¿Cómo enfrentar la envidia en la oficina?

¿Está la envidia presente en tu trabajo? ¿Sientes la mirada de desprecio de tus compañeros cada vez que tienes éxito? En el siguiente artículo, te ofrecemos datos para afrontar mejor este tipo de situaciones incómodas.
¿Cómo enfrentar la envidia en la oficina?
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 05 agosto, 2023

Enfrentar la envidia en la oficina es un desafío para el que no siempre se está preparado. Conocida como el «monstruo de los ojos verdes», habita con mayor frecuencia en los escenarios laborales. Es aquí donde sitúa su mirada en ti cada vez que haces bien tu trabajo y se te ocurre destacar. De hecho, si hay algo que detesta, es que tengas éxito y logres más objetivos que él.

Lo cierto es que quienes dan rienda suelta a esta emoción crean ambientes tan hostiles como amenazantes. Por ello, si ahora mismo vives esta realidad, debemos decirte en primer lugar que tu malestar es comprensible. Lo segundo, es que hay mecanismos para manejar de forma efectiva tales dinámicas desagradables. A continuación, describimos unas claves muy básicas.

«Quizá no haya ningún fenómeno que contenga tanto sentimiento destructivo como la indignación moral, que permite que la envidia o el odio se manifiesten bajo el disfraz de la virtud».

~ Erich Fromm (El miedo a la libertad) ~

6 estrategias para enfrentar la envidia en la oficina

La envidia es una emoción recurrente en el repertorio psicológico y conductual del ser humano. Nace de la comparación social y la sensación de carencia. La persona se fija en los demás y toma conciencia de lo que no tiene y, en lugar de trabajar en su propio desarrollo, desprecia a quien brilla más por sus valías o características.

Cabe señalar que la ciencia se interesa bastante por comprender la forma en que esta emoción impacta en el trabajo. Así, desde la revista Annual Review of Organizational Psychology and Organizational Behavior se destaca algo interesante. Se trata de una emoción dolorosa que surge cuando alguien desea las cualidades, logros y posesiones de los demás.

Ante ello, saber enfrentar la envidia en la oficina es esencial para salvaguardar tu salud mental. Enseguida, planteamos una serie de herramientas.



1. Mantente humilde y practica la templanza

Lo último que debe suceder es que las circunstancias externas alteren la persona que eres. Mantén tu esencia, tus principios y una actitud serena que elige no ser beligerante. Es cierto que las miradas en tu espalda, las muecas de desprecio, inclusive los cuchicheos estresan y, en ocasiones, son una carga mental.

Sin embargo, reaccionar de forma hostil hacia quienes proyectan la envidia sobre ti solo empeorará la situación. Por tanto, no dudes en mostrar siempre una adecuada templanza, humildad y autocontrol. Estas tres actitudes serán tus mayores fortalezas para sobrevivir en el día a día.

2. La técnica de la «piedra gris»

A la hora de enfrentar la envidia en la oficina te será útil aplicar una técnica que se usa con los narcisistas. Puede que ahora mismo te preguntes qué tiene que ver este perfil con dicha emoción. Lo cierto es que, tal y como matizan en un artículo publicado en Journal of Personality, el presente constructo es muy común en personas con vulnerabilidad narcisista.

Por tanto, si hay algún compañero que demuestra una actitud dominada por la conducta envidiosa, puedes practicar la estrategia de la «piedra gris». Consiste en mantener una firme neutralidad para que estas figuras terminen perdiendo el interés en ti. Toma nota de los siguientes pasos:

  • Mantente fuerte en la indiferencia y no antagonices.
  • Demuéstrales que no tienen ningún poder sobre ti.
  • Pon límites y déjales claro qué fronteras no deben traspasar.
  • Hazles ver que su envidia no afecta a tu forma de ser y rendimiento.
  • Sostén con estas personas interacciones breves, puntuales y asertivas.
  • No te focalices en esa mirada que te observa y te juzga. Céntrate en tu trabajo.

3. Sé colaborativo y celebra los éxitos de los demás

Las personas que envidian a los demás presentan, por lo general, una baja autoestima. Cada vez que se comparan con su entorno solo ven desventajas, carencias y defectos propios. Esto, además de intensificar su malestar, se traduce en un incómodo desafecto hacia quienes les rodean. Se trata de una característica muy frecuente.

