Unabomber y los 29 asesinos en serie más famosos de la historia

Los asesinos en serie capturan la atención del público debido a la naturaleza impactante y macabra de sus crímenes. Te presentamos a los delincuentes seriales destacados a lo largo de la historia.
Unabomber y los 29 asesinos en serie más famosos de la historia
Isabel Ortega

Escrito y verificado por la psicóloga Isabel Ortega.

Última actualización: 04 octubre, 2023

Los asesinos en serie, con su perturbador legado de crímenes, han capturado la atención del público a lo largo del tiempo. La psicología detrás de estas personas es compleja y varía de un caso a otro. Su estudio y análisis proporcionan una perspectiva única sobre el comportamiento humano.

¿Qué distingue a los asesinos en serie? En primer lugar, la cantidad de homicidios que perpetran, por lo general, tres o más en lugares y momentos distintos, presentando periodos de enfriamiento. Son muchos los casos alrededor del mundo, pero en este artículo hablaremos de los más sonados.

Los asesinos en serie más famosos de la historia

Un homicida en serie suele tener un modus operandi y un patrón de comportamiento que le permite seleccionar, «cazar» y matar a sus víctimas. En todos los casos actúa del mismo modo. ¿Sabes quiénes son los asesinos en serie más aterradores de la historia? A continuación, te los presentamos.

1. Ted Kaczynski

La campaña de bombardeos de Ted Kaczynski se extendió durante 17 años.

Unabomber fue un matemático prodigio que se convirtió en un infame bombardero en serie que asesinó a tres personas e hirió a 23 más entre 1978 y 1995.

Después de estudiar en Harvard y enseñar en la Universidad de California en Berkeley, Kaczynski adoptó un estilo de vida de supervivencia en Montana. Desde allí, envió una serie de bombas a universidades y aerolíneas. En 1995, escribió un manifiesto de 35 000 palabras criticando los problemas de la sociedad industrial moderna.

El FBI lo arrestó en 1996 y, en 1998, fue condenado a cadena perpetua. Kaczynski falleció en junio de 2023, aparentemente por suicidio, en el Centro Médico Federal en Butner, Carolina del Norte. Su vida y crímenes han sido objeto de múltiples libros y adaptaciones cinematográficas.



2. Ted Bundy

Por desagradable que parezca, Ted Bundy se convirtió en una especie de celebridad durante y después de los juicios por asesinatos.

Ted Bundy fue otro de los asesinos en serie más notables de la historia de Estados Unidos. Nació el 24 de noviembre de 1946 en Burlington, Vermont, y lo ejecutaron en la silla eléctrica el 24 de enero de 1989.

Fue responsable de una serie de asesinatos y agresiones sexuales que ocurrieron durante la década de 1970. Sus víctimas eran, en su mayoría, mujeres jóvenes y bellas, a quienes seducía y luego secuestraba para cometer sus crímenes.

Bundy era un asesino en serie manipulador y carismático. Utilizaba su apariencia atractiva y su encanto personal para ganarse la confianza de sus víctimas. Una vez que las tenía bajo su control, las llevaba a lugares aislados donde las violaba, torturaba y mataba.

La verdadera cantidad de crímenes que cometió se desconoce, pero se estima que pudo ultimar a más de 30 mujeres en varias localidades de Estados Unidos. Lo arrestaron por primera vez en 1975 y logró escapar en dos ocasiones antes de ser capturado de nuevo en 1978. Durante su juicio, se representó a sí mismo y se convirtió en un espectáculo mediático.

Se le condenó por varios asesinatos y se le sentenció a muerte. Este caso dio paso a numerosos libros, documentales y películas, lo que contribuye a su infame reputación. Además, su comportamiento y perfil psicológico han sido estudiados por expertos en criminología y psicología forense; un ejemplo es el trabajo publicado en Leisure Sciences.

3. Jeffrey Dahmer

Jeffrey Dahmer
Un compañero de prisión, en Wisconsin, asesinó a Dahmer en 1994.

