¿Cómo identificar un brote psicótico?

Las alucinaciones y las creencias delirantes son indicativos claros de que alguien experimenta un estado de desconexión con la realidad. Conoce otros signos que ayudan a detectar estos episodios.
¿Cómo identificar un brote psicótico?
Sharon Laura Capeluto

Escrito y verificado por la psicóloga Sharon Laura Capeluto.

Última actualización: 01 mayo, 2024

Un brote psicótico es un episodio temporal en el que se pierde contacto con la realidad, por lo que se deben identificar sus síntomas a tiempo. Durante este período, se evidencian dificultades para distinguir entre lo que es verdad y lo que no. Es posible ver o escuchar cosas que no existen y desarrollar creencias delirantes, como la idea de ser vigilado o perseguido.

Rara vez la persona es consciente de lo que sucede, de modo que es poco probable que busque ayuda por iniciativa propia. Por eso, es importante que quienes la rodean sean capaces de detectar lo que ocurre y actuar de inmediato para obtener asistencia.

Posibles causas de un brote psicótico

Esta ruptura de lo real puede originarse por diversas razones, destacando la esquizofrenia y el trastorno paranoide entre las más comunes. Además, los trastornos del estado de ánimo, como la depresión mayor con características psicóticas, y algunas condiciones médicas, como la demencia, también desencadenan episodios de este tipo.

Por otro lado, investigaciones sugieren que el consumo de la marihuana puede provocar síntomas psicóticos en personas sanas, en especial cuando se combina con otros factores de riesgo. Lo mismo con el uso de otras drogas alucinógenas como el LSD y psilocibina (presente en algunos hongos).



Síntomas para identificar un brote psicótico

Aunque prever un brote psicótico no es sencillo, a veces aparecen signos tempranos, llamados síntomas prodrómicos. Estos incluyen cambios en el estado de ánimo, dificultades para dormir, irritabilidad y descuido de la apariencia e higiene personal. Sin embargo, tales indicios suelen ser sutiles, lo que dificulta su detección.

Ahora bien, cuando la desconexión con la realidad es un hecho, es posible que los síntomas se vuelvan más evidentes para quienes están alrededor, pero, aclaremos, esto no sucede en todos los casos.

1. Alucinaciones

Las alucinaciones son percepciones sensoriales que ocurren sin un estímulo externo real. Por ejemplo, la persona ve, escucha e incluso huele algo que no está presente en la realidad.

En casos de un brote psicótico relacionado con la esquizofrenia, estas percepciones falsas tienen a ser auditivas. En tales circunstancias, la persona oye voces con contenido amenazante o imperativo.

En cambio, cuando el episodio está enmarcado en otros trastornos psicóticos o es inducido por el consumo de sustancias, es probable que las alucinaciones visuales sean las más predominantes. Llegan a percibirse destellos luminosos o figuras complejas.

2. Delirios

Otro de los síntomas fundamentales para identificar un brote psicótico es la presencia de delirios. Se trata de creencias firmes y erróneas que la persona sostiene, a pesar de la falta de evidencia. Pueden tomar diferentes formas, como ideas místicas, de grandeza o delirios de persecusión (característicos del trastorno paranoide).

En este último caso, el individuo puede creer que es perseguido, observado o que los demás conspiran en su contra, expresando comentarios como los siguientes:

  • «Mis vecinos instalaron cámaras en mi casa para vigilarme».
  • «Mi padre está envenenando el agua del grifo para hacerme daño».
  • «Estoy convencido de que un grupo secreto está interceptando mis correos electrónicos».

3. Imposibilidad de mantener una conversación coherente

También puede observarse la alogia, que es el empobrecimiento de la cognición y se refleja en un discurso incoherente y poco fluido. Esto se manifiesta cuando la persona salta de un tema a otro sin una conexión lógica, tiene dificultades para seguir el hilo de la conversación o expresa ideas confusas.

4. Llanto o risa sin motivos aparentes

Se suma como síntoma la conducta o expresión emocional exagerada, extravagante y sin una relación directa y proporcional con los estímulos de la realidad. Por ejemplo, reírse a carcajadas o llorar con desconsuelo de manera repentina, incluso ante situaciones que no provocarían tales respuestas emocionales.

5. Aislamiento

Durante una crisis psicótica, es común que la persona se aísle debido a la carga emocional y experiencias internas que enfrenta. En estos casos, quizás se retire de las actividades sociales habituales, evite el contacto con amigos, deje de asistir al trabajo y, en situaciones extremas, llegue a abandonar su propio hogar.

6. Cambios en la forma de vestir y actuar

Al ser tan notable, este síntoma, a menudo, genera sorpresa y confusión en aquellos que están cerca. Una persona que vive un episodio psicótico, es capaz de adoptar una vestimenta excéntrica, cambiar drásticamente su estilo habitual o manifestar un comportamiento más errático, impredecible y agresivo.

Dichos cambios pueden ser reflejo de la alteración de su percepción con la realidad y su estado emocional. Por lo tanto, es importante prestar atención a ellos y buscar asistencia profesional para abordar la crisis psicótica de manera efectiva.

7. Movimientos atípicos

Debido a la desconexión con la realidad, también surgen movimientos poco usuales como posturas rígidas, conocidas como catatonia, en las que la persona permanece inmóvil o adopta posiciones extrañas. Asimismo, tal vez evidencie movimientos impredecibles, como deambular sin un rumbo fijo.

¿Cuáles son las secuelas?

Las secuelas de un brote psicótico varían en función de la gravedad de la crisis, la duración de la misma y los factores detonantes. No obstante, en términos generales, una de las principales repercusiones es el malestar emocional que persiste aún después de que los síntomas pasaron.

Una vez que el brote cesa, es posible que la persona tenga una sensación de haber perdido por completo el control sobre sí misma, acompañada de estrés y confusión. También, es probable que deba enfrentar estigma y discriminación, debido a la falta de conciencia social sobre este tema.

¿Cómo es el tratamiento de un brote psicótico?

Una vez que se logra identificar el brote psicótico, el tratamiento dependerá de cada caso. Pero suele basarse en la combinación de psicoterapia y medicamentos antipsicóticos. La terapia psicológica ayuda a la persona a manejar sus pensamientos y emociones.

Además, la contención de seres queridos, así como la participación en grupos de apoyo, resultan cruciales en esta instancia.

Y el acompañamiento profesional es imprescindible. Cumplir el plan de tratamiento indicado, así como asistir a citas regulares de seguimiento para monitorear el progreso, es muy importante porque, en la medida de lo posible, contribuyen a prevenir un nuevo episodio.



Conocer sobre este tema de salud mental es básico para abordarlo

Ya aprendimos a identificar un brote psicótico a través de sus principales formas de manifestación, destacando la importancia de buscar ayuda profesional tan pronto como sea posible.

Pero si hay algo esencial en este contexto, es el diálogo abierto sobre este y otros temas de salud mental. Es así que se logran desterrar estigmas y fomentar tanto la comprensión como el apoyo hacia quienes enfrentan desafíos emocionales y psicológicos complejos. En definitiva, todos buscamos una sociedad más empática y solidaria, donde podamos sentirnos seguros y valorados.


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