Psicopatologías emocionales tras la adversidad

La adversidad no siempre trae valiosas lecciones de aprendizaje. Con frecuencia, ocasiona sufrimiento y distintos tipos de psicopatologías. El siguiente artículo describe los trastornos más comunes que surgen tras dichas vivencias.
Psicopatologías emocionales tras la adversidad
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 29 mayo, 2023

Las psicopatologías emocionales nos moldean y condicionan de infinitas maneras, a raíz de una experiencia adversa. No somos entidades inmutables, ni todos contamos con excepcionales competencias en materia de resiliencia y manejo del estrés. La vida duele y, con frecuencia, es cruel en esas etapas en las que gana la vulnerabilidad. Ejemplo de ello es la infancia.

Son los niños quienes desarrollan mayormente trastornos asociados a hechos dolorosos, como el maltrato o el abandono. Es más, quizás muchos de nosotros evidenciemos sintomatología vinculada a eventos complicados que todavía no superamos. Saber identificar las señales ayuda a actuar y a tomar conciencia de que es necesario un cambio. A continuación, profundicemos en todos estos datos.

Las emociones reprimidas nunca mueren. Están enterradas vivas y saldrán a la luz de la peor manera.

~ Sigmund Freud ~

¿Qué son las psicopatologías emocionales?

Las psicopatologías emocionales son los trastornos psicológicos que las personas desarrollan como consecuencia de un evento estresante de gran intensidad. Estas vivencias pueden ser puntuales, como perder a un ser querido. También las hay mantenidas en el tiempo, por ejemplo, lidiar con una familia disfuncional donde el maltrato es constante y dura años.

Cabe señalar que estas dinámicas son un eje central de la propia psicología. Ya desde Sigmund Freud esta ciencia procura comprender los mecanismos por los cuales la adversidad nos daña u ofrece herramientas para ser más resilientes. No obstante, hay más probabilidades de lo primero que de lo segundo.

Una investigación compartida en la revista Affective Science argumenta que las experiencias dolorosas alteran el funcionamiento emocional de muchas maneras. Esas variaciones en la correcta percepción, regulación y manejo de nuestros estados emocionales, edifican la base de trastornos psicológicos.

Algo en lo que coincide la ciencia es en que la adversidad temprana tiene un gran impacto en la población infantojuvenil; evidencian, casi siempre, mayores problemas en su correcto desarrollo psicoemocional.



Psicopatologías emocionales más comunes tras vivencias dolorosas

Los efectos de la adversidad son muy distintos de una persona a otra. A menudo, dos individuos expuestos a una misma experiencia dramática reaccionan de modos diferentes. Esto quiere decir que un hecho doloroso no siempre asienta las bases de psicopatologías emocionales; hay un riesgo, no una determinación.

¿Por qué algunos reaccionan mejor a eventos estresantes? La ciencia profundiza aún en la comprensión de los mecanismos de la resiliencia. Estudios como los publicados en American Journal of Medical Genetics acotan que podría existir un genoma específico capaz de hacer a algunas personas más resistentes.

Sin embargo, se necesita ampliar la investigación para llegar a datos más concluyentes. Veamos, no obstante, cuáles son los trastornos psicológicos comunes desarrollados a raíz de esas experiencias difíciles y amenazantes para el bienestar y la seguridad.

Por término medio, la negligencia parental es la experiencia que más psicopatologías emocionales deja en el ser humano.

Ansiedad y desregulación emocional

La Universidad Mayor de Temuco, en Chile, habla del papel de la desregulación emocional como clave en el progreso de buena parte de las psicopatologías. Entendemos la regulación emocional como la capacidad de la persona para comprender y controlar sus estados psicofisiológicos internos.

Cuando un individuo se expone a la adversidad durante un tiempo prolongado, su sistema nervioso se altera y la amígdala cerebral se hiperactiva. Esto se traduce en una mayor reactividad y desregulación emocional, así como en un incremento de esa ansiedad desadaptativa que hace perder el control y que tanto malestar conlleva.

Trastorno depresivo

Los hechos dolorosos que trae el destino, bien de manera repentina o durante un largo periodo, son terreno abonado para los trastornos del estado de ánimo. Desde una indagación difundida en Summa Psicológica, señalan que la depresión se asocia con la adversidad temprana.

En esos años de niñez somos más vulnerables a estas vivencias. De este modo, es común que el cerebro infantil sufra el impacto de las experiencias a nivel anatómico. Regiones como el hipocampo y la amígdala alteran por completo su funcionamiento. Esto hará que también, en la edad adulta, seamos más proclives a desarrollar psicopatologías emocionales.

