Experimento de la caja de Skinner: objetivos y resultados

El psicólogo B.F. Skinner asentó con su investigación las bases del condicionamiento operante. Nos demostró que las consecuencias de una conducta determinan la probabilidad que esta se repita o no en el futuro.
Experimento de la caja de Skinner: objetivos y resultados
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 26 septiembre, 2024

Si te pidiéramos que pensaras en uno de los experimentos más clásicos de la psicología, es muy posible que te venga a la mente un animal aislado en una cámara presionando una palanca. En efecto, esta imagen representa la caja de Skinner, una de las investigaciones que más impacto tuvo en la historia de esta disciplina.

Dicho trabajo asentó las bases de la teoría del condicionamiento operante y nos permitió, a su vez, comprender un poco mejor el comportamiento. Lo que logró este psicólogo, filósofo e inventor fue establecer el fundamento empírico sobre cómo nos afecta la presencia de unos refuerzos o castigos en nuestro día a día. Un elemento clave ya hoy instaurado en muchos sectores de la cotidianidad.

Explicación de la caja de Skinner: antecedentes y propósito

Burrhus Frederic Skinner, padre del conductismo radical, tenía claro que el comportamiento humano podía moldearse mediante un proceso conocido como condicionamieto operante. Ahora bien, una cosa era estar convencido de ello y otra era probarlo de manera científica. Según su opinión, la conducta no depende en exclusiva del mundo interno de la persona, es decir, de los procesos mentales.

De acuerdo con este eminente psicólogo, nuestro aprendizaje está determinado por los factores externos que nos rodean y por cómo nos afectan. A diferencia del condicionamiento clásico, en el que importan más los estímulos, en el operante son decisivas las consecuencias. Y para demostrar las bases de este proceso, Skinner llevó a cabo un experimento tan pionero como decisivo. Lo analizamos.



¿Cuál era la finalidad del experimento «caja de palanca»?

Skinner llamó a su experimento «caja de palanca» y estaba inspirado en las cajas rompecabezas de Edward Thorndike, con las que este último probó la ley del efecto. Su objetivo era entender mejor el comportamiento operante, un tipo de aprendizaje en el cual toda conducta puede modificarse por sus consecuencias. Aquello que le pasa a un sujeto en un contexto tiene un efecto en lo que siente, piensa y hace.

Este trabajo, realizado en 1936, fijó los cimientos de la psicología conductista y fue decisivo en áreas como la educación, el sector clínico, la publicidad y el diseño de sistemas de incentivos en el ámbito empresarial. Su mecanismo de intervención continúa como uno de los más utilizados.

¿En qué consistió la investigación?

Infografía con el experimento de la caja de Skinner
Con esta cámara de condicionamiento operante el psicólogo analizó el comportamiento en animales.

La caja de Skinner era una cámara que aislaba al sujeto experimental y que incluía una palanca, disco o un botón. En su interior se introducían palomas hambrientas (a veces ratones), que aprendían a presionar dichos dispositivos con el fin de obtener alimento. Su conducta se iba modelando a través de refuerzos positivos (comida) o bien mediante castigos (mínima descarga eléctrica o sonido desagradable).

Puntos clave

  • Características: el diseño de la caja tenía como finalidad conseguir que el animal interaccionara solo con los estímulos creados por el investigador. El entorno estaba muy controlado, para que se asentara un tipo muy específico de aprendizaje. Ejemplo de ello fue ver cómo algunos animales aprendían a discriminar distintas órdenes que se mostraban en pequeñas tarjetas.
  • El reforzador: era el elemento que «reforzaba» una acción, en este caso se trataba de un disco o un botón que utilizaba la paloma o el ratón para obtener alimento. A su vez, Skinner empleaba diferentes reforzadores. Es decir, los animales debían aprender que recibirían comida solo cuando llevaran a cabo la conducta que se esperaba de ellos y que debían integrar. No acertar suponía recibir un estímulo aversivo.
  • Medición y registro: los dispositivos en la caja estaban conectados a un sistema de registro que documentaba cada acción del animal, junto a la respuesta subsiguiente. Esto permitía un análisis preciso de cómo las diferentes variables afectaban el comportamiento.

Principios que demostró la caja de Skinner

La caja de Skinner tuvo una notable influencia en la psicología, dando paso a una época dorada. Algo que, a grandes rasgos, nos puede parecer ya muy elemental y hasta lejano, aportó las suficientes bases empíricas para demostrar los siguientes pilares teóricos:

