso inevitable, pero no irreversible. Hay factores que lo promueven, lo aceleran o hacen más profundas las grietas. Así mismo, hay otros que lo debilitan, lo ralentizan y lo diluyen. Todos los días se propicia o se evita ese deterioro natural de las relaciones.

Los factores que llevan al desgaste de la pareja tienen que ver con conductas y actitudes que generan conflicto  o presión. No suelen ser conductas que se puedan catalogar como disfuncionales o nocivas en un sentido estricto, pero sí tienen la fuerza necesaria para producir una erosión que interaccione con otras variables.

Así pues, el desgaste de la pareja es fruto de elementos que actúan como gotas que liman la piedra o terminan por desbordar la copa. El riesgo está en que pasan desapercibidos, pero no por ello carecen de fuerza. Los factores con más protagonismo en este proceso son los siguientes.

El problema es que crees que tienes tiempo”.

-Buda-

Pareja enfadada

1. Celos y desgaste de la pareja

Los celos son un sentimiento que en una dosis muy pequeña pueden ser, incluso, bienvenido. En principio, demuestran que hay temor de perder el amor de la otra persona y que existe interés en mantenerlo. Por lo tanto, y sobre todo al inicio de la relación, los celos pueden interpretarse como la corroboración de que le importamos al otro.

Esto resulta engañoso, ya que quien es celoso advierte que el otro no reacciona con rechazo a ese sentimiento. Sin embargo, con el correr del tiempo esa inseguridad  teñida de desconfianza puede derivar en una actitud muy molesta para quien es objeto de ella. Igual ocurre si los celos son desmedidos y agresivos. No es conveniente alimentarlos.

2. Miedo a la ruptura

El miedo a la ruptura se parece a los celos, pero no es igual. Ese temor desata una serie de conductas como apegos extremos , irrespeto al espacio individual del otro y dependencia muy marcada. Todo ello contribuye al desgaste de la pareja.

Vivir con miedo es algo que rompe el equilibrio  de cualquiera. Quien lo padece no encuentra un momento de paz y se ve sobre exigido en todo momento: tiene que “cuidar” eso que valora tanto. Su pareja comienza a sentirse asfixiada o demandada en extremo y esto también supone un fuerte gasto emocional.

3. Convivencia

Una mala dinámica de convivencia mata a la pareja: los gestos, los detalles, el tiempo de calidad compartido… Es normal porque el ser humano también necesita cambios para que su interés se renueve. Si vivir con otro genera una rutina muy repetitiva, es más fácil que comience una espiral de desgaste.

El conflicto cotidiano es común, que aparezca en cada interacción no lo es. Si los dos no están de acuerdo en la forma de sobrellevar la rutina doméstica y existen puntos sobre los que no terminan de alcanzar acuerdos -ya sea implícitos o explícitos-, es posible que el amor y el interés comiencen a diluirse. Después de decirle 800 veces al otro que se limpie los pies en el tapete de la entrada, sin encontrar escucha, hay agotamiento. Detalles pequeños provocan grandes inconformidades.

4. Impuntualidad

A lo que se hace referencia aquí es a la impuntualidad como tal, pero también, en general, a la gestión del tiempo. En pareja es importante sincronizar los relojes, que las dinámicas de uno no lastren las del otro. Esto incluye, en primera instancia, cumplir con los compromisos que impliquen una hora específica. Si van a salir a cine a las 8 de la noche, que sea a las 8 de la noche.

Aquí también se incluye el manejo del tiempo en las actividades cotidianas. Una persona que demora 45 minutos duchándose, mientras la otra mira el reloj con impaciencia, desgasta. O alguien que solo lava los trastes dos días después de utilizados porque antes no tiene tiempo. Nuevamente son pequeños problemas los que generan un gran lastre.

Pareja discutiendo

5. Dificultad para conciliar

Las discusiones son otro de esos factores que llevan al desgaste de pareja. A veces se les da una connotación pasional, sobre todo al comienzo, y llegan a ser incluso bien toleradas por la pareja en momentos en que la relación se caracteriza por el ardor.

Con el paso de los días, y sobre todo de los años, ya no son un elemento deseable. El tiempo hace que se valore mucho más la capacidad para conciliar y la búsqueda mutua de armonía. La renuencia a dar la razón al otro o a ceder, muchas veces en asuntos muy pequeños, hacen que la relación se deteriore.

Los factores que contribuyen al desgaste de pareja son situaciones que se pueden manejar de otro modo si hay interés en preservar el vínculo. Los acuerdos son un elemento fundamental para que la pareja avance y el lazo se haga más fuerte.


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  • Aguilar, C. E. V., & Paladinez, J. L. J. (2020). Desgaste emocional en la convivencia afectiva de pareja. ACADEMO Revista de Investigación en Ciencias Sociales y Humanidades, 7(1), 58-66.

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