¿Cómo saber si el miedo domina tu vida?

¿Cómo saber si el miedo domina tu vida?
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 11 septiembre, 2016

El miedo es una sensación natural que nos alerta sobre la presencia de un peligro o aparece cuando nos enfrentamos a lo desconocido. El problema es que muchas veces esa sensación natural se desborda y se apropia de nuestra vida. Esto te puede transformar en una persona insegura. Prácticamente te anula y paraliza.

Lo ideal es aprender a reconocer la validez de los temores y evitar que el miedo domine tu vida. Ninguno está a salvo de su poder destructor, pero sí es posible detectarlo y disminuir el impacto negativo de su presencia. Hay que hacerlo a tiempo antes de que sea demasiado tarde.

Una sociedad como la nuestra nos obliga a estar todo el tiempo en competencia. El ideal de éxito siempre se ubica al frente de nosotros y tenemos que alcanzarlo o de lo contrario seremos unos fracasados y no podremos formar parte del glorioso grupo de personas que llegan a donde quieran.

“Para quien tiene miedo, todo son ruidos”

–Sófocles–

En esas circunstancias, el miedo al fracaso no te permite dar un solo paso. Te bloquea hasta el punto de ni siquiera animarte a intentarlo. Y cuando oyes  frases como “el éxito es para quienes se arriesgan”, sufres muchísimo porque el miedo condiciona tu vida y te impide tomar riesgos. Y en esos momentos olvidas que todos tenemos capacidades para cumplir nuestras metas.

No ser reconocido: un miedo que domina tu vida

Tratas de hacer las cosas para lograr un reconocimiento y ser tenido en cuenta. Y el miedo al rechazo es el que te hace retroceder una y otra vez hasta dejar tu autoestima en el nivel más bajo. La aprobación social es como un fantasma que te persigue, una pesadilla que te visita noche a noche.

Es como si nada jugara a tu favor. Te convences de que no naciste con buena estrella y que pareces destinado a sufrir hasta que mueras. Sientes que los demás te señalan con el dedo, te cuestionan, critican y hasta se alejan. Por más que quieras, tampoco puedes construir relaciones de verdadera confianza. No te das cuenta que eres tú quien aleja a los demás.

mujer asustada

En las redes sociales, te comparas. No entiendes cómo ellos sí pueden ser felices y tú no. Se ven sonrientes en las fotos, lees sus estados en los que hablan de sus innumerables triunfos, de sus conquistas, de lo maravillosa que es su vida. Nunca te preguntas si todo eso que ves es real.

Compararnos con los demás hace que no nos enfoquemos en nuestros propios retos. Como seres humanos todos tenemos las mismas posibilidades y aunque cada uno de nosotros somos un universo particular, vivimos en comunidad y lo ideal sería aceptarnos tal y como somos.

Miedo a salir de nuestra zona de confort

La zona de confort es un estado mental que nos impide ver más allá. Significa que nos acostumbramos tanto a lo que hacemos y  tenemos, que nos da miedo perder cuanto hemos conseguido. El cambio no se ve como una oportunidad; por el contrario, para alguien invadido de miedo, equivale a salir de un estado de bienestar. Pero, a la larga, es ese supuesto bienestar es el que nos limita.

hombre saliendo marco

Tal vez no estés contento con tu trabajo, pero oyes que el desempleo aumenta y no puedes darte el lujo de quedar a la deriva. Aunque no esté bien pagado, como quisieras, te sientas explotado y, además, sin posibilidades de progresar, al menos te da la ilusión de estabilidad. Ni siquiera te das cuenta de que lo ves así porque el miedo domina tu vida.

La toma de decisiones que sabes necesaria queda aplazada indefinidamente y te dedicas a tu rutina por miedo a la incertidumbre. Te niegas la posibilidad de un cambio que seguramente te beneficiará, solo porque te aterra salir de tu zona de confort. Y te niegas, además, la oportunidad de mejorar. La absoluta resistencia al cambio es una señal de que el miedo domina tu vida.

Nos han dicho que soñar es un acto reservado a los idealistas. Muchos pregonan que renunciar a los sueños y a las esperanzas es un acto de madurez. En realidad, esa filosofía del conformismo la promueven solamente las personas que le temen al error o al fracaso. No se dan cuenta de que, quizás, uno de los más grandes fracasos puede ser el de no intentar vivir mejor, solamente por miedo.

mujer recostada

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.