Trastorno del estrés postraumático

Abusos, agresiones, desastres naturales, negligencia parental, muertes de seres queridos. La adversidad es poliédrica, tiene muchas caras, pero si hay una herida que deja en buena parte de los casos son los traumas. De hecho, en la consulta psicológica son frecuentes los pacientes que llevan años lidiando con el trastorno del estrés postraumático y el desgaste psicosocial que implica.

Un trauma no solo altera la vida psicológica y social de la persona, su salud también se ve afectada. Los trastornos somáticos son comunes en estos casos.

El trastorno límite de personalidad y las psicopatologías emocionales

Una condición psicológica compleja y de gran impacto es el trastorno límite de la personalidad (TLP). Cada vez conocemos más aspectos sobre esta realidad clínica, lo que permite, sin duda, aplicar mejores tratamientos y abordajes. Hace poco la Universidad de Turín publicó un interesante trabajo en la revista Frontiers in Psychology.

El TLP tiene una relación íntima con los hechos traumáticos de infancia. Las experiencias adversas acaecidas en esta etapa son dramáticas, en especial, en las mujeres. Ello explica por qué esta entidad psiquiátrica es más común en el género femenino. Aparte, es un trastorno que altera por completo el plano emocional, como se detalla enseguida:

  • Crisis de identidad.
  • Sentimientos crónicos de vacío.
  • El miedo al abandono es constante.
  • Problemas para establecer relaciones de calidad.
  • Es común que estos pacientes demuestren una gran impulsividad.
  • Aparecen frecuentes cambios de humor y gran inestabilidad emocional.
  • Surgen conductas autodestructivas como autolesiones e intentos de suicidio.

Vivir hechos dolorosos o complicados eleva el riesgo de que muchas personas deriven en comportamientos peligrosos y en adicciones.

Conductas de evasión y adicciones

Cada persona maneja el dolor de la manera que sabe y con los mecanismos de los que dispone; pero estos no siempre son los más saludables. Tanto es así que, si hay un fenómeno psicológico recurrente en las psicopatologías emocionales, son las adicciones.

Desde la Universidad de Minnesota aluden a este vínculo. El estrés y la adversidad en la vida temprana incrementan la vulnerabilidad y el riesgo de derivar en algún tipo de adicción. Estas se clasifican en las siguientes tipologías:



Tratamientos para los trastornos asociados a la adversidad

El abordaje de las psicopatologías emocionales partirá siempre de las necesidades del paciente y su cuadro clínico particular. Si bien todos estos trastornos tienen como desencadenantes hechos adversos, cada persona manifiesta unas características y conductas. Esto hará que se beneficie más de un tipo de terapia y no de otra. Analicemos las más significativas.

Terapia cognitivo-conductual

La terapia cognitivo-conductual (TCC) se enfoca en identificar y cambiar los pensamientos y comportamientos negativos ligados a la vivencia traumática. Este modelo asienta enfoques mentales más saludables y ofrece herramientas eficaces para afrontar las dificultades. Esta técnica es útil en los trastornos de ansiedad, traumas y depresiones.

La terapia dialéctica conductual

Este es un modelo desarrollado por Marsha M. Linehan para tratar el TLP, pero se usa con éxito otros ámbitos. La terapia dialéctica conductual (DBT, por sus siglas en inglés) es efectiva para abordar cualquier problema de regulación emocional, conductas autolesivas y suicidas y control de impulsos.

Su principal ventaja es la integración de varios métodos, como la TCC con elementos de la filosofía budista, técnicas de aceptación y mindfulness.

La DBT es la más idónea para tratar las conductas desreguladas en lo emocional que cursan con autolesiones o intentos de suicidio.

Terapia de desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR)

A la hora de atender los traumas psicológicos, la terapia EMDR es la más interesante. Combina la estimulación bilateral (como los movimientos oculares) con la progresiva exposición a los recuerdos traumáticos. Este mecanismo facilita el poder procesar y desensibilizar, sesión a sesión, los recuerdos dolorosos y su impacto emocional.

Recomendación final

Todos podemos transitar en algún momento por un hecho complicado. La vida no es un camino en línea recta, la adversidad existe y forma parte del ser humano. Contar con las mejores estrategias para afrontarla es esencial.

No dudemos en solicitar ayuda si lo necesitamos, hay profesionales especializados en estos ámbitos que nos dan herramientas para el cambio.


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