Claves para salir de las malas rachas
Nos referimos a las «malas rachas» cuando nos suceden más cosas malas que de costumbre, durante un tiempo considerable. Pueden comenzar con un golpe duro, como una pérdida o un problema difícil de resolver. Después, más desafíos se suman, uno tras otro, y es entonces cuando comenzamos a sentir que estamos en una etapa en la que «todo nos sale mal».
Esto, por supuesto, afecta nuestra energía y ánimo y nos sumerge en un estado de pesimismo que nos hace sentir que el mundo perdió su color. Además, nos llena de miedo y quizás revive viejas inseguridades que dábamos por superadas.
Para salir de esta situación, es muy útil evitar la inacción, ser perseverante y cultivar una mentalidad positiva, a la vez que aceptamos que la vida puede ser injusta a veces.
1. Identifica el problema central
Aunque estos períodos se caracterizan porque todo parece ir mal, en general, suele existir un foco central. Puede que coincida con el elemento que le dio origen a la época difícil. Quizás fue una mala decisión, un despido laboral, una muerte cercana, una ruptura de pareja, un accidente o una enfermedad.
¿Reconoces cuál es ese elemento que tiene mayor peso? Precisarlo y dirigir tus esfuerzos hacia ese aspecto puede ayudarte a organizar las ideas y a resolver la mala racha desde su raíz.
2. Sé perseverante
Después de reconocer y analizar el problema, y una vez tomada una decisión sobre cómo enfrentarlo, llega el momento de tomar acción y ser perseverante con tu plan. Habrá días buenos y días malos, pero es importante mantener en mente tus objetivos y avanzar paso a paso. Celebra los pequeños logros y aprende de los errores.
3. Examina tu contexto mental
También, es crucial que revises tus ideas y pensamientos que están asociados a las dificultades. Por ejemplo, si «te dieron calabazas», puede que tengas pensamientos como «fue mi culpa» o «nunca seré feliz de nuevo». En caso de que el problema central sea el desempleo, podrías creer que eres incapaz o incompetente.
Durante las malas rachas, es común que los pensamientos se vuelvan algo pesimistas. Sin embargo, es fundamental que tomes consciencia de que estas creencias negativas parten de sesgos cognitivos. Para superar esta fase difícil, necesitas transformar tus pensamientos, no sustituyéndolos por opuestos, sino adoptando una perspectiva más realista.
4. No te quedes inmóvil, actúa
Uno de los efectos de vivir una temporada difícil es que puede hacer que te paralices. A lo mejor cuando todo comenzó reaccionaste con dinamismo, pero si las cosas siguieron mal, puede que hayas adoptado una postura pasiva, esperando que las cosas mejoren por sí solas.
Aunque no tengas la sartén por el mango, es crucial que tomes acción. Puede ayudarte ajustar tus expectativas y planes, para echar a andar. No idealices volver al estado anterior después de un revés; es importante aceptar los cambios y adaptarse. De las malas rachas se sale con humildad y actitud, no tiene más misterio.
5. Mantén tu mente positiva
Ya hemos dicho que la forma de pensar influye. Una investigación del psicólogo británico Richard Wiseman, publicada en el libro The Luck Factor, afirma que la suerte está ligada a la actitud y al comportamiento, y una de las claves principales es mantener el optimismo. Creer que las cosas saldrán bien aumenta las probabilidades de éxito. Es por ello que es esencial cultivar una mente positiva.
6. Aprende de la experiencia
Cada adversidad trae consigo lecciones valiosas. Tómate el tiempo para reflexionar sobre lo ocurrido, identifica qué puedes mejorar y cuáles aprendizajes puedes extraer para enfrentar futuros desafíos con mayor fortaleza. Se trata, también, de estimular la resiliencia.
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7. Acepta que la vida no siempre es justa
Es natural sentir frustración cuando las cosas no salen como esperabas, en especial después de haber invertido mucho esfuerzo. Sin embargo, aceptar que la vida a veces es impredecible e injusta es crucial para no quedarse atrapado en un ciclo de resentimiento o desánimo. Esto no significa resignarte, sino entender que algunas situaciones están fuera de tu control.
8. Anímate a pedir ayuda
Muchas veces llegamos a una acumulación de eventos desafortunados porque no hemos sabido pedir ayuda a tiempo. Buscar apoyo de amigos, familiares o abrirte a recibir ayuda profesional puede brindarte nuevas perspectivas y recursos para afrontar los desafíos.
Recuerda que pedir ayuda no es signo de debilidad o cobardía, por el contrario, es una gran muestra de autoconocimiento, humildad y valentía.
Entendiendo las épocas difíciles desde la psicología
Cuando acumulamos varios problemas consecutivos, a menudo nos resulta difícil creer lo que está sucediendo. Es común preguntarse: «¿por qué tengo tanta mala suerte?» o «¿qué hice mal para merecer esto?».
Ante esta situación, es interesante explorar algunos conceptos psicológicos que pudieron haber contribuido a la generación de lo que popularmente conocemos como una mala racha.
La teoría de los acontecimientos vitales estresantes (AVE)
Esta teoría sostiene que los eventos estresantes, como el divorcio o la pérdida de un empleo, tiene un impacto directo en el estado emocional de la persona. Esto puede reducir su capacidad de afrontamiento y llevarla a tomar decisiones no del todo adecuadas, lo que puede dar pie a un ciclo negativo.
Percepción selectiva
La percepción selectiva es un fenómeno psicológico donde una persona se enfoca más en ciertos aspectos que en otros, según sus expectativas o creencias. Al atravesar épocas difíciles, la percepción puede sesgarse hacia lo negativo, notando más los eventos desafortunados y pasando por alto los momentos positivos o las oportunidades. Este enfoque refuerza la sensación de estar en una mala racha.
Profecía autocumplida
En un período malo, si una persona cree que tiene mala suerte o que todo le sale mal, es probable que su comportamiento refleje esa creencia. Entonces, evita oportunidades nuevas por falta de confianza y toma decisiones impulsivas, lo cual eventualmente cumple la predicción de mala suerte. En psicología, este fenómeno se conoce como profecía autocumplida.
Si bien estos conceptos nos ayudan a entender cómo interpretamos y respondemos a las dificultades, es importante reconocer que la vida a veces nos presenta desafíos que escapan a nuestro control o influencia directa.
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Rompe con los patrones negativos
En momentos como estos, lo mejor que podemos hacer es identificar qué hábitos, decisiones o circunstancias están contribuyendo a la mala racha y considerar qué aspectos podemos cambiar o manejar de forma distinta. Romper con patrones negativos y ver las cosas desde otro ángulo puede marcar una enorme diferencia.
Sin embargo, no podemos ignorar que cualquier ser humano tiene altibajos en la vida. Experimentar épocas difíciles es una parte natural del proceso de vivir y crecer. Además, es una oportunidad para aprender y, por qué no, hacernos más fuertes.
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