Ley de pregnancia de la Gestalt: características y ejemplos
La ley de pregnancia o de la buena forma es uno de los diversos principios que los psicólogos de la Gestalt desarrollaron para explicar cómo la mente organiza e interpreta las percepciones. Esta ley resalta la relevancia que tiene lo simple para agrupar elementos en una estructura clara y significativa.
La armonía y el ahorro de esfuerzo cognitivo son aspectos inherentes a esta ley. En este artículo, describiremos otras de sus características, daremos algunos ejemplos y explicaremos cómo se aplica en algunos contextos.
¿Qué es la Gestalt?
La psicología de la Gestalt fue una escuela experimental y teórica alemana fundada por Max Wertheimer, Kurt Koffka y Wolfgang Köhler. Su principal objetivo era entender cómo la mente organiza e interpreta las percepciones.
El término alemán «Gestalt» significa ‘figura’, ‘forma’ o ‘configuración’.
Esta teoría tuvo su auge en la primera mitad del siglo XX. Emergió como una nueva forma de comprender la percepción, en contraposición al estructuralismo de Whilhelm Wundt. La comprensión estructural del mundo que reinaba, hasta entonces, sostenía que la percepción era el producto de la combinación de elementos más pequeños, conocidos como sensaciones.
Con el surgimiento de la Gestalt y sus leyes esta visión cambió. Para esta nueva escuela, la percepción no es la adición de componentes, sino un todo organizado diferente a la suma de sus partes.
Veamos un ejemplo. Para un estructuralista como Wundt, antes de percibir un rostro es necesario percibir primero sus partes (cejas, ojos, boca…); pero, para los teóricos de la Gestalt, el rostro se percibe mucho antes de percibir sus componentes. En este caso, lo que se procesa son unidades completas, compactas y significativas, y no fragmentos aislados que se concatenan. Se percibe el todo y no solo las partes.
Las leyes de la Gestalt de la organización perceptual
El interés por el «todo» motivó a los psicólogos de la Gestalt a enfocarse en la formulación de principios que explicaran la organización perceptual. El desarrollo teórico y práctico en este sentido los llevó crear las famosas leyes de la organización perceptual.
Estas leyes son un conjunto de reglas que aclaran cómo los seres humanos organizamos las partes pequeñas en un todo coherente. Veamos algunas de las más conocidas:
- Ley de semejanza: las cosas que son iguales parecen estar agrupadas.
- Ley de continuidad: las formas y patrones se perciben de tal modo que parezcan continuas.
- Ley de la proximidad o la cercanía: los elementos cercanos se perciben agrupados.
- Ley de destino común: las partes de un todo que se mueven en la misma dirección parecen estar agrupadas.
- Ley de la familiaridad: las cosas tienden a verse agrupadas, si estas son familiares o significativas.
- Ley de conexión de elementos: las partes que están conectadas se perciben como una unidad.
- Ley de sincronía: lo que ocurre al mismo tiempo se percibe junto.
- Ley de región común: los componentes que comparten un mismo espacio se perciben agrupados.
Aunque los teóricos de esta escuela apelaron al término de «leyes» para describir la organización de las percepciones, la mayoría de los investigadores y psicólogos de la percepción prefieren llamarlas principios. Incluso, algunos las nombran como heurísticos porque no funcionan en todos los momentos, sino en algunas circunstancias precisas o ante problemas particulares.
¿Qué es la ley de pregnancia?
La palabra pregnancia es el equivalente español del concepto alemán pragnanz, que significa ‘concisión’ o ‘bien delineado’. Esta ley es conocida también como ley de la simplicidad o ley de la buena figura.
En su libro Sensación y percepción, Bruce Goldstein señala que este principio sostiene que «todo conjunto de estímulos se percibe de forma tal que la estructura que genera es la más simple». Esta regla es la más fundamental de la Gestalt. Es el reflejo perfecto del ahorro de recursos de la mente.
