Prevención de la depresión perinatal en el padre, ¿en qué consiste?

Fruto del aumento de los casos de depresión perinatal paterna, se proponen alternativas terapéuticas que la atajen y prevengan. ¿En qué consisten estas prácticas? Acompáñanos a descubrirlas.

Escrito y verificado por el psicólogo Gorka Jiménez Pajares.

Última actualización: 16 abril, 2024

La depresión es una entidad clínica que puede surgir en momentos como la gestación y el parto. Da origen a lo que conocemos como depresión perinatal y afecta tanto a la madre como al padre. Aunque con frecuencia este proceso es asociado a la mujer, cada vez se informan más casos de papás sometidos al impacto de sus síntomas.

Las razones por las que el diagnóstico aumenta son variadas. Entre ellas, nos encontramos con una mayor concienciación y, por lo tanto, una mejor identificación de la depresión perinatal por parte de los profesionales. Además, los cambios en los roles de género, con incremento de implicación paterna, contribuyen a que los papás estén más involucrados y asuman una presión alta por el cuidado de los hijos.

Es fundamental comprender la importancia de prevenir la depresión perinatal, ya que su consecuencia más grave es el suicidio. Asimismo, también hay tendencia a provocar un deterioro significativo en la relación entre el padre y su hijo. A continuación, se ofrecerán algunas claves para abordar con conciencia y responsabilidad este problema.

La depresión perinatal en el padre

La palabra «parto» genera mucho vértigo tanto en las madres como en los padres. No solo por lo delicado del evento en sí, sino porque tener un hijo exige cambios psicosociales importantes, ya que impacta en esferas tan diversas como la laboral, la familiar o la interpersonal.

Gracias a la mayor concienciación a la que aludíamos antes, cada vez son más los estudios como el publicado en The Lancet Global Health, que aportan luz sobre los factores relacionados con esta patología. Así es que se ve una asociación entre la depresión perinatal paterna y la depresión perinatal materna (Chmielewska et al., 2021).

Por lo tanto, es común observar que ambos miembros de la relación posean síntomas de depresión o la entidad clínica completamente desarrollada.

Sus secuelas en el sistema familiar papá-mamá-bebé son bastante negativas. Tanto que, en la diversidad de efectos descritos, uno de los datos más impactantes es que la depresión de los padres inhibe el desarrollo normal de las habilidades sociales de los infantes (Sweeney et al., 2016) y constituye un trampolín a varias formas de maltrato y negligencia (Takehara et al., 2017).

¿Cómo se puede prevenir?

Poder identificar a los papás que presentan gran riesgo de desarrollar esta entidad clínica, constituye el objetivo de múltiples investigaciones sobre prevención de depresión perinatal (Iwata et al., 2023). En este sentido, se reportan factores de riesgo como los siguientes (Ansari et al., 2021):

• Estrés.
• Pareja con depresión.
• Poca satisfacción con la pareja.
• Percepción de poco apoyo social.
• Pasar por un tratamiento de la infertilidad.
• Antecedentes de problemas de salud mental.
• Ausencia de estabilidad en el plano económico.

Para minimizar el peligro, se desarrollan distintas intervenciones. Los protocolos se centran, en concreto, en tres áreas: en el padre y en la madre de manera individualizada, en la pareja y en la familia (Birken et al., 2023). Indaguemos sobre ellas.

1. Intervenciones centradas en el padre

La terapia se enfoca, de manera exclusiva, al padre. Entre los elementos que se abordan durante las sesiones, encontramos los que ahora veremos (Birken et al., 2023):

• Pautas sobre el estilo o las rutinas cotidianas. Son posibles mediante la enseñanza de hábitos relacionados con la higiene del sueño o el tratamiento de disfunciones sexuales, si las hubiera.
• «Piel con piel», un tacto con un poder extraordinario. Que un padre tenga al bebé durante, al menos, media hora, en contacto con su pecho desprovisto de cualquier ropa, es una técnica que podría proteger de la depresión perinatal paterna.
• Enseñanza de habilidades prácticas. Por ejemplo, darle un masaje a tu pareja para aliviar el dolor que siente como consecuencia de los cambios fisiológicos sucedidos durante el parto, refuerza la relación y la conexión biológica con el proceso que se vive.

Como puede apreciarse, el núcleo de la intervención es principalmente educativo. De este modo, se busca proporcionar al padre estrategias para potenciar el vínculo emocional, tanto con la madre como con el recién nacido.

2. Intervenciones centradas en la pareja

Su base es la «díada marido-mujer», con el objetivo de prevenir la depresión y fomentar la calidad del vínculo que los une. Entre los contenidos que abarcan las sesiones encontramos el diálogo sobre el hecho de ser padres «juntos» y la necesidad de solicitar ayuda si se encuentran en apuros.

También se abordan los retos que entraña la paternidad, porque la relación «marido-mujer» tiene el potencial de sufrir cambios. Por ejemplo, disponen de menos tiempo para dedicarse el uno al otro. En este sentido, se habla sobre las implicaciones que tiene la transición de la «díada marido-mujer», a la tríada «papá-mamá-bebé».

3. Intervenciones centradas en la familia

Estas intervenciones incluyen, con frecuencia, sesiones con más papás y mamás en situaciones similares. Según Birken et al., 2023, algunos de sus componentes son los siguientes:

• Educación para padres cuyos hijos han nacido prematuros.
• Apps móviles de tipo psicoeducativo focalizadas en padres primerizos.
• Entrenamiento conductual para padres de recién nacidos en cuidados intensivos neonatales.

En el caso de las madres, un ejemplo de intervención online podríamos encontrarlo en el programa «MomMoodBooster» (Fonseca-Pedrero et al., 2021). Este esquema, con base en la terapia cognitivo conductual, busca dar salida a diversos síntomas, como el pesimismo, la insuficiente autoestima o el aislamiento social.

Las estrategias de abordaje sobre la depresión perinatal en el padre son prometedoras

Como hemos visto, se diagnostican cada vez más casos de depresión perinatal paterna. Además, estos cuadros se ven asociados a la depresión perinatal que llega a sufrir la madre.

Por este motivo, se lleva adelante la creación de intervenciones dirigidas a los tres focos detectados: el padre, la relación marido-mujer y la tríada mamá-papá-bebé. Sus resultados son prometedores, aunque todavía es necesario seguir investigando al respecto.