Conocido como el Caníbal de Milwaukee, este estadounidense cometió una serie de crímenes atroces. Se estima que, entre 1978 y 1991, Jeffrey Dahmer perpetró alrededor de 17 homicidios contra hombres y niños. Sus crímenes incluyeron actos de necrofilia y canibalismo.

Dahmer atraía a sus víctimas prometiéndoles dinero a cambio de mantener relaciones sexuales o ver pornografía. Una vez estaban en su apartamento, los drogaba, abusaba de ellos y luego les infligía torturas. Después, mutilaba y desmembraba los cuerpos y, en algunos casos, conservaba los restos como souvenirs de sus crímenes.

4. John Wayne Gacy

John Wayne Gacy
Los alrededores de la casa de Gacy emitieron un hedor fétido durante años, pero este alegaba que era el resultado de la acumulación de humedad.

John Wayne Gacy, también conocido como el Payaso Asesino, fue un delincuente en serie estadounidense que operó en el área de Chicago en la década de 1970. Nació el 17 de marzo de 1942 en Chicago, Illinois, y murió ejecutado por inyección letal el 10 de mayo de 1994.

Gacy llevó a cabo crímenes atroces, siendo conocido por secuestrar, torturar, abusar sexualmente y asesinar a 33 jóvenes y adolescentes, la mayoría de ellos varones, entre 1972 y 1978. Sus víctimas fueron enterradas en su propiedad, en el sótano y en otros lugares ocultos de su casa.

Su trabajo como payaso en eventos locales le permitía acceder a jóvenes y ganarse su confianza. Asimismo, aprovechaba su apariencia carismática e influencia para atraer a sus víctimas, quienes eran engañadas con la promesa de empleo, dinero o favores.

Lo arrestaron en diciembre de 1978, después que una de sus víctimas, Robert Piest, desapareciera y se encontraran pruebas que lo vinculaban con el caso. Durante el registro de su casa, descubrieron varios cuerpos, muchos de los cuales estaban descompuestos de manera parcial o por completo.

A Gacy lo sometieron a juicio en 1980 y lo condenaron por múltiples cargos de asesinato y agresión sexual. Pasó más de una década en el corredor de la muerte antes de ser ejecutado en 1994.

La historia de John Wayne Gacy causó impacto en la sociedad, debido a la brutalidad de sus crímenes y al hecho de que muchos de ellos ocurrieron mientras se presentaba como un miembro respetable de la comunidad.

5. Andrei Chikatilo

Chikatilo inició sus asesinatos en 1978. Sus víctimas eran jóvenes que conocía en estaciones de tren.

Andrei Chikatilo fue un asesino en serie ruso que operó desde 1978 hasta su captura en 1990. Nació el 16 de octubre de 1936 en el Óblast de Sumy, en la Unión Soviética, y lo ejecutaron el 14 de febrero de 1994.

Lo conocían como el Carnicero de Rostov y el Asesino del Río Rostov, dada la ubicación de sus crímenes, que tuvieron lugar en esa región de Rusia. Se le atribuye la muerte de, al menos, 53 mujeres y niños, aunque se sospecha que el número real es mucho mayor.

Sus víctimas eran en su mayoría niños y jóvenes, y sus métodos de asesinato incluían la violación, estrangulamiento y mutilación. Este criminal tenía una particular predilección por la mutilación genital y la canibalización de ciertas partes del cuerpo.

Por años, logró evadir la captura y sus crímenes aterrorizaron a la comunidad. Sin embargo, en 1990, lo arrestaron al encontrar evidencia que lo vinculaba con los hechos. Fue juzgado en 1992 y condenado por múltiples cargos de asesinato, violación y canibalismo.

6. Aileen Wuornos

Entre 1989 y 1990, Aileen Wuornos mató al menos a siete automovilistas de mediana edad. Sus cuerpos los dejó en carreteras de Florida y el sur de Georgia.

Aileen Wuornos fue una asesina en serie estadounidense que operó en Florida en la década de 1980. Nació el 29 de febrero de 1956 en Rochester, Michigan, y la ejecutaron mediante inyección letal el 9 de octubre de 2002.

