9 tipos de terapias psicológicas alternativas para incluir en tu rutina diaria

A un tratamiento psicológico se le pueden añadir técnicas que potencian sus efectos y que, además, aplicas en tu día a día sin comprometer tu salud mental. Descúbrelas aquí.
9 tipos de terapias psicológicas alternativas para incluir en tu rutina diaria
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 15 febrero, 2024

Las terapias psicológicas alternativas resultan herramientas coadyuvantes al tratamiento profesional y cada vez ganan más popularidad. Gracias a que es posible incluirlas en tu cotidianidad con relativa facilidad, muchas personas las emplean para mejorar los resultados de sus tratamientos.

En este artículo encontrarás las más conocidas, además de recomendaciones para aplicarlas. No te pierdas nada, pues en este mundo, donde el malestar psicológico es una epidemia, nunca está de más aprender algunas técnicas para sentirse mejor.

¿Qué son las terapias psicológicas alternativas?

Hablamos de terapias alternativas para referirnos a aquellas que complementan las terapias psicológicas principales. Se caracterizan por su aporte a mejorar los resultados y por el bajo riesgo en su aplicación. Es decir, que siempre van asociadas a un abordaje de primer orden y su empleo nunca empeora al paciente.

Estas prácticas se han desarrollado durante años, orientándose a la relajación que el cuerpo y la mente requieren, durante la atención de los pacientes que atraviesan un proceso de salud mental.

A través de las terapias complementarias se mejora en el aprendizaje de nuevos hábitos y se refuerzan los beneficios de las técnicas primordiales.

Tipos de terapias psicológicas alternativas

Por lo general, el efecto de cada método alternativo depende de los objetivos del tratamiento y del contexto terapéutico. A continuación, encontrarás algunos de las más empleados y su utilidad para el paciente.



1. Musicoterapia

Es común el uso de la musicoterapia para incidir en el estado de ánimo. Desde tocar instrumentos hasta solo escucharla, la música tiene beneficios importantes en la salud mental: genera bienestar, estimula la memoria, ayuda a desarrollar capacidades sociales, fomenta la felicidad y un largo etcétera.

Se emplea, a menudo, en personas con neurodivergencia como el TEA, en demencias o pacientes con disfuncionalidades del habla y la motricidad.

2. Flores de Bach

Esta clase de aromaterapia se basa en aplicar de manera sublingual gotas de aceites esenciales florales. Existe un listado de ellas con sus correspondientes efectos sobre el estado de ánimo: reducir la ansiedad, acabar con la sensación de soledad, y así hasta las 38 flores de Bach.

Aunque es una de las terapias alternativas más de moda en la actualidad, has de saber que su eficacia no se ha probado por la vía científica. Se apunta a que los resultados positivos se deben al efecto placebo y que muchos estudios sobre estas plantas están sesgados; pero suele recurrirse a ellas por su composición 100 % natural y efectos secundarios imperceptibles.

3. Risoterapia

A través de esta clase de terapia complementaria se busca obtener los beneficios de la risa sincera y visceral mediante diversos ejercicios. Al tratarse de un proceso oponente al estrés y la tensión, con su aplicación se logra distender los músculos, aliviar sensaciones desagradables o mejorar la circulación.

Es una terapia empleada, con frecuencia, en pacientes con enfermedades graves o que cursan con dolor físico, como el cáncer.

Con ella se consigue mejorar la respuesta inmunológica, reducir el estrés, favorecer el estado de ánimo, aumentar la autoestima y mejorar la tolerancia al dolor y la fatiga.

4. Terapia con animales

El contacto con animales de carácter amable y sociable tiene una serie de ventajas para la salud mental de las personas. De esta manera, la terapia con mascotas no solo sube el estado de ánimo, sino que interviene en el desarrollo de la empatía y otras capacidades, como las habilidades sociales o la comunicación.

Al respecto, una publicación de la Revista Internacional de Cuidados Sciences, resalta que la presencia de los animales alivia, relaja y descarga las tensiones. No obstante, es importante tener en cuenta el bagaje moral del paciente, pues muchas personas se niegan a utilizarlos cuando existen otras opciones. Asimismo, es crucial elegir centros y profesionales que garanticen el bienestar animal.

5. Biofeedback

Esta curiosa técnica, un poco confundida con el neurofeedback y no tan conocida como el resto de las mencionadas, ayuda a las personas a tener control sobre sus procesos físicos y fisiológicos. Consiste en la colocación de instrumentos medidores (EEG, ECG, etc.) para analizar ciertas constantes del paciente, como las ondas cerebrales o el ritmo cardíaco y respiratorio.

De esta manera, se obtiene una retroalimentación directa de sus funciones y ritmos y puede verlos cambiar cuando realiza, por ejemplo, ejercicios de relajación. El biofeedback aplica para el dolor de cabeza tensional, la hiperactividad nerviosa, la ansiedad o el dolor crónico, entre otros ámbitos.

6. Acupuntura

Esta técnica, modernizada a partir de la medicina tradicional oriental, demuestra su eficacia en diferentes abordajes psicológicos, como el tratamiento de la depresión.

No obstante, existe un debate sobre la eficacia de la acupuntura como método coadyuvante o principal, ya que los estudios al respecto suelen tener pocos sujetos, por lo que no es posible generalizar.

7. Arteterapia

La arteterapia es una de las elecciones más habituales para quienes son sensibles y creativos. Ayuda, sobre todo, a mejorar la expresión emocional, la comunicación, la socialización y el autoconocimiento. Pero su eficacia sigue por demostrarse, pues sus efectos son difícilmente generalizables debido a las diferencias interpersonales y a la fiabilidad de los estudios.

El medio de elección de las actividades artísticas en este caso es el visual o audiovisual: pintura, escultura, edición de video, etc.

8. Danzaterapia

Sumamos a las terapias psicológicas alternativas el poder del baile. El movimiento corporal permite manifestar lo que las palabras no pueden, con una serie de aportes que incrementa la actividad física, el autoconocimiento y el aprovechamiento de capacidades que mejoran la autoestima.

9. Meditación

Las diferentes técnicas de meditación, desde el yoga hasta el mindfulness,  han probado ser una herramienta fantástica para relajarse, focalizar la atención, regular las emociones y reducir la ansiedad, entre otros beneficios. Lo ideal es que un profesional te ayude a encontrar la modalidad que más te funciona y te guíe durante el proceso de aprendizaje.



Una vía que potencia el tratamiento de primera mano

Si bien ciertas prácticas que has leído aquí (bailar, escuchar música, meditar, etc.) tienen una incidencia positiva en la salud de las personas, estas no se consideran sustitutos en sí de la psicoterapia, sino potenciadores de los efectos de la terapia de primera elección.

Por tanto, si crees que tu salud mental está deteriorada, considera practicar estas opciones, siempre solicitando la ayuda de un profesional.


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