¿Por qué a los niños les gustan los dinosaurios?

Algunos niños sienten verdadera pasión por los dinosaurios. Saben cuáles son las características de las distintas especies, qué comían e incluso distinguen las eras geológicas. ¿Por qué?
¿Por qué a los niños les gustan los dinosaurios?
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Última actualización: 01 noviembre, 2022

Desde diplodocus, triceratops hasta velociraptores o tiranosaurios rex. Sea la especia que sea, de algún modo, los dinosaurios llaman la atención de los más pequeños (y de muchos adultos también). De hecho, es probable que a ti también te gustasen durante tu infancia o quizás uno de tus amigos fuese un gran apasionado de los dinosaurios… Ahora bien, ¿qué tiene este tipo de animales que resultan tan atractivos?

La devoción por los dinosaurios que experimentan muchos niños es algo más que un mero pasatiempo. Se saben el nombre científico de diferentes especies, a pesar de ser poco comunes, conocen qué comían y por dónde solían estar o cuáles eran sus peculiaridades. Incluso, su interés es tan grande que son capaces de distinguir las diferentes eras geológicas por el tipo de dinosaurios que habitaba en ellas. Increíble ¿verdad? Pero ¿por qué a los niños les gustan los dinosaurios?

Veamos las razones por las que estos animales llaman la atención de los más pequeños y qué puede decirnos sobre ello. Profundicemos.

“Uno de los mayores errores que se cometen es provocar un entusiasmo forzado. Uno no elige sus pasiones; las pasiones lo eligen a uno”.

-Jeff Bezos-

Pasión y curiosidad: la importancia de los intereses intensos

Desde la psicología se utiliza un concepto conocido como intereses intensos para referirse a la preferencia, motivación o pasión por parte de los niños por objetos, actividades o temas muy específicos. Este fenómeno suele desarrollarse a edades muy tempranas y, además, suele ser más común en los niños que en las niñas.

Ahora bien, los intereses intensos no consisten en un gusto general y pasajero por un objeto determinado como puede ser un disfraz, un avión de juguete o los dinosaurios en este caso. Más bien, se caracterizan por la experimentación de cierta atracción, con grandes dosis de pasión, hacia ese objeto.

Es como si los niños sintieran una curiosidad desmedida por saber todo sobre algo muy concreto. Incluso, en algunos casos, esta atracción puede tener ciertos rasgos obsesivos. Así, estos tipos de intereses suelen tener una serie de características comunes:

  • Suelen ser relativamente duraderos. No se desvanece en cuestión de horas o días.
  • Se enfocan a diferentes objetos con características similares o rasgos en común.
  • Favorecen un dominio conceptual sobre ese tema en concreto.
Niño jugando con un dinosaurio


Los padres suelen identificar este tipo de comportamientos en sus hijos rápidamente, ya que los niños en cuanto aparece algo relacionado con su tema de interés, enseguida quieren investigar y profundizar sobre ello. Por ejemplo, hacen múltiples preguntas para saber más, buscan información que esté a su alcance para saciar esa especie de curiosidad intelectual o una vez que han recabado bastante información y han aprendido algo nuevo sobre el tema lo explican a las personas de su alrededor.

A los niños les gustan los dinosaurios porque experimentan una gran curiosidad con dosis de pasión conocida como intereses intensos.

Los niños con intereses intensos son como esos investigadores que están en búsqueda constante de información para saber más sobre un tema específico. Suelen estar en alerta para aumentar el conocimiento que tienen sobre su objeto de interés, se interesan por mantenerse actualizados y, además, se preocupan porque los demás sepan sus “nuevos descubrimientos”.

En una investigación, realizada a través de encuetas y entrevistas a 117 padres de niños entre los 11 meses y 6 años, se encontró que casi un tercio de los niños entre estas edades muestran este tipo de intereses. Por lo tanto, si tenemos en cuenta este fenómeno, que a los niños les gusten los dinosaurios no es casualidad.

“La juventud de un ser no se mide por los años que tiene, sino por la curiosidad que almacena”.

-Salvador Paniker-

Desarrollo cognitivo y comprensión del mundo

El hecho de que a los niños les gusten tanto los dinosaurios puede explicarse también por el momento evolutivo que están atravesando. En esta etapa del desarrollo cognitivo los pequeños están tratando de entender cómo funciona el mundo y quieren sentir que pueden tener el control mediante sus pensamientos y conocimientos.

