¿Qué es la filosofía moderna? Todo lo que debes saber

Filósofos modernos marcaron escuelas como el empirismo y el racionalismo; pesadores de la talla de René Descartes, Immanuel Kant y Friedrich Hegel son algunos de sus principales exponentes. Conoce más en esta lectura.
¿Qué es la filosofía moderna? Todo lo que debes saber

Escrito por Jennifer Rojas

Última actualización: 15 julio, 2024

La filosofía ha evolucionado a lo largo de los siglos, adaptándose y respondiendo a las necesidades y el contexto de cada época; la etapa moderna no fue la excepción, pues se trata de uno de sus períodos más significativos.

En particular, durante la modernidad lo filosófico se caracterizó por la ruptura con las tradiciones medievales y sentó las bases del pensamiento contemporáneo. A continuación, descubriremos el énfasis que esta fase puso a la razón, desterrando las explicaciones religiosas para construir el conocimiento.

¿Qué es la modernidad en la filosofía?

Esta es una etapa del pensamiento filosófico caracterizada por la importancia concedida a la razón humana. Se desarrolló desde el siglo XVII hasta el XIX, y se toma la muerte del filósofo Friedrich Hegel (1770-1831) para marcar su final.

René Descartes (1596-1650), con su teoría racionalista, suele considerarse como quien inició esta fase de quiebre entre el pensamiento medieval y el moderno. En particular, la modernidad se vincula con el proceso de secularización, referente a la ruptura y progresivo distanciamiento de la religión en el conocimiento.

Es así como dicho pensamiento desplaza a Dios de sus reflexiones y trae al centro de la discusión al ser humano y su razón. Esto vino acompañado de la Revolución Científica, es decir, el desarrollo de la ciencia experimental. De esta manera, los grandes temas de este período serán la naturaleza, el alma y el ser humano.



Antecedentes

Si bien el siglo XVII suele considerarse el inicio de la filosofía moderna, algunos autores consideran que es posible rastrear antecedentes de ella en épocas anteriores.

El nominalismo propuesto por Guillermo de Ockham (1285-1349) supuso un primer punto de separación entre fe y razón. Esta teoría consideraba que las esencias universales no eran más que ficciones mentales. Por lo tanto, las realidades no sensibles como Dios y el alma eran cuestiones de fe y no un ámbito accesible para lo razonable.

Además, el nominalismo fue una base para asentar la teoría empirista moderna. Y es que, según la interpretación que realizó de Ockham, el conocimiento válido solo es lo sensible y susceptible de conocerse.

Por su parte, el Renacimiento, que tuvo lugar en el siglo XIV, marcó un hito filosófico al centrar su atención en el humanismo, una corriente que ensalza la figura humana y su dominio sobre el mundo.

Ambas tendencias enriquecen la disciplina con la valoración de la razón humana. Asimismo, prescinden de la necesidad de apelar a entidades superiores, como la figura de Dios.

Características del pensamiento moderno

El centro de la reflexión de la filosofía moderna es ¿cómo el sujeto puede conocer el mundo que lo rodea? La ciencia y lo filosófico se unen en un todo para dar respuesta a esta cuestión, a través de lo que suele denominarse «giro antropológico», el cual contempla las siguientes características.

Antropocentrismo

Distinto a la Edad Media, cuando la esencia de la reflexión filosófica era Dios, en la Edad Moderna las verdades ya no tenían su fuente en la revelación divina. En su lugar, la racionalidad se emancipa y se vuelve autónoma respecto de la autoridad de las Sagradas Escrituras.

Este carácter de la época lleva el nombre de antropocentrismo, es decir, el ser humano se convierte en el eje de toda reflexión. Se produce un desplazamiento del teocentrismo medieval o la creencia en Dios como núcleo de toda realidad y certeza.

Naturaleza

A lo largo de la filosofía moderna, la naturaleza se convierte en una incógnita que el sujeto pensante debe desvelar. El auge de la ciencia experimental y la técnica de la época jugó un rol importante para explorar y explotar el mundo que nos rodea.

Con este propósito, el campo filosófico toma como objeto de estudio la naturaleza e incorpora los descubrimientos de la ciencia moderna. Este es el trabajo que realizaron pensadores como René Descartes en su obra Meditaciones metafísicas (1641) e Immanuel Kant en su Crítica a la razón pura (1781).

Mecanicismo

Si la ciencia experimental estuvo centrada en el estudio de la naturaleza, ello se debe a la Revolución Científica del siglo XVII. Este ciclo estuvo dominado por el mecanicismo, un paradigma que explicaba los fenómenos naturales desde las causas y los efectos físicos. A partir de él, se creía que la naturaleza funcionaba como una máquina o mecanismo.

Por supuesto, todos estos desarrollos tuvieron como columna la ciencia empírica y experimental. Y lo filosófico debía tener en cuenta estos descubrimientos a la hora de pensar la realidad, para relacionarse con lo científico.

