¿Eructos continuos por ansiedad? Causas y cómo solucionarlo
¿Alguna vez te has preguntado si las emociones serían las responsables de tus problemas gastrointestinales? La relación entre la salud mental y el bienestar físico es más estrecha de lo que solemos pensar. Prueba de ello es el vínculo entre la ansiedad y los eructos continuos.
En particular, estar ansiosos es como sentir un terremoto en nuestro cuerpo. Desencadena una serie de cambios y movimientos, desde el corazón latiendo más rápido hasta una mente llena de pensamientos inquietos. Además, es posible que surjan síntomas inesperados como los gases. Veamos a qué se debe.
¿Por qué cuándo siento nervios eructo mucho?
«Tengo muchos gases y ruidos estomacales». ¿Puede ser ansiedad? En consulta psicológica, recibo muchas personas con malestares gastrointestinales que no se atribuyen a causas médicas.
Gases en el estómago, náuseas, diarrea y estreñimiento… Los problemas digestivos tienen una relación directa con nuestro estado emocional. De hecho, es común referirse al intestino —o estómago— como el «segundo cerebro».
Hay evidencia que sugiere una correlación entre los eructos continuos y los niveles de ansiedad. Estar estresados y nerviosos afecta el sistema digestivo de varias maneras, lo que puede conducir a la acumulación de gases y síntomas como eructos, flatulencias e hinchazón abdominal.
Por lo tanto, no es para nada descabellado pensar que los signos que experimentas sean producto de factores psicológicos. Un artículo de la Escuela de Medicina de Harvard subraya esta conexión. No obstante, también es importante considerar otras posibles causas médicas.
¿Cómo se relacionan los eructos continuos y la ansiedad?
La ansiedad se manifiesta en el cuerpo de diversas formas. Además de la sintomatología clásica como la sudoración, palpitaciones y tensión muscular, también evidencia otras señales que no solemos relacionar con el estado ansioso, como los escalofríos y la micción frecuente. ¿Pero de qué modo se asocia con la producción de gases y eructos continuos?
Trastornos de digestión
Cuando estás ansioso, tu cuerpo entra en un estado que activa a tu sistema nervioso autónomo, lo que puede afectar la función digestiva. Esto tiende a ralentizar el proceso de digestión, causar contracciones intestinales irregulares y afectar la absorción de nutrientes.
Por lo tanto, no es sorprendente que comer en momentos de ansiedad, como durante un conflicto familiar o al escuchar noticias preocupantes en la televisión, resulte en malestar estomacal, gases o eructos. Es comprensible que, en este contexto de tensión, la comida no nos siente bien.
Hiperventilación
Imagina que tienes una discusión con tu jefe y las emociones aumentan. Sientes estrés y ansiedad. En lugar de respirar de manera profunda y regular, lo haces de forma más rápida y discontinua. Comienzas a hiperventilar.
Esto provoca que tus pulmones no se llenen como deberían y que parte del aire inhalado termine en tu tracto gastrointestinal, ocasionando la acumulación de gases en el estómago y en el pecho. Esta es otra de las posibles razones por la cuales eructas mucho cuando estás intranquilo.
Estrategias para manejar los eructos continuos por ansiedad
Los eructos continuos son solo una manifestación de cómo un estado ansioso se expresa en tu cuerpo, a través del estómago. Por lo tanto, abordar la ansiedad subyacente, además de ayudar a reducir los gases, contribuye a minimizar otros síntomas asociados. Trabajar en ella mejora tu bienestar en general.
En cambio, reprimir las emociones te puede enfermar; la clave está en aprender a gestionarlas y expresarlas de una forma saludable. Aquí hay algunas estrategias psicológicas y pautas de alimentación, útiles para reducir este incómodo síntoma y mejorar tu salud integral.
Consultar con un médico
A veces, los eructos continuos son un signo de otros problemas de salud o condiciones médicas, como reflujo ácido o la celiaquía. La evaluación de un doctor descarta o diagnostica cualquier causa médica subyacente y brinda la orientación adecuada para abordar este problema.
Practicar técnicas de respiración
Respirar profundo y consciente ayuda a reducir la ansiedad y mejorar la función digestiva. Prueba la respiración diafragmática o la abdominal para calmar tu sistema nervioso y reducir los eructos.
Hacer actividades relajantes
Aprender a gestionar el estrés y la ansiedad es fundamental para mantener tu salud digestiva, aparte de la mental y emocional. En este caso, la recomendación es obvia: considera la meditación, el yoga, dar paseos al aire libre y explorar pasatiempos que no involucren el uso de pantallas.
Comer despacio y en pequeñas porciones
Es bastante común que algunas personas coman rápido, prácticamente sin masticar, debido a la ansiedad. Es importante que mastiques tus alimentos de forma lenta y consciente, para facilitar la digestión y prevenir la acumulación de gases.
Evitar alimentos que causen gases
El picante, las frituras, las grasas y el alto contenido de fibra tienden a causar gases y hacen más probable la aparición de eructos. Aunque no tienes que prohibirte ningún alimento, es mejor no comerlos en exceso. Son preferibles las opciones más suaves y fáciles de digerir, como proteínas magras y el yogur.
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Menos ansiedad, menos gases
Cuando presentamos gases continuos, a menudo, nos enfocamos en las posibles causas físicas, como la dieta o problemas digestivos. Sin embargo, como aprendimos en este artículo, hay una conexión importante entre la ansiedad y los malestares estomacales, incluidos los eructos frecuentes.
Las emociones guardadas o no expresadas de forma adecuada se traducen en problemas intestinales. Si no encontramos una vía de escape saludable y pertinente para lo que sentimos, nuestro cuerpo sufre las consecuencias.
Entonces, si los eructos son de origen psicógeno, la intervención psicológica es fundamental. Iniciar un proceso de psicoterapia es imprescindible para gestionar y reducir la ansiedad, lo que a su vez será crucial en la búsqueda del alivio gastrointestinal.
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