Wuornos mató a siete hombres, alegando defensa propia durante encuentros sexuales. Se involucró en la prostitución y afirmó que sus víctimas intentaron agredirla sexualmente.

Sin embargo, las pruebas presentadas en su juicio mostraron que algunos de los asesinatos fueron premeditados y no en defensa propia. Su caso llamó la atención de los medios de comunicación, ya que tenía una vida difícil, marcada por el abuso, la prostitución y la delincuencia. Por ello, la defensa argumentó que sus acciones fueron producto de un estado mental alterado.

7. Los Asesinos de Cromwell Street

La casa de los West, en 25 Cromwell Street, fue arrasada en octubre de 1996. Los medios la apodaron como «la casa de los horrores».

Los Asesinos de Cromwell Street se refieren a Fred y Rosemary West, una pareja británica responsable de una serie de homicidios y abusos sexuales que sucedieron en su casa ubicada en Cromwell Street, Inglaterra, durante la década de 1970 y principios de 1980.

Los sucesos perpetrados por los West son considerados algunos de los más perturbadores y brutales en la historia criminal del Reino Unido. Las víctimas incluían a su propia hija, Heather, así como a otras jóvenes atraídas a su casa bajo diversos pretextos, como empleo o alojamiento.

Los crímenes abarcaron violencia sexual, tortura y asesinato. El caso salió a la luz en 1994, cuando la policía comenzó a indagar denuncias de abuso sexual en la familia West.

A medida que avanzaba la investigación, se descubrieron pruebas y testimonios que revelaron los asesinatos y el horror en la casa de Cromwell Street. Fred West resultó arrestado y se suicidó en la prisión el 1 de enero de 1995; mientras que a Rosemary West la declararon culpable de diez asesinatos y la sentenciaron a cadena perpetua.

8. Dorothea Puente

Dorotea asesinó a varios ancianos y discapacitados mentales para luego cobrar sus cheques del seguro social.

Dorothea Puente fue una asesina en serie estadounidense de Sacramento, California, en la década de 1980. Se ganó la confianza de personas mayores y vulnerables al alquilar habitaciones en su casa y ofrecerles cuidado y atención. Pero detrás de su apariencia amable y maternal, ocultaba una personalidad manipuladora y peligrosa.

Descubrieron sus crímenes en 1988, cuando encontraron restos humanos enterrados en su jardín. Se determinó que Puente asesinó, al menos, a nueve personas y pudo matar a más. En 1993, la condenaron por asesinato en primer grado y la sentenciaron a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.

Durante su juicio, se le describió como una mujer fría y calculadora que explotaba la vulnerabilidad de los demás para su beneficio personal.

9. El asesino del zodiaco

El sospechoso más citado del caso fue Arthur Leigh Allen. Sin embargo, nunca se corroboró su autoría criminal.

Este asesino en serie no identificado aterrorizó el área de San Francisco, California, durante la década de 1960. El apodo Asesino del Zodiaco se deriva de una serie de cartas que envió firmadas con un símbolo zodiacal.

Cometió al menos cinco delitos confirmados, aunque se atribuyó a sí mismo la responsabilidad de muchos más. Sus víctimas eran tanto hombres como mujeres de diferentes edades.

Además de los homicidios, este criminal envió cartas codificadas a los periódicos locales, desafiando a los investigadores a descifrar su mensaje. A pesar de los esfuerzos de la policía y los criptógrafos aficionados, algunas de las misivas aún no se han interpretado por completo.

Aun cuando el Asesino del Zodiaco nunca fue capturado ni identificado de manera definitiva, se han realizado investigaciones exhaustivas y se han propuesto varios sospechosos a lo largo de los años. No obstante, debido a la falta de pruebas concluyentes y el paso del tiempo, el caso sigue sin resolverse.

10. Richard Ramírez

En junio de 1984, Ramírez cometió su primer asesinato conocido a una viuda de 79 años.

Richard Ramírez, también conocido como el Night Stalker (el Acechador Nocturno), fue un famoso asesino en serie estadounidense que aterrorizó a Los Ángeles y San Francisco en la década de 1980. Nació el 29 de febrero de 1960 en El Paso, Texas, y murió el 7 de junio de 2013 en prisión, debido a complicaciones relacionadas con el cáncer.