  • Moldeamiento o shaping: se basa en reforzar de forma sucesiva aproximaciones al comportamiento deseado. Esto permite que una conducta compleja se aprenda en pequeños pasos.
  • Castigo: a diferencia del refuerzo, el castigo disminuye la probabilidad de que un comportamiento se repita. Skinner demostró que si una acción es seguida por una consecuencia negativa (como una descarga eléctrica), dicha conducta es menos probable que surja en el futuro.
  • Refuerzo negativo: otro principio que puso sobre la mesa es que una conducta se repetirá, si se elimina un estímulo negativo o aversivo. Por ejemplo, si una paloma o ratón en la caja aprende a presionar una palanca para evitar una descarga eléctrica, esta acción se refuerza.
  • Refuerzos positivos: son elementos decisivos en el aprendizaje y en la modificación conductual. Lo que se descubrió con el experimento de la caja es que la entrega de comida tras que el animal aprendiese a oprimir la palanca, en las condiciones que demandaba el científico, aumentaba la probabilidad de que esos comportamientos aparecieran de nuevo.
  • Principio del condicionamiento operante: con la conducta de los diferentes animales experimentales, B.F. Skinner demostró que un comportamiento puede desarrollarse, fortalecerse o debilitarse según sus consecuencias. Es decir, aquellas conductas que son seguidas por refuerzos positivos tienden a repetirse, mientras que las correspondidas con castigos disminuyen.
  • Programas de refuerzo: a través de este experimento pudieron asentarse diferentes programas de refuerzo, como el continuado (donde cada respuesta es reforzada) o el refuerzo intermitente (solo algunas respuestas son reforzadas). B.F. Skinner mostró que los comportamientos reforzados de forma intermitente son más resistentes a la extinción que aquellos reforzados de manera continuada.

¿Qué impacto tuvo en la psicología?

El experimento de Skinner se usa con frecuencia para diseñar sistemas de recompensas, en el lugar de trabajo. El conductismo y el aprendizaje operante orquestan, sin que nos demos cuenta, muchas dinámicas de nuestra realidad psicosocial. Comprender la trascendencia del trabajo de este psicólogo es tan útil como interesante.

Consolidación del conductismo

La caja de Skinner proporcionó evidencia sólida para el conductismo, una corriente que se enfoca en el estudio del comportamiento observable y su relación con el entorno, minimizando el papel de los procesos mentales internos. Sus experimentos demostraron que la conducta podía estudiarse de manera científica y predecible, mediante la observación de cómo los refuerzos y castigos influían en las acciones de los animales.

Desarrollo del condicionamiento operante

Aunque el conductismo ya tenía unas bases firmes con el trabajo de John B. Watson e Ivan Pavlov (quien desarrolló el concepto de condicionamiento clásico), B.F. Skinner lo expandió mucho más con su modelo del condicionamiento operante. Esta teoría se convirtió en una de las piedras angulares de la psicología conductual, influyendo en la manera en que los psicólogos entienden y modifican el comportamiento humano.

Aplicaciones prácticas

El trabajo de Skinner se convirtió en la base para numerosas técnicas en psicoterapia, educación y el manejo del comportamiento. Por ejemplo, la terapia conductual utiliza principios del condicionamiento operante para tratar problemas como la ansiedad, la depresión y los trastornos de conducta. Además, se aplica en las siguientes áreas:

  • Deporte: la revista Strategies señala también cómo el condicionamiento operante de Skinner puede beneficiar los resultados del entrenamiento deportivo. Basta con saber cuáles reforzadores utilizar en cada momento y circunstancia.
  • Economía y trabajo: el condicionamiento operante ha sido clave en la economía conductual, el diseño de entornos laborales y el marketing. Su concepto de refuerzo se emplea con frecuencia para entender y predecir comportamientos en diversos contextos.
  • Tratamiento de adicciones: los programas de refuerzo contingente, por ejemplo, utilizan recompensas tangibles, como dinero o vales, para reforzar la abstinencia o la adherencia a un plan de tratamiento. Dichos programas suelen ser efectivos en el tratamiento de adicciones a sustancias como la cocaína o el alcohol.
  • Ámbito educativo: los principios de Skinner se han aplicado para desarrollar métodos de enseñanza efectivos, como el aprendizaje programado, que se basa en refuerzos inmediatos para fomentar el aprendizaje continuo. Early Child Development and Care describe en una publicación esos avances significativos en el ámbito del tratamiento y el cuidado de los niños.
  • Tecnología: en concreto, los móviles están desarrollados muchas veces bajo los parámetros del propio condicionamiento operante. Tal y como puntualiza un estudio de la revista Internet Researchlos teléfonos inteligentes se diseñan para secuestrar nuestra atención y generar dependencia. Los refuerzos positivos que nos aportan responden a una estrategia que las empresas conocen muy bien.

Influencia en la psicología experimental

Los experimentos de Skinner establecieron nuevos estándares en la metodología de investigación en psicología. Su enfoque sustentado en la rigurosidad y en el control de variables, influyó en cómo se diseñan y llevan a cabo las indagaciones psicológicas, promoviendo un enfoque más científico y empírico.



Skinner y su legado

Es cierto que la caja de Skinner fortaleció no solo el propio conductismo, esa rama dominante en la psicología durante gran parte del siglo XX.  Además, legó la manera en que se estudia, entiende y modifica el comportamiento humano. Nadie puede poner en duda todo ese crisol de conocimientos y técnicas de este investigador.

Pero su enfoque también generó críticas. Algunos psicólogos argumentaron que su modelo ignoraba aspectos importantes del comportamiento humano, como los procesos cognitivos y emocionales. Este debate erigió el desarrollo de la psicología cognitiva, esencial para comprender mejor los mecanismos de la mente.


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