El mutismo selectivo: síntomas y tratamiento

El mutismo selectivo es un trastorno de ansiedad infantil muy complejo caracterizado por la incapacidad de un niño para hablar y comunicarse de manera efectiva en entornos sociales determinados, como la escuela.
El mutismo selectivo: síntomas y tratamiento
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Sonia Budner

Última actualización: 25 abril, 2019

Hoy hablamos de un trastorno infantil bastante complejo que se caracteriza por la incapacidad del niño para comunicarse de forma efectiva en determinados entornos sociales. Son niños que pueden hablar en los entornos donde se sienten cómodos, pero tienen muchas dificultades en iniciar cualquier tipo de comunicación verbal y no verbal en otros ambientes.

En realidad, es un trastorno de ansiedad infantil -luego, en la base está la ansiedad- donde el entorno social juega un papel modulador. Relacionarse con los demás en ambientes en los que no se sientan seguros, como en un principio puede ser la escuela, puede resultarles abrumador. Así, muchos terminan desplegando un mutismo selectivo al entono que puede ser total o parcial, dependiendo del niño.

A diferencia del mutismo traumático, donde el niño pierde por completo el habla después de haber vivido algún evento traumático, los niños con mutismo selectivo no pierden completamente el habla. Estos últimos pueden hablar y socializar en algunos ambientes y con algunas personas. Su mutismo es un medio para evitar la ansiedad social.

Niño con mutismo selectivo

¿Cómo se desarrolla?

En un porcentaje elevado, en los niños que padecen mutismo selectivo parece haber una predisposición genética a sufrir ansiedad. Son niños que presentan signos de ansiedad severa y timidez extrema desde muy pequeños.

Las estadísticas también muestran que un elevado número de ellos tienen un temperamento que favorecen esta posición tan conservadora, y en muchos casos incapacitante. Algunas hipótesis apuntan a que los niños tan inhibidos parecen tener un umbral bajo de excitabilidad de la amígdala. Esto produciría que interpretaran eventos o circunstancias como señales de peligro potencial, cuando no lo serían.

Solo el 20-30 % de ellos presentan alguna anomalía sutil del habla, del lenguaje o de aprendizaje. En estos casos el estrés adicional hace que el niño se sienta mucho más ansioso cuando existan circunstancias donde deban comunicarse.

Hay una proporción pequeña de estos niños con temperamento inhibido que proceden de familias bilingües o que han pasado tiempo en un país extranjero y por lo tanto expuestos a otro idioma durante su desarrollo del lenguaje (entre los 2-4 años)

El comportamiento del un niño con mutismo selectivo

Es importante saber que un niño que padece mutismo selectivo tiene una actitud comunicativa normal en ambientes en los que se siente cómodos. Los padres de estos niños a menudo comentan lo parlanchines, divertidos, curiosos e incluso tercos que resultan cuando están en casa.

Síntomas del mutismo selectivo

Casi todos los síntomas de un niño que padece mutismo selectivo pueden atribuirse a la ansiedad. Algunas de ellas son:

  • Inhibición temperamental: comportamiento tímido y extremadamente cauteloso en situaciones nuevas o desconocidas. A menudo son también inflexibles, malhumorados y dominantes en el hogar. Estos niños tienen necesidad de control y orden interno.
  • Ansiedad social: más del 90% de los niños que padecen mutismo selectivo presentan un alto nivel de ansiedad social, a pesar de contar con habilidades sociales apropiadas para su edad, aunque simplemente no las ponen en juego.
  • Diversos síntomas físicos: además del mutismo, estos niños presentan de manera recurrente dolores de estómago, náuseas, vómitos, dolores de cabeza y articulaciones, falta de aliento, diarrea y nerviosismo.
  • Es bastante común que estos niños, en las situaciones sociales que les abruman, muestren una expresión facial neutra y que no sonrían. Incluso su lenguaje no verbal se vuelve rígido, evitan el contacto visual y parecen más interesados en jugar solos. Algunos pueden mostrar estos síntomas en presencia del grupo de niños o del maestro, pero pueden interactuar de manera normal con solo algunos de ellos.
  • También pueden presentar problemas con la ingesta de comida, con el intestino y la vejiga. Sensibilidad a las luces muy brillantes o los sonidos muy fuertes.
  • Pueden presentar dificultades con las sensaciones del tacto. Etiqueta de la ropa, ser tocado por otros o que les cepille el pelo. Son niños con los sentidos muy intensificados, muy perceptivos y sensibles.
  • Dentro del aula, tienden a asilarse de los demás. Tienen dificultad para seguir una serie de instrucciones, se distraen con facilidad. A pesar de ello, muchos niños con mutismo selectivo soy muy inteligentes y se enfocan en sus estudios como forma de evadirse de la interacción social
  • Puede aparecer ansiedad comórbida: ansiedad por separación, trastorno obsesivo compulsivo TOC, tricotilomanía (extracción del cabello), fobias específicas y trastornos de pánico.
Niño con miedo abrazando a su madre

¿Cómo se trata el mutismo selectivo?

Las terapias de intervención en niños que sufren mutismo selectivo están enfocadas a pasar de la comunicación no verbal a la verbal. El principal objetivo es reducir la ansiedad, aumentar la autoestima y desarrollar habilidades sociales y de comunicación. Existen varios enfoques desde los que se puede plantear una intervención:

  • Terapia conductual: busca, con el refuerzo positivo, superponer las sensaciones o expectativas positivas a la ansiedad, bloqueando de manera indirecta la respuesta de evitación (el mutismo).
  • Terapias de juego: psicoterapia y otros enfoques psicológicos que ayuden a eliminar la presión para verbalizar y ayudan al niño a relajarse.
  • Terapia cognitiva conductual: se interviene sobre aquellos pensamientos que producen la ansiedad. Se entiende que reduciendo el nivel de ansiedad que siente el pequeño, este tenderá, de manera natural, a ser más comunicativo.

En cualquier caso, sea un marco teórico u otro el que respalde la intervención, la solución no pasa por obligara a hablar al niño. Más bien se trata de trasladar esa sensación de seguridad que le capacita en determinados ambientes a aquellos en los que no tiene un grado tan alto de conocimiento o control, de manera que se reduzca la ansiedad.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Muris, P., Hendriks, E., & Bot, S. (2015). Children of Few Words: Relations Among Selective Mutism, Behavioral Inhibition, and (Social) Anxiety Symptoms in 3- to 6-Year-Olds. Child psychiatry and human development, 47(1), 94–101. doi:10.1007/s10578-015-0547-x
  • Klein, E. R., Armstrong, S. L., Skira, K., & Gordon, J. (2017). Social Communication Anxiety Treatment (S-CAT) for children and families with selective mutism: A pilot study. Clinical Child Psychology and Psychiatry, 22(1), 90–108. https://doi.org/10.1177/1359104516633497
  • Shipon-Blum, Elisa. What is selective mutism? Selective Mutism – A Comprehensive Overview. Selective Mutism, Anxiety & Related Disorders Treatment Center´s blog. Recuperado de https://selectivemutismcenter.org/whatisselectivemutism/

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.