Un estudio compartido en Personality and Individual Differences confirma la misma relación. Por ello, una respuesta que puede ser beneficiosa para todos es validar un poco más a esos compañeros de trabajo envidiosos. Con tal objetivo, no dudes en mostrarte colaborativo y celebrar siempre los éxitos ajenos y, en especial, los de estas figuras.

Es muy común ver a quien destaca por sus habilidades o competencias como una amenaza. Esto provoca que dichas personas se sientan algo desplazadas. Los líderes y gerentes deben crear escenarios más colaborativos, para dejar de ver al empleado brillante con envidia, sino como un referente en el que todos se pueden apoyar.

4. Si el problema escala, habla con tu jefe

Lo sabemos, no siempre es sencillo tener una buena relación con quien te observa con desprecio, desdén y anhela tus logros. De hecho, la situación puede escalar y crearse un clima de trabajo estresante en el que no es fácil desenvolverse. Son experiencias adversas que afectan tu rendimiento y la salud mental.

Te interesará saber que, tal y como señalan en un artículo divulgado en International Journal of Environmental Research and Public Health, el buen liderazgo en una empresa es capaz de moderar la conducta envidiosa y su efecto contraproducente. Por ello, no dudes en acudir a recursos humanos o dirección para describir lo que sucede.

Los líderes o gerentes tienen la obligación de abordar estos escenarios. Asimismo, la cultura organizacional siempre puede desarrollar climas más colaborativos en los cuales no ver a quien es más competente como una amenaza, sino como una ayuda estimulante.

5. Apóyate en los buenos compañeros

Para enfrentar la envidia en la oficina, apóyate en esos compañeros que son aliados y te permiten ver la situación en perspectiva. En cualquier trabajo siempre encuentras personas con las que conectas más y que saben ser refugio en momentos difíciles. Comparte con ellas tus sentimientos y experiencias.

Seguro que estas figuras ayudan a relativizar las cosas y hasta verlas con sentido del humor. Los envidiosos son esas presencias tristes en todo plano laboral que, lejos de invertir en su propio desarrollo, detestan los triunfos ajenos.

6. Mantén el enfoque en tu crecimiento personal

No pongas tu mirada en exclusiva en quien te envida, sitúala en lo que de verdad importa: tu desarrollo profesional y personal. Cuando alguien es competente, creativo y destaca por lo que es, siempre habrá ciertas presencias que lo envidien. Eres como ese clavo que sobresale y que algunos buscan golpear para que se iguale con los demás.

Para manejar de forma óptima estas situaciones estresantes, presta atención a estas claves psicológicas:

  • Autocuidado: procura separar la vida laboral de la personal. Una vez salgas de tu trabajo, céntrate en prácticas que sean gratificantes y te hagan sentir bien.
  • Enfoque resiliente: las adversidades, como las personas difíciles, son variables que siempre te encontrarás en el viaje de la vida. Adáptate y procura aprender de tales experiencias.
  • Autoconocimiento: clarifica y potencia tus fortalezas. Eres una persona muy válida que, además de buenas habilidades para su trabajo, dispone de otras virtudes que debes reconocer y apreciar.
  • Gestión emocional: acepta tus emociones y procura regularlas. Es normal sentir enfado y frustración por ser víctima de las envidias. No obstante, no dudes en canalizar esas emociones mediante alguna actividad, como el deporte, el arte, etc.


La envida y el coste de destacar

Enfrentar la envida en la oficina es algo que aprendes con el tiempo. Es más, ya sabes que esta dimensión es una inquilina frecuente en buena parte de los escenarios sociales. Aparece en el trabajo, en las escuelas y hasta en tu grupo de amigos. Siempre habrá alguien a quien le moleste que destaques y que, de vez en cuando, brilles un poquito más que el resto.

El problema no está en ti, es obvio, está en quien no se aprecia, en la mente de los que no cuidan su autoestima y les incomoda que otros conquisten cimas más altas. No dejes que estas presencias te limiten u obstaculicen tu desarrollo profesional. A veces, hay que aprender a florecer hasta en los entornos más adversos. Con las estrategias adecuadas lo consigues.


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