Abraham Maslow: biografía del hombre que apostó por el potencial humano
Abraham Maslow fue uno de los fundadores de la psicología humanista. Un enfoque basado en las necesidades y la autorrealización del ser humano. De hecho, su teoría de la autorrealización y su pirámide de jerarquías cobraron especial relevancia. Ambas se mantienen hasta el día de hoy en los programas de Psicología en todas las Universidades.
Así, Maslow se interesó por el estudio de la psicología del hombre sano. Lo hizo como complemento al trabajo de los psicoanalistas y a los conductistas que se ocupaban de las personas con comportamientos neuróticos.
Fue un brillante psicólogo que dedicó su vida al estudio y rompió con la psicología del momento, abriendo una nueva visión dentro de su campo de trabajo. Como ocurre con casi todos los pioneros, sus teorías revolucionaron el mundo académico y en principio fueron rechazadas por los psicólogos más convencionales.
A continuación, repasamos la vida de un hombre cuyo trabajo ha influido en áreas tan diversas como la educación y el mundo de la empresa.
Su vida
Abraham Maslow nació en Brooklyn, Nueva York, en 1908. Parece que su infancia no fue demasiado feliz. Fue un niño solitario que se sentía rechazado por sus compañeros de clase por ser de origen judío. Maslow recordaría su infancia entre libros. Recibió de sus padres una estricta educación que lo convirtió en un alumno brillante. Empezó a estudiar Derecho en el City College de Nueva York. Pero terminó por abandonarlo cuando, finalmente, descubrió que lo suyo era la Psicología.
Se marchó a la Universidad de Wisconsin donde se doctoró en 1934. Ese mismo año publicó su primera jerarquía de necesidades, aunque la completaría más tarde. Al año siguiente volvió a Nueva York, donde pasó un tiempo trabajando con Alfred Adler, que se convirtió en su mentor.
En esta época se relaciona con varias eminencias de la psicología como fueron Karen Horney, Erich Fromm y Max Wetheimer. Tres personalidades, que junto a Albert Einstein fueron los modelos que Maslow tomaría para sacar notas y conclusiones que aplicaría a su Teoría de la Autorrealización. Sentía gran admiración por ellos y pensaba que eran un ejemplo de autorrealización del ser humano.
Desde el año 1935 hasta 1951 ejerció como profesor en la facultad de Brooklyn de la Universidad de Nueva York. Es entonces cuando se traslada a la Universidad de Brandeis, en Boston, donde lideró el departamento de Psicología y trabajó con Kurt Goldstein. En esta etapa de su vida, Abraham Maslow realizó varias investigaciones y desarrolló completamente su pirámide de las necesidades. Por entonces estaba considerado ya como un líder de la psicología humanista.
El enfoque humanista de Abraham Maslow
Durante toda su vida, Abraham Maslow sintió una gran admiración por personas que él calificaba como excepcionales. Maslow rechazaba el método único para el estudio de la psicología humana.
Su propuesta era integrar el conductismo y el psicoanálisis en un sistema más amplio, holístico y que incluyera a las personas que no presentaban neurosis. Al contrario de lo que muchos piensan, Maslow no estaba en contra del Conductismo ni del Psicoanálisis. Él interpretaba el Humanismo como la parte que le faltaba a estas dos escuelas.
Su foco de interés lo mantuvo en las necesidades de crecimiento humano y la culminación del mismo, la autorrealización, que comprendía todo el potencial de cada persona. Maslow, junto a Gordon Allport, Carl Rogers, Victor Frank y Eric Fromm, entre otros, habían creado lo que se conoce en psicología como la Tercera Fuerza. Para el movimiento Humanista es esencial cómo la persona se descubre a sí misma. Se la considera consciente y con capacidad de elección y basa sus preceptos en la dignidad del ser humano.
Su trabajo
La teoría de la autorrealización de Maslow postula que el hombre es un todo integrado y organizado. Defiende que cada individuo posee unas necesidades jerárquicas que deben satisfacerse. Estas necesidades son fisiológicas, afectivas y de autorrealización y deben ser resueltas desde la base de la pirámide, que son las fisiológicas, de seguridad, afectivas y de autoestima. de este modo consigue avanzar hacia la autorrealización que es la cumbre de la pirámide. Maslow sostenía que el objeto de la terapia debe dirigirse hacia la integración del individuo como ser humano.
Para Maslow, la motivación del ser humano es la necesidad. Utilizó el término meta motivación para definir a las personas que exploran más allá de las necesidades básicas para alcanzar la autorrealización. Además, acuñó el término “peak” o “experiencia cumbre”. Un fenómeno que suelen darse en personas autorrealizadas en momentos muy intensos en los que se sienten especialmente vivas e inmersas en su propia experiencia. Su trabajo quedó reflejado en libros como Motivación y Personalidad, publicado en 1954, Psicología del Ser, 1962 y La Psicología de la Ciencia, 1966.
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