Origen, los traumas se cuelan en nuestros sueños

Origen, los traumas se cuelan en nuestros sueños
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Leah Padalino

Última actualización: 03 marzo, 2018

Origen es una película estadounidense de ciencia ficción del año 2010, escrita, producida y dirigida por el británico Christopher Nolan, conocido por tratar temas de psicología en sus películas. En Origen, nos sumergimos en el mundo de los sueños, del subconsciente y en la proyección que tienen los traumas en el mismo. La película contó con una muy buena aceptación por parte del público y despertó infinidad de argumentos sobre su final.

Dom Cobb (Leonardo DiCaprio) es un especialista en sueños capaz de extraer ideas de los sueños de otras personas. No se trata de entrar en el sueño de otra persona, sino de generar un sueño compartido y, dentro del sueño, llevar a cabo un plan. Para ello, son necesarias diversas personas: el soñador; el arquitecto, que es el encargado de diseñar el sueño; y el individuo del que se quiere extraer la información a través de su subconsciente.

Dentro del sueño, encontramos, además, a otras personas, que no son más que proyecciones del subconsciente del individuo al que se quiere acceder. Estas proyecciones tratarán de defenderse ante los cambios que perciban por lo que pueden volverse muy violentas, especialmente, en individuos entrenados para evitar que otras personas entren en su mente. Christopher Nolan no se inspira en una teoría en concreto, no sigue ninguna línea de investigación, sino que toma diversos elementos de distintas teorías y establece su propia lógica de los sueños.

Dom Cobb, además de extraer ideas del subconsciente de una persona, puede implantar una nueva idea en él, algo que se conoce como “origen”; sin embargo, esta práctica es mucho más arriesgada y sus consecuencias pueden llevar a la locura o a la obsesión a la persona en cuestión. El problema reside en que, para lograrlo, tienen que avanzar por tres niveles distintos del sueño y el individuo debe creer que esa idea ha surgido de sí mismo, jamás puede sospechar que ha sido implantada.

La película nos presenta estos sueños como algo falso, algo prefabricado. En Origen no se indaga en la naturaleza del sueño, sino que se fabrican sueños con un fin. Dom Cobb y sus compañeros deberán implantar una idea en la mente del heredero de un imperio empresarial y, de este modo, ayudar a su principal competidor. En clave de thriller, Origen se adentra en el mundo de los sueños y nos sumerge en una trama cargada de acción.

La estructura de los sueños en Origen

Origen nos lleva por diversos sueños inducidos que son compartidos por varias personas con el fin de obtener algo. Para poder salir de estos sueños, hay tres vías: el final del sueño que lleva al despertar; la muerte en el sueño, no en la realidad, que hará que se despierten; y, por último, la patada, es decir, ese momento en el que sentimos que caemos y nos despertamos. En Origen, las patadas serán sincronizadas y acompañadas por la canción Non, je ne regrette rien.

En la película, existen diversos niveles de sueño, uno dentro del otro. Para lograr origen, deberán pasar por tres espacios oníricos distintos, llegar al fondo del subconsciente del individuo e implantar la idea. Para poder llegar a esos niveles, necesitarán un fuerte sedante que les inducirá a un sueño muy profundo; el principal problema es que, en esos niveles de sueño, la muerte no hará que se despierten, sino que les conducirá a un espacio onírico conocido como limbo.

Ciudad en sueños

En el limbo, el tiempo pasa muy despacio, tanto que, para la persona que entra en él, será infinito. El tiempo en los sueños no es igual que cuando estamos despiertos, pueden pasar 10 minutos, pero en el sueño parecerán horas. Cuando soñamos, vivimos todo lo que ocurre como real. En la película, vemos que el dolor se encuentra en la mente y que todas las sensaciones experimentadas en el sueño se perciben como reales. Si resultas herido en un sueño, el dolor será real en el sueño; y si vives una vida infinita, la percepción de la misma será real.

Los individuos deberán evitar morir en el sueño porque, aunque no sea una muerte real, pasarán a un nuevo nivel de sueño en el que creerán vivir una vida entera. La estructura de los sueños que plantea Origen es similar a una muñeca rusa, en la que, cuanto más interno sea el plano del sueño, mayor será la duración del tiempo onírico. En tiempo real, pasarán diez horas durmiendo, pero en tiempo onírico pasarán una semana en el primer nivel, seis meses en el segundo y diez años en el tercero. La estructura de estos sueños posee influencias de Lacan e, incluso, de Saussure autores que proponen una estructura lingüística en la que los sueños son como oraciones subordinadas, es decir, una dentro de la otra.

Cobb y su equipo, para no caer en la locura y ser siempre conscientes de si están soñando o no, poseen un tótem. Cada uno de ellos tiene un objeto personal e intransferible del que conocen todas sus características, su peso, su textura, su color… De este modo, sabrán si están soñando o no. En los sueños estos tótems pueden sufrir modificaciones, por ejemplo, en el peso, en la forma en la que caen al suelo, etc. Es importante que solo el poseedor conozca todas las características del tótem para no caer en engaños y saber siempre en qué estado se encuentra.

Hombre con una pistola mirando un tótem

La proyección de los traumas en Origen

La palabra trauma proviene del griego y significa herida. Así, asociamos los traumas a heridas emocionales que han dejado una huella en el individuo; además, en alemán, Traum significa sueño. Freud fue uno de los primeros en indagar cómo los traumas se representan en el inconsciente. Según este accedemos al inconsciente a través de los sueños donde los traumas se encuentran maquillados o censurados.

Siguiendo a Freud, estos traumas tendrían una representación simbólica en el inconsciente, en otras palabras, al aparecer disfrazados hay que interpretarlos. Sin embargo, en el film de Nolan, vemos que no existen dichos símbolos, el inconsciente se defiende de los posibles intrusos, pero no es un lugar donde los traumas se “maquillen”, sino que es un lugar donde se protegen las ideas del individuo y las proyecciones son las que atacan a los invasores. Para ahondar más en la película, me veo obligada a hacer algún spoiler, por lo que si no has visto la película, te recomiendo que no sigas leyendo.

Personas dormidas

Las proyecciones suelen asociarse a personas conocidas por el individuo. En el caso de Cobb, vemos que su difunta esposa aparece constantemente en los sueños tratando de sabotear sus planes. Esta proyección no es solo la imagen que tiene el protagonista de su esposa, sino el reflejo de una parte de sí mismo. Cobb tiene sentimientos encontrados respecto a la muerte de su mujer, se siente culpable, triste, frustrado… y esto es algo que puede disimular en la vida real, pero no en su inconsciente, por lo que no es de extrañar que su esposa aparezca incluso en sueños prefabricados.

En este punto, Nolan se aproxima un poco a la corriente jungiana, mostrándonos que las proyecciones del inconsciente tienen un componente del yo. Cobb no solo ve a su mujer, sino su propia culpa por la muerte de la misma. Se acerca también a Jung en la idea de los laberintos, ya que la estructura o el diseño del sueño debe aproximarse a la de un laberinto.

Los sueños fueron vistos como algo místico y, posteriormente, se les dio una explicación racional que ha desembocado en diversas corrientes. Nolan bebe de distintas teorías, establece su propia concepción de los sueños y la plasma en Origen.

“Tú creas el mundo del sueño. Nosotros llevamos al sujeto a ese sueño y él lo llena con su subconsciente”

-Origen-

 


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