Neuropsicología, una rama psicológica que estudia el cerebro y la conducta
La neuropsicología es esa área entre lo biológico y lo psicológico que entiende cómo ciertas alteraciones cerebrales afectan la conducta. Por ejemplo, en el caso de un paciente de edad avanzada con síntomas asociados a un trastorno del estado de ánimo, desde el ámbito neuropsicológico se valora si el cuadro de dicha persona se debe a una posible demencia o a una depresión.
Puede que, para quienes no están familiarizados con las distintas disciplinas en el campo de la salud mental, la elección del especialista adecuado, al principio, no sea evidente. Hay psicólogos, neurólogos, psicólogos clínicos, neuropsicólogos… Esto suele hacer que, al enfrentarse a un problema específico, como el paciente del ejemplo, no se sepa bien a cuál profesional acudir.
Estamos ante un campo de especialización que siempre suscita ciertas dudas y que vale la pena clarificar.
¿Qué es la neuropsicología y cuál es su origen?
Laura, una neuropsicóloga, ha recibido un caso particularmente interesante: Ernesto, de 67 años, no percibe nada situado en su lado izquierdo y solo come los alimentos que están en el lado derecho del plato. Tras realizarle una serie de pruebas clínicas, Laura descubre que Ernesto sufre de heminegligencia, causada por un accidente cerebrovascular (ACV). Este ejemplo ilustra cómo dichos profesionales abordan y tratan problemas complejos de percepción y cognición.
En este sentido, la neuropsicología es una rama de la neurociencia conductual que estudia las relaciones entre el cerebro y el comportamiento. Además, lo hace atendiendo tanto a personas sanas como a quienes han sufrido daño cerebral. De ese modo, su aplicación se orienta hacia la evaluación y la rehabilitación o en la intervención en el ámbito adulto e infantil.
Raíces de esta especialidad
Esta disciplina es bastante nueva dentro de la propia psicología. De hecho, tal y como señalan en la revista Frontiers in Psychology, fue reconocida como una rama distinta de la neurociencia y la propia psicología en la década de 1960. Asimismo, el auge que ha tenido en los últimos años se debe, sobre todo, a los avances en neuroimagen. No obstante, vale la pena conocer sus precedentes:
- Teorías iniciales: en la antigua Grecia, Hipócrates ya sospechaba que el cerebro era la sede de los pensamientos y las emociones, de hecho, fue el primero en argumentar su posible conexión con la conducta. Pero hasta el siglo XIX se dieron avances un poco más significativos.
- Frenología y avances científicos: la frenología ―el estudio de las protuberancias del cráneo como indicadores de habilidades mentales― fue desacreditada, aunque impulsó el interés por localizar, entender y definir de manera más científica las funciones cerebrales. Así, en 1861, Paul Broca, anatomista y antropólogo francés, demostró que una lesión en una zona específica del cerebro ―ahora conocida como área de Broca― causaba problemas en el lenguaje. Esto fue esencial para comprender la especialización funcional del cerebro.
- Siglo XX y XXI: gracias a Alexander Luria, un neuropsicólogo ruso, se integran las teorías neurofisiológicas con la psicología clínica para desarrollar métodos de evaluación y tratamiento de los déficits cognitivos. En la actualidad, la neuropsicología avanza gracias a técnicas de neuroimagen como la resonancia magnética funcional (fMRI) y la tomografía por emisión de positrones (PET).
Te puede interesar 7 documentales imprescindibles sobre neurociencias y neuropsicología
¿Para qué sirve la neuropsicología?
La utilidad de esta rama es una pregunta frecuente, principalmente entre padres de niños con conductas relacionadas con el trastorno por déficit de atención e huperactividad (TDAH) y familiares de personas que han sufrido un ictus, quienes suelen ser derivados a estos especialistas. A continuación, detallamos las principales funciones de esta disciplina.
1. Evaluaciones psicológicas
Los neuropsicólogos realizan un amplio abanico de pruebas estandarizadas, con el fin de detectar desde posibles alteraciones cognitivas, trastornos psicológicos o enfermedades. Pueden medir capacidades como la memoria, la atención, el lenguaje, etc. También diagnostican demencias tipo alzhéimer o déficits cognitivos y conductuales específicos. Veamos algunos ejemplos de los instrumentos que utilizan:
- Trail Making Test (TMT): esta prueba mide la velocidad de procesamiento, la atención y la flexibilidad mental de las personas.
- Mini examen del estado mental (MMSE): este evalúa el estado cognitivo general de los pacientes y se emplea, sobre todo, para detectar deterioro cognitivo o demencia.