Ramírez llevó a cabo una serie de asesinatos, violaciones y robos durante su ola de crímenes. Sus víctimas, tanto hombres como mujeres, variaban en edad y origen étnico. Atacaba a personas en sus hogares, por lo general durante la noche, y utilizaba una variedad de métodos violentos, como apuñalamientos, disparos y palizas.

Fue arrestado en agosto de 1985 al ser identificado y capturado por los residentes de Los Angeles, quienes lo persiguieron y sometieron hasta que acudió la policía. Durante su juicio, Ramírez mostró una actitud desafiante y exhibió una personalidad perturbadora, llegando a mostrar pentagramas dibujados en la palma de su mano.

11. Edmund Kemper

A la temprana edad de 15 años, Kemper ya había asesinado a sus abuelos paternos.

Edmund Kemper, nacido en 1948 en Burbank, California, es conocido por sus crímenes atroces cometidos contra mujeres en la década de 1970. A la edad de 15 años, asesinó a sus abuelos solo para experimentar cómo se sentía.

Tras su liberación, Kemper comenzó a asesinar a jóvenes mujeres en el área de Santa Cruz, California. Su serie de crímenes culminó en 1973 cuando mató a su madre y a una amiga de ella. Después de estos asesinatos, Kemper se entregó a las autoridades.

Durante su juicio en octubre de 1973, fue declarado culpable de ocho cargos de asesinato en primer grado y condenado a cumplir ocho cadenas perpetuas consecutivas. Actualmente, está encarcelado en la California Medical Facility, en Vacaville.

12. Harold Shipman

En 1998, se encontró a una mujer de 81 años muerta horas después de que Shipman la visitara. Su testamento se había modificado para beneficiarlo (le legó todo su patrimonio). Esta se reconoce como su primera víctima.

Apodado Dr. Muerte, es sospechoso de haber acabado con la vida de alrededor de 250 pacientes mientras ejercía en Londres como médico entre 1972 y 1998.

Su racha asesina se mantuvo oculta hasta que un empresario de servicios funerarios notó la frecuencia con la que Shipman firmaba certificados de cremación, en especial de mujeres mayores que fallecían de día.

A pesar de una investigación policial deficiente, Shipman fue descubierto cuando intentó falsificar un testamento a su favor. Fue sentenciado en 2000 y se quitó la vida en prisión en 2004.

13. H. H. Holmes

Holmes se considera el primer asesino en serie de su país (al menos el primer identificado).

Fue un farmacéutico estadounidense que transformó un hotel en una cámara de horrores. Previo a la Feria Mundial de 1893, Holmes adaptó un edificio de tres plantas con pasadizos ocultos, trampas y dispositivos de tortura.

Usaba gas para incapacitar a sus víctimas. Después de deshacerse de los cuerpos, vendía los esqueletos a escuelas de medicina y cometía fraudes de seguros. Fue responsable de más de 30 muertes antes de ser ejecutado en 1896.

14. Pedro López

Se piensa que Pedro López pudo haber acumulado más de 300 víctimas.

Pedro Alonso López, apodado como el Monstruo de los Andes, nació en 1948 en Tolima, Colombia. Es conocido por su oscuro historial de crímenes. Tras una infancia marcada por la violencia y el abuso, López se convirtió en un asesino en serie que se centró en jóvenes niñas en Colombia, Perú y Ecuador.

Fue capturado en 1980 en Ambato, Ecuador, acusado de 110 asesinatos, aunque él afirmó haber cometido muchos más. A pesar de la gravedad de sus crímenes, solo cumplió 14 años de prisión en Ecuador debido a las leyes del país en ese momento.

Luego, fue deportado a Colombia, donde lo internaron en un centro psiquiátrico para después ser liberado. Su paradero actual es desconocido, lo que genera preocupación y misterio en torno a su figura.

15. Dennis Rader

La policía capturó a Rader debido a una serie de intercambios que mantuvo con la prensa y la policía, donde se jactaba de sus asesinatos.

