Peleas entre hermanos: ¿cómo actuar?

Los hermanos se pelean y hasta cierto punto es algo normal e incluso beneficioso porque les ayuda a aprender y a definirse. Sin embargo, a veces hay que echarles un cable para que el enfrentamiento no escale.
Peleas entre hermanos: ¿cómo actuar?
Laura Ruiz Mitjana

Escrito y verificado por la psicóloga Laura Ruiz Mitjana.

Última actualización: 04 diciembre, 2020

Las peleas entre hermanos son comunes prácticamente en cualquier familia, cultura e independientemente de la edad de los hijos (aunque el tipo de peleas y sus causas pueden variar mucho). Así, es un fenómeno bastante normal y evolutivamente, puede ayudarle a los niños o adolescentes a madurar y a sentar las bases de su personalidad. En cierta manera, cuando se pelean, están probando sus límites, conociéndose, defendiendo sus derechos… Aunque, lógicamente, depende de cada pelea (¡y del motivo de la misma!).

Sin embargo, a veces estas peleas son excesivas y realmente tóxicas o dañinas para ellos. Deberemos buscar la manera de ayudarles para que puedan extraer un aprendizaje de ellas y, sobre todo, para evitar que estas se cronifiquen o se intensifiquen en exceso. ¿Cómo hacerlo?

Hermanos peleándose

Peleas entre hermanos: claver para actuar

Os dejamos aquí 8 ideas clave sobre cómo actuar ante las peleas entre hermanos. A través de ellas, además encontraremos una manera de educar desde el respeto, fomentando valores que les servirán a nuestros hijos para toda la vida.

Actúa desde la calma

El primer consejo que te podemos dar a la hora de actuar ante las peleas entre hermanos es que intentes actuar desde la calma, aunque la situación, obviamente, te altere.

Mantener la calma te ayudará a no perder la perspectiva y a actuar con la mente fría, evitando también “caldear” más la situación. Esto no siempre es fácil, aunque con práctica se puede conseguir.

Invítalos a que expongan sus argumentos

La aplicación de este tip dependerá de la edad de los hijos, pero por norma general debemos intentar animarles a que expongan sus argumentos. Es decir, preguntarles, a cada uno (delante de otro), qué ha ocurrido y por qué ha actuado de esa manera. Luego le tocará al turno al otro, y deberá hacer lo mismo, siempre desde el respeto y la calma (sino, esperaremos a que estén más tranquilos).

Promueve la escucha activa

Es importante que cada uno de los hermanos escuche al otro. Así, mientras uno expone su punto de vista, el otro deberá escucharlo activamente. Se trata de fomentar el respeto entre ambos, y de empezar a conciliar posturas, aunque éstas sean muy opuestas.

Fomenta hablar de cómo se han sentido

Para fomentar la empatía, una herramienta clave en las peleas entre hermanos, será importante que además de escucharse entre ellos, puedan hablar libremente de cómo se han sentido.

Escuchar al otro favorecerá que este se ponga en el lugar del primero y que entienda que todas las acciones tienen consecuencias. A veces, esto resultará útil para que entiendan que han actuado mal o que han herido a su hermano, ya sea de forma consciente o inconsciente.

No hagas comparaciones

Esta es una norma bastante general que podemos aplicar más allá de las peleas entre hermanos. Evitar las comparaciones entre ellos beneficiará su autoestima. Deben entender que cada uno de ellos es especial por X razones y que uno y su nivel actual es mejor referencia para crecer y evolucionar que el del otro.

Enséñales a negociar

El origen de muchas de las peleas entre hermanos no tiene importancia; es más una forma de autorreafirmarse o de buscar atención que un enfrentamiento o disputa por una cuestión concreta. Sin embargo, cuando lo que se disputan sí es importante para los dos, podemos ayudarles enseñándoles a negociar. Mostrándoles como un buen acuerdo es aquel en el que las dos partes sienten que han salido ganando.

Por otro lado, con frecuencia, los objetivos que los dos tengan no serán incompatibles. En este sentido, también podemos ayudarles a cambiar el enfoque. Finalmente, podemos mostrarles a establecer unos límites, unas líneas rojas que no van a permitir que el otro sobrepase, por suponer una falta de respeto o un ataque personal. En estos casos, cuando el enfrentamiento amenaza con escalar, nos mostraremos disponibles para ayudarles.

Que hablen sobre lo que les molesta

En línea con el punto anterior, otro tip sobre cómo actuar en las peleas entre hermanos puede ser fomentar que cada uno hable sobre lo que le molesta del otro (de forma constructiva y respetuosa). Será importante que cada uno tenga un espacio para exponer al otro todo esto, y que el otro pueda escucharlo y tenerlo en cuenta. Esto puede ayudar a prevenir futuras peleas o malentendidos.

Prueba a que expresen lo que les gusta del otro

No solo es importante expresar lo que nos molesta del otro, sino también lo que nos gusta de la otra persona. Esto es una manera de fomentar el vínculo entre los hermanos (y las personas en general), así como el respeto y el buen feeling. 

Además, es una forma de mejorar su autoestima y de fomentar el cariño entre ambos, lo que puede ayudarles a alejarse de esas (muchas veces, absurdas) peleas.

Hermanos reconciliándose

Peleas entre hermanos: ¿algo normal?

Hemos visto 8 ideas clave para actuar ante las peleas entre hermanos, aunque se trata de pautas genéricas, siempre adaptables a cada familia y situación en particular. Lo importante, más allá de esto, será comportarnos como un buen ejemplo a imitar (evitar discutir de forma irrespetuosa con la pareja delante de ellos, por ejemplo).

También será fundamental trabajar en una buena comunicación, así como ofrecerles herramientas para gestionar los conflictos y solucionar los problemas o las diferencias entre ellos.

Y, finalmente, desdramatizar: las peleas entre hermanos no son algo alarmante, es algo puramente evolutivo y que debe producirse para que estos maduren, aprendan, adquieran autonomía y se diferencien.

Lo importante es que de estas peleas puedan extraer algún aprendizaje, que no se conviertan en peleas absurdas o sin sentido y que puedan adquirir estrategias adecuadas para defender sus derechos y preferencias desde el respeto (la llamada asertividad).

“La diferencia básica entre ser asertivo y ser agresivo es lo que nuestras palabras y comportamiento afecta a los derechos y el bienestar de los demás”.

-Sharon Anthony Bower-


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