- Escala de inteligencia de Wechsler para Adultos (WAIS): el propósito de este examen tan clásico es evaluar el coeficiente intelectual (CI) y diversas funciones cognitivas.
- Test de Stroop: es el recurso que más emplean los neuropsicólogos para medir la atención selectiva, la capacidad de inhibición y la flexibilidad cognitiva de los pacientes adultos o infantiles.
- Batería de evaluación neuropsicológica de Luria-Nebraska (LNNB): esta prueba es muy eficaz para evaluar múltiples funciones cerebrales, identificar lesiones o disfunciones del cerebro.
- Test de figuras complejas de Rey-Osterrieth: es muy posible que hayas escuchado hablar de este instrumento. Evalúa las habilidades visuoespaciales, la memoria visual y la planificación.
2. Rehabilitación tras un ACV
Cuando una persona sufre un ACV, puede experimentar numerosas dificultades que un neuropsicólogo deberá valorar. Es común que aparezcan problemas del habla (afasia), para mover ciertas partes del cuerpo (hemiparesia) o para recordar información. Por lo general, en este tipo de intervenciones se llevan a cabo las siguientes tareas:
- Evaluación: el análisis clínico comprende una fase esencial y necesaria para realizar diagnósticos y diseñar mecanismos de intervención. En este caso, se empieza llevando a cabo entrevistas, pruebas de neuroimagen, evaluación emocional, etc.
- Plan de rehabilitación: según los resultados de la evaluación, se elaborará un plan de rehabilitación personalizado y multidisciplinario que aborde las áreas más afectadas. En este programa, intervendrán diversos profesionales, como logopedas para la rehabilitación del lenguaje, terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas, entre otros.
- Seguimiento y reevaluación: durante la terapia neuropsicológica se lleva a cabo un seguimiento de los avances de la persona, para valorar sus progresos, retrocesos o nuevas necesidades detectadas.
- Apoyo familiar: un pilar decisivo en la neuropsicología es la psicoeducación. El entorno familiar del paciente debe conocer también estrategias para apoyar y acompañar a ese ser querido que ha sufrido un ictus, aneurisma, angiopatía, etc.
3. Tratamiento de los trastornos del desarrollo en niños
El aula es donde las dificultades de aprendizaje se manifiestan con mayor frecuencia. Esto hace de la neuropsicología un recurso básico y esencial para el correcto desarrollo cognitivo, conductual y emocional de los niños.
De este modo, la intervención de estos profesionales puede mejorar tanto el bienestar, como la adaptación y el potencial sociocognitivo de alumnos con TDAH, TEA (trastorno de espectro autista), etc. No obstante, recordemos siempre que cada cerebro es único y que cada persona presenta unas particularidades exclusivas que hay que saber evaluar. Veamos dos sencillos ejemplos de la intervención neuropsicológica en este ámbito.
Posible intervención para el TDAH
- Entrenamiento en habilidades de atención: tras la fase de evaluación, que incluye tanto la entrevista, como las pruebas estandarizadas (test SNAP-IV) y de neuroimagen, se inicia el entrenamiento en la atención sostenida y la concentración. Esto puede incluir desde juegos, hasta ejercicios de papel y lápiz.
- Terapia conductual: se enseñan técnicas de autorregulación para que el niño pueda controlar mejor sus impulsos, así como su comportamiento.
- Organización y planificación: es frecuente que se le instruya a los chicos a usar listas de tareas, como calendarios visuales y otras herramientas que le permitirán tener una mayor organización, tanto en su casa como en el colegio.
- Derivación a otros profesionales: el neuropsicólogo también puede valorar la necesidad de que el paciente se derive a otro ámbito clínico, como un neuropediatra, para que siga algún tratamiento farmacológico.
Posible intervención para el TEA
- Análisis conductual aplicado (ABA): consiste en una metodología con base en el refuerzo positivo. En ella, el profesional enseña habilidades específicas y busca reducir conductas problemáticas. Las tareas se dividen en pequeños pasos que se introducen acompañados siempre de refuerzos motivadores.
- Soporte comunicativo: es una intervención esencial cuando existen dificultades de lenguaje. En este caso, el neuropsicólogo deriva al paciente a los logopedas para que les enseñen sistemas de comunicación alternativa, como el uso imágenes en dispositivos electrónicos. De ese modo podrán expresar sus necesidades.
- Terapia de habilidades sociales: después de la evaluación, se crea un plan de intervención individualizado para el paciente. A menudo, se realizan sesiones individuales o en grupos reducidos donde los niños practican cómo iniciar y mantener conversaciones, reconocer emociones en los demás y manejar dificultades cotidianas.
