
El día mundial del VIH nos permite realizar un ejercicio que va más allá de la simple concienciación de esta enfermedad. Cada 1 de diciembre se celebra esta efeméride con el fin de apoyar los esfuerzos globales por evitar nuevos…
La relación entre estrés e hipertiroidismo es muy significativa. A menudo, descuidamos el impacto que los estados de estrés crónico pueden llegar a tener en nuestra salud. El cortisol, la hormona asociada a estos estados de hiperactividad e hipervigilancia, acaba alterando no solo la función tiroidea hasta el punto de acelerarla, sino que además afecta a nuestras glándulas suprarrenales.
Sabemos que los trastornos asociados a la tiroides son muy comunes y que su aparición está condicionada a varios factores. Así, condiciones autoinmunitarias como la enfermedad de Graves-Basedow, el embarazo, alteraciones en la hipófisis o un exceso o déficit del yodo pueden hacer que desarrollemos hipotiroidismo o hipertiroidismo.
Por otro lado, no siempre somos conscientes de cómo nuestras emociones pueden alterar, por ejemplo, nuestro metabolismo. Así, estudios, como el publicado en la revista Thyroid Research, demuestran que hay una relación entre los niveles de cortisol y la TSH (tirotropina u hormona estimulante de la tiroides).
Es decir, el estrés es un factor de riesgo para el hipertirodisimo. Vemos como situaciones de presión, angustia y preocupación constante a lo largo de meses o años acaban afectando a la función tiroidea, acelerándola.
El hipertiroidismo cursa con un exceso de hormona tiroidea en el cuerpo. La causa más común en la enfermedad de Graves Basedow, sin embargo, estados crónicos de estrés también pueden desencadenar esta condición.
Cada día aparecen nuevos diagnósticos relacionados con una alteración en la glándula tiroides. No podemos olvidar que las hormonas tiroideas cumplen un gran número de funciones, y su relevancia es esencial para mantener el buen estado de los tejidos del organismo, para cumplir infinitas tareas metabólicas, incluidas, por ejemplo, la síntesis de muchas proteínas.
Es por ello que los pacientes con hipertiroidismo suelen sufrir una amplia sintomatología, una extensa variedad de alteraciones, molestias y condiciones asociadas que pueden resumirse, por lo general, del siguiente modo:
Además, cabe decir que estas enfermedades relacionadas con la tiroides son más comunes entre las mujeres. No obstante, una vez se produce el diagnóstico, no siempre nos detenemos en clarificar cuál es el origen. Interesa el tratamiento y se necesita claro está, una estrategia terapéutica con la que mejorar la calidad de vida. Sin embargo, sabiendo que hay una relación directa entre estrés e hipertiroidismo es necesario saber cómo se produce y orquesta en nuestro cuerpo.
Las universidades holandesas financiaron en el 2012 un extenso y completo estudio para averiguar la relación entre estrés e hipertiroidismo. Los resultados de este trabajo se publicaron en la revista «Psiconeuroendocrinología» y fueron significativos. Se demuestra por ejemplo, que en situaciones de estrés y ansiedad elevadas y crónicas, el cortisol tiene un serio impacto sobre la glándula tiroides.
El hipertirodismo (ocasionado o no por el estrés) tendrá sin duda un tratamiento concreto: medicamentos antitiroideos como el propiltiouracilo y el metimazol. No obstante, cada paciente presentará una realidad singular y unas necesidades que los profesionales valorarán para ofrecerle la respuesta más adecuada y ajustada.
Ahora bien, más allá de tratamiento, lo que nos interesa ante todo es poder prevenir estas condiciones. Queda claro que el desencadenante no siempre será el estrés (ahí están las enfermedades autoinmunitarias), sin embargo, y en vista de que ciertas condiciones psicológicas desencadenan cambios metabólicos, es necesario saber manejar estas situaciones. Estas serían algunas claves.
Para concluir, sabiendo que estrés e hipertiroidismo guardan una estrecha relación, seamos más conscientes de que cuidar de nuestras emociones también es invertir en salud. Si nos levantamos, vestimos y peinamos cada día, recordemos atender de igual modo ese complejo universo interior.