Conocido como el asesino BTK (por sus siglas en inglés bind, torture, kill que significa ‘atar, torturar, matar’), aterrorizó la zona de Wichita, Kansas, cobrando la vida de 10 personas. A pesar de llevar una vida como líder religioso y trabajador gubernamental, cometió una serie de asesinatos que satisfacían sus deseos sexuales.

Su necesidad de atención lo llevó a comunicarse con los medios y la policía, pero también fue su perdición. Después de años de silencio, Rader reapareció, cometiendo errores que permitieron a la policía capturarlo.

Fue arrestado en 2005 y condenado a 10 cadenas perpetuas consecutivas. Años después, sigue siendo objeto de atención, con nuevas investigaciones que lo vinculan a otros crímenes y desapariciones.

16. Gary Ridgway

Aunque en los inicios se proclamó como inocente, Ridgway pronto confesó los horrendos crímenes.

Apodado el Asesino de Green River debido a la ubicación en Seattle, Washington, donde se encontraron muchas de sus víctimas. Es uno de los asesinos en serie más mortales de Estados Unidos.

Aunque afirmó haber asesinado a 80 mujeres, en 2003 se declaró culpable de 48 cargos de asesinato. Durante más de dos décadas, Ridgway atacó de forma sistemática a mujeres, muchas de ellas prostitutas o fugitivas, y se deshizo de sus cuerpos en diferentes áreas del condado de King.

A pesar de su vida criminal, llevó una vida normal y trabajó en una planta de camiones. Las técnicas avanzadas de pruebas de ADN conectaron a Ridgway con varios de los asesinatos, lo que llevó a su arresto en 2001.

En 2003, aceptó un acuerdo que lo salvó de la pena de muerte a cambio de su confesión y detalles sobre los asesinatos. Lo condenaron a 48 cadenas perpetuas consecutivas sin posibilidad de libertad condicional.

17. Elizabeth Bathory

Pese a que se piensa que los actos que se le atribuyen fueron calumnias por motivos políticos, la imagen de Elizabeth Bathory como asesina serial no se ha desmitificado por completo.

Reconocida como la Condesa de Sangre. Fue una noble húngara de gran poder e influencia en el siglo XVII. Se le atribuye el asesinato de al menos seiscientas víctimas, lo que le valió un lugar en el Libro Guinness de los Récords como la asesina en serie femenina más prolífica.

A pesar de las horribles acusaciones en su contra, como bañarse en la sangre de vírgenes para mantener su juventud, no todas están respaldadas. Bathory fue arrestada en 1610 y confinada en su castillo hasta su muerte en 1614.

Aunque la evidencia en su contra tiene fallos, como testimonios basados en rumores o confesiones obtenidas bajo tortura, es probable que no fuera por completo inocente. Se sugiere que pudo haber sido víctima de conspiraciones políticas y familiares, pero aun así, su legado como una figura temida persiste.

18. Beverley Allitt

Allitt cometió los asesinatos como enfermera en una sala de niños del Hospital Grantham y Kesteven.

Apodada el Ángel de la Muerte, es una de las asesinas en serie más infames de Gran Bretaña. Durante 1991, siendo enfermera, Allitt atacó a varios niños, mató a cuatro e intentó asesinar a otros nueve.

Su comportamiento en la adolescencia mostró signos de síndrome de Munchausen. Más tarde, esta conducta evolucionó hacia el síndrome de Munchausen por poderes, donde se lastima a otros para obtener atención.

A pesar de las señales de alerta, como la desaparición de registros de enfermería y su presencia constante en todos los incidentes, no se sospechó de ella hasta que se llevó a cabo una investigación exhaustiva.

En 1993, la condenaron a 13 cadenas perpetuas por asesinato e intento de asesinato. En la actualidad, está recluida en el Hospital de Seguridad Rampton en Nottingham.

19. Gilles de Rais

Una serie de niños desaparecidos en los alrededores de los castillos de Gilles llevaron a señalarlo como principal sospechoso.