4. Intervención en enfermedades neurodegenerativas
La neurociencia es fundamental en el abordaje de las enfermedades neurodegenerativas, ya que su objetivo principal es maximizar la calidad de vida del paciente y preservar las funciones cognitivas, por ejemplo, en personas con la enfermedad de Alzheimer, Parkinson, esclerosis múltiple o demencia frontotemporal. A continuación, exploraremos cómo se articula esta intervención desde un enfoque personalizado y adaptativo.
Intervenciones cognitivas
Además de estimular las capacidades cognitivas que aún están preservadas, el propósito de esta disciplina también es retrasar el progreso del deterioro con adecuadas estrategias sustentadas en la evidencia científica. Estas son algunas técnicas:
- Rehabilitación cognitiva: este método de intervención se centra en trabajar las áreas afectadas. Por ejemplo, es posible realizar tareas para mejorar la memoria a corto plazo o las habilidades de planificación.
- Estimulación cognitiva: el neuropsicólogo diseña ejercicios para activar diferentes funciones cerebrales, como juegos de memoria, ejercicios de atención, problemas de lógica y tareas que desafían la función ejecutiva.
- Entrenamiento en estrategias de compensación: se enseña a los pacientes a poner en práctica estrategias que les ayuden a manejar sus dificultades. Por ejemplo, aprender a usar agendas, alarmas y listas de tareas para compensar la pérdida de memoria. Todo depende siempre de las necesidades particulares de la persona evaluada.
Intervenciones emocionales y psicológicas
- Mindfulness y técnicas de relajación: es frecuente enseñar métodos para reducir el estrés y promover la calma en los pacientes, como la respiración profunda, la meditación y la relajación muscular.
- Terapia psicológica: ofrecer apoyo emocional para ayudar al paciente a manejar el estrés, la ansiedad, la depresión y la frustración es algo prioritario en todos los casos. Pensemos en el enorme impacto psicosocial que supone la pérdida progresiva de las habilidades cognitivas.
Apoyo en la vida diaria y en su funcionalidad
- Entrenamiento en habilidades: el neuropsicólogo enseña técnicas para simplificar las tareas cotidianas, como vestirse, cocinar o gestionar el tiempo. Esto se lleva a cabo ofreciendo pautas para desglosar actividades en pasos más pequeños y manejables.
- Adaptaciones en el entorno: es prioritario aportar sugerencias para hacer que el hogar sea más seguro y accesible. Con tal fin se puede recurrir al uso de etiquetas visuales, recordatorios en lugares clave o reorganizar los espacios para evitar caídas y accidentes.
Apoyo y psicoeducación a los cuidadores
El rol de los cuidadores es fundamental en el manejo de las enfermedades neurodegenerativas. En este caso, el neuropsicólogo les proporciona herramientas y apoyo para enfrentar esta tarea tan dura y delicada a la vez; entre ellas, las siguientes:
- Educación sobre la enfermedad: se ofrece psicoeducación sobre el progreso de la enfermedad, qué esperar y cómo manejar los cambios que ocurren con el tiempo.
- Soporte emocional: pocas realidades son más necesarias como guiar a los cuidadores para que aprendan a manejar el estrés y el agotamiento del día a día. La terapia psicológica y los grupos de apoyo son vitales en estos casos.
- Entrenamiento en técnicas de cuidado: en la consulta de estos profesionales, es frecuente que se aporten estrategias a los familiares/cuidadores para manejar comportamientos difíciles, como la agitación o la agresividad, y mantener al paciente lo más autónomo posible.
5. Intervención en traumatismos craneoencefálicos (TCE)
La intervención neuropsicológica en casos de traumatismo craneoencefálico (TCE) tiene como fin ayudar a los pacientes a recuperar o compensar la afectación tras el daño cerebral. Los TCE varían en gravedad, desde leves hasta severos, y cada caso requiere un plan de tratamiento individualizado que evolucione con el tiempo. Te damos un ejemplo de este tipo de programa.
Rehabilitación cognitiva
- Mejora de la atención y la concentración: se realizan actividades progresivas que aumentan la capacidad de concentración, desde tareas simples hasta ejercicios más complejos que requieren activar la atención dividida o sostenida.
- Ejercicios de función ejecutiva: en este caso, se trabajan habilidades como la planificación, la organización, la toma de decisiones y la solución de problemas. El neuropsicólogo diseña un plan que parta siempre de las características propias de su paciente.
