Qué es la "terapia de choque" en el amor y cuáles son sus riesgos
La “terapia de choque” en el amor es un término acuñado en plataformas como TikTok, en el que se propone sumar todos los aspectos negativos de una relación tormentosa, con el fin de crear un shock emocional antes de la ruptura. Su difusión en redes sociales le brindaron popularidad y, aunque en estas plataformas la comparten, su uso y efectos no cuentan con respaldo psicológico ni científico.
No tiene nada que ver con los métodos psiquiátricos de antaño para tratar afecciones mentales, menos con técnicas terapéuticas o abordajes profesionales para atender problemas de pareja. Tampoco con el contacto cero para evitar a esa persona tras terminar la relación. Se basa en cargar decepciones amorosas hasta sentir que ya no se puede más, acabar con el vínculo y apoyarse en esas vivencias para no volver jamás. Esta perspectiva supone riesgos emocionales importantes. Indaguemos en ello.
¿Cómo funciona la “terapia de choque” en el amor?
También llamada contacto de choque en el amor, esta estrategia busca abrir los ojos de uno de los miembros de la pareja de manera abrupta. El propósito es hacerle consciente de las fallas, problemas y el sufrimiento en la relación, hasta que la persona no aguanta más y la ruptura es definitiva. No obstante, este comportamiento está estrechamente ligado con la toxicidad en los vínculos, donde los involucrados adoptan roles pasivo-agresivos que prolongan los conflictos.
Es fundamental enfatizar, de nuevo, que no es considerado un abordaje psicológico profesional, no es una terapia en sí; más bien se trata de experimentar, por cuenta propia, emociones fuertes dentro del vínculo, hasta desengañarse y entender que estar con esa pareja no es lo más sano. Esto se asocia con el apego desorganizado que, como señala un artículo de la Unifranz, evidencia un comportamiento inconsciente que impide regular las emociones.
El contacto de choque básicamente implica quedarse a vivir el daño emocional, psicológico y todo lo malo, al límite de ver como única salida terminar con esa persona. Plantea atravesar el duelo de la ruptura antes de que suceda. Pero no hay evidencia de que, en realidad, funcione como duelo anticipado. Por el contrario, esto podría afectar la salud mental o normalizar dinámicas dañinas en la relación.
Con este método, si tu pareja te hace menos, te quedas ahí. Cuando descubres una infidelidad, perdonas y continúas, aunque este patrón se repita. Pese a que la comunicación falle, sigues intentándolo. Siempre decides estar. Pero lo que haces es cargar con todas estas situaciones intensas y dolorosas en una relación tóxica que se aproxima a un final inminente.
Si bien esta estrategia puede marcar el final rotundo de una pareja, en ocasiones se usa para poner límites en la relación. Pero esto tampoco es garantía de que el vínculo superará los obstáculos.
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Riesgos del contacto de choque en el amor
Al no ser un enfoque psicoterapéutico como tal, la “terapia de choque” en el amor puede ser un riesgo porque alarga el padecimiento en la relación, que es lo que se evita en abordajes aceptados por la psicología. Quizás, durante el proceso, tienda a normalizarse la violencia en la pareja, en cualquiera de sus formas. Entonces, quedarse y aguantar impactan de modo negativo y se refleja en lo siguiente.
Daños a la autoestima
Los conflictos de cara al desenamoramiento hacen que la persona sienta inseguridad, tanto de la relación, como en sí misma. Hay cuestionamiento del valor propio, invalidación y poco a poco te pierdes.
En estos contextos, se socava la autoestima por la minimización de sentimientos, la desestimación de emociones, ignorar opiniones y minusvalorar las experiencias del otro, refiere la Asociación Española de Psicología Sanitaria. En una relación sana no se pone en juego la confianza y se le da validez a la voz y las acciones de la pareja.
Ansiedad y estrés
La incertidumbre por no saber en el momento en que acabará la relación y la demora del cierre emocional que esto supone, derivan en ansiedad y estrés. En este escenario, aumentan las discusiones, la irritabilidad está a flor de piel, desmejora la intimidad, etc. Al dilatar la ruptura se elevan los niveles de angustia y, como todo rompimiento, lo que sucede es una experiencia altamente estresante que predispone más a la depresión.
Sufrimiento emocional
Cuando los problemas de pareja son constantes, pero aguantas sabiendo cuánto te lastiman, intensificas el daño. El choque en el amor agrava las sensaciones de miedo, confusión, vergüenza, culpa y es posible desarrollar codependencia o cierto apego hacia la otra persona.
Este desgaste emocional conduciría al rompimiento y, tal vez, eliminaría las posibilidades de una reconciliación. Además, como explica un artículo de la revista Academo, puede afectar en gran medida el bienestar psicológico y físico.
Prolongación del duelo
Te concentras tanto en apilar lo negativo y sentir el dolor que quizás, cuando en realidad terminen, te saltes alguna de las fases del duelo. Así abres la posibilidad de una recaída en la que, en lugar de estar en la etapa de aceptación para seguir con tu vida, te devuelvas a la ira o la depresión, por ejemplo.
Desconfianza en nuevas relaciones
Esta técnica no trata los problemas subyacentes de la relación. En consecuencia, es posible que con una nueva pareja estos vuelvan a presentarse y no cuentes con el aprendizaje para hacerles frente. Entonces, tal vez te envuelvas en un ciclo repetitivo de desconfianza y otros comportamientos que dañan el amor y que perjudicarán tus vínculos futuros.
Considerarás, como la vez pasada, que la mejor alternativa es aguantar tanto como puedas hasta que la única salida sea terminar. Pero lo conveniente sería reconocer los errores propios y de la otra persona, para no reforzar las conductas problemáticas, sino transformarlas en algo positivo o dar un paso al lado, en caso de no ver solución.
Marcharse a tiempo siempre será lo mejor
Ciertamente, la “terapia de choque” en el amor podría entenderse como el punto de partida para transformar de forma positiva tu vida. Pero existen formas más sanas de afrontar una ruptura que exponerse al sufrimiento. Si sientes que la chispa se apaga, pero consideras que queda esperanza, sería útil intentar con la terapia de pareja. También conviene buscar apoyo de familia y amigos, conocer nuevas personas y procurar que la separación (cuando ocurra) sea positiva.
Recuerda que el contacto de choque no cuenta con aval psicológico y que el rompimiento pasaría de ser una experiencia constructiva para ambos, a un acontecimiento lleno de remordimientos. No se trata de hacerse el más fuerte, sino de saber cuándo es mejor marcharse. En las relaciones saludables se cuida el lazo, se fomenta la comunicación, hay crecimiento para los dos y se cultiva el amor propio. ¡Todos merecemos una!
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