Observa la siguiente imagen tomada del libro de Goldstein:
Cuando vemos los anillos olímpicos, solemos percibir la forma de la figura (A) porque es la estructura más sencilla posible. A pesar de que la figura (B) es una opción totalmente factible, la mente no suele verla porque es más compleja.
Veamos otra ilustración de Goldstein sobre esta ley:
Esta imagen es un ejemplo de la reinterpretación hacia lo más simple.Entre tantos puntos negros y blancos, nuestra mente organiza estos elementos y crea la imagen simple de un dálmata olfateando el suelo. En medio de la complejidad o la ambigüedad de estas manchas, el cerebro reinterpreta la escena de la forma más fácil y familiar.
En la siguiente imagen, Bruce Goldstein nos deja otro increíble ejemplo de la ley de pregnancia. En lugar de percibir veinticuatro partes diferentes, repartidas a lo largo del espacio, vemos un cubo o hexaedro porque es la representación más sencilla de todas.
Características de la ley de la pregnancia
A partir de los ejemplos y las explicaciones presentadas, podemos deducir varias cualidades destacadas de este principio. Veamos cuatro de sus características esenciales.
1. Simplicidad
Como ya hemos mencionado, su rasgo distintivo es la sencillez en la organización de las percepciones. Siempre veremos la versión más fácil entre todas las posibilidades. Es la aplicación perceptiva de la navaja de Ockham o principio de parsimonia, que establece que la explicación más simple es la más probable.
2. Coherencia
Otra característica clave es que la representación final no solo es simple, sino también coherente. Tiene un orden y una estructura definida que refleja la agrupación de los elementos del todo. Por este motivo, las figuras y patrones percibidos a partir de esta ley tienen un significado y sentido visible.
3. Equilibrio
Entre lo simple y coherente, la ley nos permite también percibir formas simétricas y proporcionadas. Estas cualidades le brindan mayor regularidad a las figuras y patrones, lo que facilita su percepción.
4. Economía perceptiva
Mediante esta ley y su inherente ahorro de recursos, la mente puede rendir de manera funcional, sin gastar tanta energía o invertir mucho esfuerzo cognitivo. Esta característica es la que la convierte en una de las leyes de la organización perceptual favoritas del cerebro.
Aplicación de la ley de pregnancia
En el mundo del mercadeo es empleada para crear publicidades persuasivas, capaces de influir sobre las decisiones de las personas. Mediante la simplicidad, la buena continuidad y el orden, mejora la percepción de los estímulos. Aquí algunas de sus diversas aplicaciones:
- Realización de logos: un buen logo le permite a una empresa o marca hacerse reconocida y familiar ante los consumidores. Para conseguirlo, los diseñadores usan, entre otras leyes y principios, la ley de pregnancia, ya que les permite convertir una idea en una imagen simple, fácil de recordar y significativa.
- Diseño de experiencias de usuario (UX): A través de esta ley, se pueden crear interfaces sencillas y fáciles de manipular para los usuarios. Quitarle complejidad a la navegación es, sin duda, un factor clave que hará que una persona permanezca en una página web.
- Señales de tráfico: las señales en las carreteras deben ser claras y muy sencillas para facilitar la visibilidad y la comprensión de los conductores. Debido a sus características, la ley de la buena figura ha encontrado un nicho de aplicación importante.
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La sencillez destaca más que la complejidad
La ley de la buena figura es un principio en el que la complejidad se descarta en favor de lo fácil. Lo sencillo tiene mayor prioridad. En este artículo, hemos revisado este principio central para la Gestalt y aprendimos que la estructura que emerge de una serie de patrones o imágenes siempre va a ser la menos difícil.
También, describimos sus principales características y detallamos la importancia que tiene para el marketing y el desarrollo de páginas web. Mediante esta ley, las personas y las empresas pueden llegar con mayor facilidad a los consumidores y mejorar las experiencias de usuarios.
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