- Entrenamiento de la memoria: se pueden introducir ejercicios que refuerzan la memoria a corto y largo plazo. A su vez, es frecuente que se enseñen estrategias de compensación, como el uso de agendas y dispositivos electrónicos para recordar información importante.
Derivación a otras especialidades
- Terapia física y emocional: en esos casos donde el TCE ha afectado la movilidad o la coordinación, se deriva a los terapeutas físicos y ocupacionales para favorecer la rehabilitación motora.
- Terapia psicológica: son muchos los pacientes que pueden desarrollar un trauma a raíz de ese accidente que les ha podido producir el traumatismo craneoencefálico (TCE). La asistencia psicológica resulta prioritaria.
- Logopedas: si las habilidades lingüísticas se dañaron, se iniciará un abordaje para mejorar desde la comprensión y articulación del lenguaje, hasta la posibilidad de ofrecer otros soportes cuando el habla quedó muy afectada.
Apoyo en el retorno a la vida cotidiana
Otra parte crucial de la intervención del neuropsicólogo es ayudar al paciente a reintegrarse a su vida laboral, social, escolar, etc. Para ello, se le pueden dar pautas o guiar para que solicite ayudas de asistentes sociales u otras figuras en ese proceso de retorno a su nueva normalidad.
6. La investigación neuropsicológica
Los neuropsicólogos participan en campos de investigación muy vanguardistas. No solo profundizan en cómo funciona el cerebro y la mente humana, en la actualidad se abren nuevos campos de análisis como es la inteligencia artificial (IA). Este es otro ámbito de intervención tan decisivo como interesante que traerá en el futuro notables avances en muchas esferas para el bienestar humano.
Asimismo, se ha sugerido que la neuropsicología necesita innovar y seguir transformándose. La digitalización, la investigación basada en teorías y la estadística bayesiana son tres de esas variables que lo facilitan, pero tampoco podemos dejar de lado la estimulación cerebral no invasiva o los descubrimientos en el ámbito de la neuroplasticidad.
¿Cuándo consultar a un neuropsicólogo?
El entorno de trabajo de estos profesionales es amplio, abarca consultas privadas, instituciones académicas y hospitales. También es posible que se ofrezcan los servicios de estos especialistas las clínicas o centros de rehabilitación, institutos gubernamentales y forenses, así como las residencias de cuidados prolongados y los geriátricos.
Con frecuencia, los centros escolares o de salud deriven a los pacientes hasta estos profesionales. Enseguida, listamos algunas realidades que suelen ser objeto de consulta:
- Problemas de memoria.
- Dificultad para concentrarse.
- Problemas continuados en el aprendizaje.
- Cambios repentinos en el comportamiento o la personalidad.
- Dificultad con el lenguaje o con la capacidad para resolver problemas.
- Síntomas posteriores a una lesión cerebral traumática, un accidente cerebrovascular o una enfermedad neurológica.
Un área de la neurociencia en constante desarrollo
La neuropsicología es una disciplina muy nueva que avanza de manera significativa. En gran parte, esto se debe al desarrollo de las técnicas de imagen y las nuevas tecnologías. Ejemplo de ello es la estimulación magnética transcraneal (TMS) y la estimulación transcraneal de corriente directa (tDCS), dos metodologías que favorecen la rehabilitación en casos de daño cerebral.
Por otro lado, la neurociencia computacional y IA facilitan la disposición de diagnósticos y estrategias de intervención. No dudes en confiar en este ámbito y en sus profesionales. Gracias a ellos, cada día mejora la calidad de vida de miles de personas, tanto niños como adultos, que cuentan con estrategias de vanguardia y su sensibilidad a la hora de empatizar con toda realidad por dura que sea.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Bonilla-Sánchez, M. del R. (2024). Clinical experiences of intervention of neurodevelopmental disorders and difficulties in school learning from historical-cultural neuropsychology. Frontiers in education, 9, 1-7. https://www.frontiersin.org/journals/education/articles/10.3389/feduc.2024.1291732/full
- Schmerwitz, C., & Kopp, B. (2024). The future of neuropsychology is digital, theory-driven, and Bayesian: a paradigmatic study of cognitive flexibility. Frontiers in Psychology, 15, 1-19. https://www.frontiersin.org/journals/psychology/articles/10.3389/fpsyg.2024.1437192/full
- Zhang, Y., Xiong, Y., Cai, Y., Zheng, L., & Zhang, Y. (2020). The 100 top-cited studies on neuropsychology: A bibliometric analysis. Frontiers in Psychology, 11, 1-6. https://www.frontiersin.org/journals/psychology/articles/10.3389/fpsyg.2020.550716/full