Fue un noble de Bretaña que tuvo una destacada carrera militar, luchando junto a Juana de Arco en la Guerra de los Cien Años. Sin embargo, es más conocido por sus horrendos crímenes. A pesar de su prominente estatus y logros militares, Gilles de Rais fue responsable de más de cien asesinatos de niños.

Su infancia estuvo marcada por la tragedia, con la muerte de ambos padres en circunstancias trágicas. A medida que crecía, mostró un comportamiento impulsivo y agresivo, aunque también demostró ser un valiente luchador en el campo de batalla. Después de la muerte de Juana de Arco, se retiró a sus propiedades, donde gastó su fortuna de manera imprudente y se sumergió en prácticas ocultas.

A pesar de los rumores sobre desapariciones de niños en sus tierras, no lo arrestaron hasta 1440, tras un conflicto con un sacerdote. Durante su juicio, confesó bajo amenaza de tortura y fue condenado a muerte. Aunque algunos cuestionan la veracidad de su confesión, la mayoría de los historiadores creen que sí cometió los asesinatos.

20. Ed Gein

Apodado el Carnicero de Plainfield, saqueaba tumbas para recoger partes de cuerpos que utilizaba para hacer ropa, máscaras y otros artículos.

Es reconocido célebre por sus crímenes y profanaciones de tumbas. Criado en un hogar estricto y dominado por una madre controladora, su salud mental se deterioró tras la muerte de esta en 1945. En 1957, tras ser detenido como sospechoso de un asesinato, las autoridades descubrieron en su hogar órganos humanos y ropa hecha de partes del cuerpo.

Ed Gein admitió haber matado a dos mujeres y haber exhumado cadáveres para crear objetos con sus restos. Fue declarado no apto para ser juzgado por razones de locura y pasó el resto de su vida en instituciones psiquiátricas, donde murió en 1984. Su historia inspiró a personajes cinematográficos famosos.

21. David Berkowitz

De acuerdo con su diario, provocó unos 1500 incendios en Nueva York durante la década de 1970. Alegó que cometió sus crímenes impulsado por demonios.

También conocido como Hijo de Sam, es un asesino en serie estadounidense que aterrorizó a la ciudad de Nueva York entre 1976 y 1977, cometiendo seis asesinatos. Nació en Brooklyn en 1953 y fue adoptado por Nathan y Pearl Berkowitz.

Después de servir en el ejército en Corea del Sur, regresó a Nueva York y trabajó como clasificador de cartas. Comenzó su serie de asesinatos en 1976, atacando a parejas en autos estacionados y dejando cartas provocadoras en las escenas del crimen.

Lo arrestaron en 1977 y lo condenaron a seis cadenas perpetuas consecutivas. Durante los interrogatorios, Berkowitz afirmó que un perro poseído por demonios, propiedad de su vecino Sam Carr, le ordenó cometer los asesinatos. Sin embargo, más tarde retractó esta historia. En prisión, Berkowitz se convirtió al cristianismo y adoptó el apodo de Hijo de la Esperanza.

22. Patrick Kearney

Kearney disparaba a sus víctimas en la sien mientras lo acompañaban de copilotos. Luego, abusaba sexualmente de ellas.

Apodado el Asesino de la Autopista. Fue un asesino en serie que aterrorizó a California en los años 60 y 70. Nació en 1939, tuvo una infancia perturbadora, marcada por la influencia de ver a su padre sacrificar cerdos.

Esta experiencia lo llevó a desarrollar un modus operandi característico en el que disparaba a sus víctimas, practicaba necrofilia con los cadáveres, los degollaba y luego desmembraba los cuerpos para colocarlos en bolsas de basura que arrojaba junto a las carreteras.

Kearney se centró en jóvenes y adolescentes, muchos de los cuales estaban vinculados a la comunidad gay de Los Ángeles. A pesar de su alta inteligencia, que le permitió evadir a la policía durante años, fue arrestado y condenado a cadena perpetua por 21 de los 28 asesinatos de los que se le acusaba.

Aunque ha intentado obtener la libertad condicional en varias ocasiones, hasta ahora han denegado todas sus solicitudes.

23. Luis Garavito

Garavito cometió sus crímenes en al menos 11 de los 32 departamentos de Colombia. Se le acusa además de varios asesinatos en Ecuador.