Aún están dilucidando y delimitando la frontera entre lo real y lo imaginario, y los dinosaurios combinan a la perfección ambos aspectos. Se sabe que existieron, pero dado que los pequeños no manejan bien el concepto de tiempo, les puede resultar complicado entender que ya no existen.



Así, los dinosaurios caminan entre el mundo de fantasía y la realidad, presentan cualidades que los hacen muy llamativos y permiten a los niños imaginar, explorar, aprender y alcanzar una mejor comprensión del mundo.

A los niños, sobre todo de preescolar, les encantan los dinosaurios, porque al estar en esta etapa del desarrollo cognitivo quieren sentir el control de la realidad a través de su pensamiento, dice Fernando Mata Rosas, académico de la Facultad de Psicología de la UNAM.

Los niños pequeños asocian a los dinosaurios con fuerza, poder, control y ferocidad, una idea que se acopla muy bien con la fantasía, la magia y todo lo imposible. “El niño trabaja en todo momento para tratar de entender cómo es que funciona este mundo”, sostiene Fernando Mata Rosas. Así pues, para el tercer año de vida ha construido una realidad que le permite entender que hay un mundo real y un mundo de fantasía, aunque no siempre tiene claridad sobre la frontera entre uno y otro.

¿Por qué a los niños les gustan los dinosaurios? Beneficios cognitivos

Los resultados del estudio The development of conceptual interests in young children, llevado a cabo por las Universidades de Indiana y Wisconsin, revelaron que los intereses intensos que demandan un dominio conceptual, como es el caso de los dinosaurios, son muy beneficiosos para el desarrollo cognitivo infantil.

La razón se encuentra en que además de enriquecer el vocabulario y aumentar el conocimiento sobre un tema específico, contribuyen a mejorar el desarrollo de habilidades complejas relacionadas con el procesamiento de la información, la atención, la concentración o la perseverancia.

Además, el interés por los dinosaurios por parte de los niños también da información sobre qué estrategias utilizan para acercarse tanto a temas de su interés como a aquellos que están por descubrir. Y esto proporciona pistas sobre cómo se desenvolverán en el día a día con los retos que les vaya planteando la vida.

De alguna forma, los niños que presentan esta pasión no se limitan a un conocimiento superficial, sino que prefieren ir más allá e indagar. Suelen ser más autónomos y tienen más facilidad para desarrollar el pensamiento crítico.

Este tipo de intereses suelen desaparecer entre 6 meses y 3 años, según una investigación realizada entre las universidades de Virginia, Yale y Queensland. De hecho, solo un 20 % de los niños mantienen sus intereses intensos de forma activa con el paso de los años.

Como curiosidad, cabe destacar que aquellos niños mayores que mantienen estos intereses intensos suelen tener niveles de inteligencia superiores al promedio.

Niño poniendo mano en la huella de un dinosaurio

Los motivos suelen ser la disminución del tiempo libre de los niños para investigar y la exigencia de un conocimiento más amplio sobre diversos temas por parte del colegio, pero a su vez menos profundo.

Aunque bien es cierto que los padres pueden mantener esta gran pasión en casa, ya que pueden seguir alimentando la curiosidad de sus hijos así como favorecer que estos tengan tiempo para indagar en aquello que les atrae.

  • Para ello, los padres pueden crear espacios o utilizar recursos con los que el niño pueda aprender sobre aquello que le interesa.
  • Favorecer conversaciones sobre los temas que apasionen a los niños. Por ejemplo, hablar sobre los diferentes tipos de dinosaurios, que explique cómo se diferencian, etc.
  • Fomentar a su vez el aprendizaje sobre otros temas. En este caso, se puede comenzar con temas relacionados con el principal.
  • Mostrar interés sobre lo que nos cuentan. El niño tiene que percibir que lo escuchamos y estamos atentos. Esta es una forma de alimentar su interés y sus ganas de saber para seguir creciendo.

Si a los niños les gustan los dinosaurios, apoyemos su interés

Como ves, la fascinación que puede sentir tu hijo por los dinosaurios es natural y además beneficiosa. Le permite descubrir más sobre el mundo, desarrollar capacidades y habilidades y definir sus propios gustos y personalidad. Por ello, no dudes en fomentar y acompañar a tu hijo en este interés.

Acudid a museos, leed libros o ved películas juntos sobre dinosaurios. Conversad al respecto, permite que te cuente todo lo que sabe. No importa si se trata de un interés temporal, le estarás ayudando a sentirse escuchado, validado y tenido en cuenta. 


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