Unicidad de la ciencia y el método

Es en la época de la modernidad cuando se tiende a pensar que la ciencia puede ser única. Esta interpretación sugiere que tanto la forma en que conocemos la realidad como el sujeto que llega a conocer solo pueden ser uno. Atendiendo a tal perspectiva, los esfuerzos de los filósofos estuvieron centrados en descubrir un método universal capaz de aplicarse a toda ciencia posible.

Y el paradigma perfecto para ello lo encontraron en las matemáticas, por su rigurosidad y exactitud. Así, la filosofía incorpora el método gracias a la irrupción de las ciencias experimentales fundamentadas en la matemática moderna.



Principales representantes de la filosofía moderna

El pensamiento moderno se dividió en empirismo y racionalismo. El primero sostiene que el conocimiento verdadero es la experiencia. Por su parte, la corriente racionalista destacaba el papel de la actividad racional del sujeto que conoce y desestimaba lo real empírico.

La principal diferencia entre tales posturas es el punto de partida: mundo concreto para unos, sujeto y consciencia para otros; los filósofos modernos se asentaron en una u otra de estas corrientes. Veamos las figuras más destacadas de ese entonces.

Thomas Hobbes (1588-1679)

Este inglés se conoce por su filosofía política, la cual exalta el carácter absolutista del Estado. Una de las frases representativas de Tomas Hobbes es «el hombre es un lobo para el hombre».

Él también postula una teoría empirista del conocimiento, fundamentada en la experiencia sensorial. De acuerdo con esto, solo podemos conocer aquello que percibimos a través de nuestros sentidos. La perspectiva de Hobbes lo lleva a rechazar la existencia de verdades absolutas, en consonancia con el clima de la época.

René Descartes (1596-1650)

Sintetizado en su famosa frase «pienso, luego existo», René Descartes otorgó un importante papel a la conciencia y la razón en la construcción del conocimiento. Se suma a ello la duda metódica utilizada para conocer las verdades indubitables.

Asimismo, este intelectual contribuyó a la filosofía de la ciencia gracias a la utilización del método deductivo y la matematización de la realidad. Se puede apreciar cuán moderno es su pensamiento si consideramos su enfoque racionalista y la gran confianza que otorga a la razón humana para conocer.

John Locke (1632-1704)

De acuerdo con la teoría del conocimiento que expone John Locke en su obra magna Ensayo sobre el entendimiento humano (1690), el ser humano no posee ideas innatas.

En cambio, el representante del empirismo inglés propone su doctrina de la tabula rasa, para sostener que nuestra mente se llena por medio de la experiencia, que puede ser interna o externa. La primera reflexiona y la segunda nos produce la sensación.

Baruch Spinoza (1632-1677)

El proyecto filosófico de Baruch Spinoza tenía como objetivo descubrir la verdad que da sentido a la vida. En este aspecto, trata de hallar aquella certeza que otorgue felicidad al ser humano.

Mediante libro Ética demostrada según el orden geométrico (1677), orientado hacia el método geométrico sintético, Spinoza pretende avanzar de lo más recóndito y complejo hacia lo evidente y claro. El punto de partida de esta indagación filosófica es Dios, considerado como sustancia infinita que existe por sí misma.

Immanuel Kant (1724-1804)

Con la figura de Immanuel Kant se abre una nueva era en la filosofía moderna. Esto se debe a una síntesis entre racionalismo y empirismo, de acuerdo con la cual existe una unión entre lo universal y la experiencia sensible.

La pregunta que guía el pensamiento de Kant es qué y cuánto puede conocer el entendimiento y la razón, con independencia de la experiencia. Lo que se encuentra detrás de esta formulación es el cuestionamiento por los límites, la fuente y la extensión del conocimiento metafísico. Recordemos que las verdades de orden trascendente dejan de ser una cuestión de fe para pasar a ser asunto de la razón.

Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831)

Entender la teoría de Friedrich Hegel resulta todo un reto, pero es muy importante para comprender el devenir del pensamiento filosófico posterior. Él inicia su reflexión al considerar que la razón es por completo independiente y absoluta.

Uno de los rasgos del pensamiento de este alemán es que existe una identificación entre sujeto y objeto, característica que fue borrada por casi la mayoría de los filósofos anteriores. Así, la disciplina se erige por primera vez como la expresión del autoconocimiento que la razón hace sobre sí misma gracias al movimiento dialéctico.



La modernidad dejó un gran patrimonio intelectual

A partir del pensamiento moderno hay un antes y un después en la historia del conocimiento. En primer lugar, este exaltó la importancia del ser humano como objeto y sujeto del saber, asunto de capital importancia para el desarrollo del existencialismo, por ejemplo.

Otro aspecto destacable de esta etapa es el gran progreso que hubo no solo de las ideas. La filosofía se nutrió de la Revolución Científica del siglo XVII y acompañó con su reflexión el desarrollo de la ciencia. En conclusión, estos hechos nos invitan a pensar sobre la valiosa capacidad racional que tenemos y las ansias por la búsqueda de la verdad.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.