Luis Alfredo Garavito nació el 25 de enero de 1957 en Génova, Colombia. Fue condenado por el asesinato de 189 niños durante la década de 1990. Muchas de sus víctimas provenían de barrios pobres y estaban separadas de sus familias.

Garavito, el mayor de siete hermanos, tuvo una infancia difícil y fue víctima de abusos por parte de su padre y varios vecinos. Durante su ola de asesinatos en los años 90, muchos niños colombianos, en su mayoría entre 8 y 16 años, desaparecieron o fueron encontrados muertos, con signos de mutilación y agresión sexual.

En 1999, Garavito fue arrestado para después confesar haber asesinado a 140 niños. Lo condenaron a 835 años de prisión por el asesinato de 189 personas. Durante sus crímenes, solía disfrazarse como monje o sacerdote para ganarse la confianza de sus víctimas.

24. Albert DeSalvo

En 1965, un recluso de un hospital psiquiátrico estatal confesó una serie de asesinatos por estrangulamiento a mujeres. Su nombre era Albert DeSalvo.

Autoproclamado el Estrangulador de Boston, fue un criminal con un historial de problemas con la ley desde joven. Sin embargo, su notoriedad se debe a haber asesinado a 13 mujeres en el área de Boston entre 1962 y 1964.

Aunque las pruebas de ADN confirmaron que mató al menos a una de las víctimas, se ha especulado que no fue el único autor de los asesinatos. DeSalvo fue asesinado en prisión en 1973, después de ser condenado a cadena perpetua por otros delitos.

A pesar de su confesión, hubo escepticismo sobre su verdadera culpabilidad en los asesinatos, pero en 2013 un análisis forense confirmó que el ADN encontrado en una de las víctimas le pertenecía.

25. Jack el Destripador

Pese a que se cree que pudo cometer más crímenes, la mayoría se concentran en las llamadas «cinco víctimas canónicas».

Jack el Destripador operó en el distrito de Whitechapel, en el este de Londres, durante el otoño de 1888. Su nombre se le atribuye a la naturaleza brutal de sus crímenes y al hecho de que muchas de sus víctimas fueron mutiladas.

Se piensa que asesinó al menos a cinco mujeres, todas ellas trabajadoras del comercio sexual. Los crímenes presentaban características similares, como la extirpación de órganos internos y una fuerte violencia.

A pesar de la intensa investigación policial y el escrutinio de la prensa de la época, Jack el Destripador no fue identificado ni capturado. El caso generó una amplia atención pública y causó un clima de miedo y paranoia en la comunidad. A lo largo de los años, se propusieron numerosas teorías sobre su identidad, pero ninguna ha sido confirmada en su totalidad.

26. Amelia Elizabeth Dyer

Dyer trabajaba como cuidadora de bebés. Además, aceptaba a mujeres embarazadas y se ofrecía para amamantar y adoptar a los pequeños. Esta era la puerta de entrada a sus crímenes.

Nació en 1893 y fue una de las asesinas en serie más notorias de la Inglaterra victoriana. Dyer se dedicó a la adopción de bebés ilegítimos a cambio de pagos únicos. Sin embargo, en lugar de cuidar a estos niños, los estrangulaba hasta morir y luego se deshacía de sus cuerpos.

Aunque fue arrestada y condenada por el asesinato de seis niños, se sospecha que pudo haber matado a más de 100 durante su carrera criminal, que se extendió desde 1880 hasta 1896. La arrestaron en abril de 1896 y posteriormente ejecutaron en junio del mismo año. Su caso generó un gran escándalo en la época y llevó a reformas en las leyes de adopción.

27. Nannie Doss

Doss excusó su inestabilidad a un golpe que recibió en su cabeza a los nueve años.

Es recordaba como una asesina en serie que operó en Estados Unidos desde la década de 1920 hasta 1954. Aunque parecía una mujer amable y alegre, en realidad era una asesina despiadada que eliminó a gran parte de su familia.

Sus víctimas incluyeron a cuatro de sus esposos, su madre, su hermana, su nieto y su suegra. La mayoría de sus crímenes involucraron el uso de veneno, para ser más específicos con arsénico. A pesar de sus numerosos asesinatos, no fue hasta la muerte de su quinto esposo que las autoridades comenzaron a sospechar.

Después de una serie de investigaciones y exhumaciones, se descubrió que había envenenado a varios miembros de su familia. Finalmente, fue arrestada, se declaró culpable en 1955 y la condenaron a cadena perpetua. Murió en 1965 debido a leucemia mientras estaba en prisión.

28. Leonarda Cianciulli

Cianciulli creía que la seguridad de su hijo, quien se encontraba en las filas del Ejército Real Italiano, requería sacrificios humanos.

Apodada la Jabonera de Correggio, fue una tarotista italiana que cometió crímenes atroces durante la Segunda Guerra Mundial. Engañó a sus clientas con promesas de un futuro mejor, pero en realidad las asesinaba para realizar rituales de protección para su hijo, que estaba en el frente de batalla.

Una vez que las víctimas estaban bajo su poder, las envenenaba, las mataba y luego convertía sus cuerpos en jabón y pastas de té. Leonarda pensaba que estos actos la ayudarían a proteger a su hijo de los peligros de la guerra. Su pasado estuvo marcado por la violencia y el rechazo, ya que fue producto de una violación y su madre la maltrataba de manera constante.

Fue arrestada después de que las autoridades descubrieran evidencia de sus crímenes en su tienda. La condenaron a treinta años de prisión y tres años en un recinto psiquiátrico, donde murió debido a una hemorragia cerebral.

29. Miyuki Ishikawa

Dado que las víctimas eran niños abandonados, Ishikawa insistió que los padres eran responsables de todas las muertes.

Nació en 1897 en Kunitmi, Miyazaki, Japón. Fue una directora de sala de maternidad en el hospital Kotobuki. A raíz de la creciente lista de futuras madres en situación económica precaria y la falta de apoyo de organizaciones caritativas, Ishikawa tomó medidas extremas y letales. Inventó un método para deshacerse de los recién nacidos, dejándolos morir por desatención.

Con el tiempo, convirtió este acto en un negocio lucrativo, cobrando a los padres y colaborando con un médico para falsificar certificados de defunción. En 1948, tras una investigación policial, se descubrió su implicación en la muerte de numerosos bebés.

A pesar de ser condenada a 8 años de prisión, su sentencia fue reducida a la mitad en apelación. Se estima que Miyuki fue responsable de la muerte de 103 bebés, convirtiéndose en la asesina en serie más prolífica de Japón.

30. Charles Cullen

Cullen fue sentenciado a once cadenas perpetuas consecutivas. Se encuentra recluido en la Prisión Estatal de Nueva Jersey, en Trenton, Nueva Jersey.

Fue un enfermero estadounidense que llevó a cabo una serie de asesinatos durante un período de 16 años, desde 1988 hasta 2003. A pesar de su apariencia inofensiva, Cullen administró dosis letales de medicamentos alrededor de 400 pacientes en diversos hospitales, aprovechadose de la falta de control y supervisión.

Su racha homicida continuó sin ser detectada hasta que Amy Loughren, una colega y amiga, ayudó a las autoridades a descubrir la verdad. Loughren jugó un papel crucial al grabar conversaciones con Cullen y analizar registros médicos, lo que finalmente llevó a su arresto y confesión.



Asesinos en serie y salud mental

Los asesinatos en serie son actos violentos y perturbadores que pueden tener vínculos con la salud mental de los perpetradores.

Si bien no todos los asesinos en serie padecen enfermedades mentales diagnosticadas, es esencial comprender que la mayoría de las personas que tienen problemas de salud mental no cometen actos violentos y que los asesinatos seriales son casos muy raros.

La relación entre la salud mental y esta clase de sucesos es compleja y multifactorial. Además de la posible presencia o no de trastornos mentales, los factores ambientales, los antecedentes traumáticos y las dinámicas sociales también desempeñan un papel en el desarrollo de la conducta violenta en ciertos individuos.


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