Las 44 mujeres más influyentes de la historia que cambiaron al mundo

Las mujeres han desempeñado papeles influyentes en la historia de la humanidad. Aquí destacamos sus contribuciones y reconocemos su legado que inspira a nuevas generaciones a romper barreras.
Las 44 mujeres más influyentes de la historia que cambiaron al mundo

Escrito por Gabriela Matamoros

Última actualización: 08 febrero, 2025

Desde científicas pioneras hasta líderes políticas, muchas mujeres que hoy reconocemos como personajes históricos desafiaron las normas de su época. Su impacto es innegable en campos como la ciencia, las artes, la literatura, los movimientos sociales y más.

En este artículo exploraremos la vida y el legado de 44 damas que rompieron barreras y abrieron el camino a las generaciones futuras. Su valentía, inteligencia y determinación son prueba de que el protagonismo femenino es esencial para la construcción de una sociedad más justa e igualitaria.

1. Cleopatra (69 a. C. – 30 a. C.)

Cleopatra VII, la última reina de Egipto perteneciente a la dinastía Ptolemaica, es recordada por su carisma, su habilidad política y su inteligencia. Su liderazgo se caracterizó por la diplomacia y la búsqueda de alianzas con figuras clave de Roma, como Julio César y Marco Antonio.

La faraona desempeñó un papel fundamental en la administración económica de su reino. Su tumba es un misterio sin resolver; aunque la tradición sugiere que murió por suicidio tras la derrota de su ejército frente a las tropas de Octavio, los detalles exactos de su fallecimiento permanecen en la incertidumbre.

2. Hipatia de Alejandría (alrededor de 355 a. C. – 415 d. C.)

Hipatia de Alejandría es una de las intelectuales más influyentes de la Antigüedad y la primera mujer matemática de la que se tiene registro. Difundió el pensamiento de Platón y Aristóteles. A ella se le atribuye la invención del hidrómetro, un dispositivo empleado para medir la densidad de los líquidos. Su legado en el campo de la ciencia repercutió en pensadores como Newton, Leibniz y Descartes.

En el año 415 d. C., acusada de fomentar el pensamiento pagano y enemistada con sectores del cristianismo, fue asesinada por una turba en Alejandría. A partir del siglo XVIII, con el auge de la Ilustración, Hipatia fue reivindicada como un símbolo de la razón y la libertad intelectual.

3. Virgen María (Siglo I a. C. – Siglo I de la Era Moderna)

Según la tradición cristiana, María nació en una familia judía y fue escogida por Dios para concebir a Jesús por obra del Espíritu Santo. Acompañó a Cristo hasta su crucifixión y desempeñó un rol clave en los inicios del cristianismo.

A lo largo de la historia, su imagen ha sido asociada a múltiples advocaciones, como la Virgen de Guadalupe en México, la Virgen de Fátima en Portugal y la Virgen del Carmen en España y América Latina, entre otras. En el arte, la literatura, la poesía y la música, su figura es bastante representada, destacando su gracia y serenidad.

4. Manuela Sáenz (1797-1857)

Nacida en Quito, Manuela Sáenz tuvo una participación activa en la causa patriótica. Vestida de hombre, armada y montada a caballo, tomó parte en combates y reprimió motines: fue una de las protagonistas de la independencia. Su valentía y entrega le valieron la condecoración de Caballeresa del Sol, en reconocimiento a su apoyo a la campaña libertadora en Perú.

El encuentro entre Manuela y Simón Bolívar, en 1822, marcó el inicio de una relación sentimental, política y militar. En 1828 frustró un atentado contra Bolívar en Bogotá, lo que le atribuyó el reconocimiento de Libertadora del Libertador.

Tras la muerte de Bolívar, en 1830, Manuela cayó en el olvido. Exiliada y sin recursos, pasó sus últimos años en el puerto de Paita, en la costa peruana. En 1857, murió debido a la epidemia de difteria. Sin honores ni reconocimientos, fue enterrada en una fosa común y sus pertenencias fueron incineradas.

5. Jane Austen (1775-1817)

Jane Austen fue una escritora influyente en la literatura occidental. Con una narración detallada y el uso magistral de la ironía sentó las bases del realismo literario y retrató con precisión la vida cotidiana de la burguesía y la nobleza.

Publicó cuatro novelas que marcaron un antes y un después en la literatura: Sentido y sensibilidad (1811), Orgullo y prejuicio (1813), Mansfield Park (1814) y Emma (1815). Utilizó personajes femeninos con inteligencia y determinación para cuestionar las estructuras sociales de la época.

A pesar de escribir sobre el amor y el matrimonio, Jane nunca se casó. Recibió propuestas, pero eligió una vida independiente. Su legado está vigente, con múltiples adaptaciones cinematográficas y televisivas de sus novelas.

6. Diana de Gales (1961-1997)

Una de las figuras más emblemáticas de la monarquía contemporánea fue Diana de Gales. Su matrimonio con el príncipe Carlos la llevó al centro de la vida pública, pero fue su carisma, empatía y compromiso social lo que la convirtió en un ícono mundial.

Dedicó gran parte de su vida a causas humanitarias. Visitó albergues, trabajó con enfermos, promovió la lucha contra el VIH y la lepra y recorrió zonas de conflicto para visibilizar el impacto de las minas antipersona. Ganó el apodo de la Princesa del Pueblo, por su cercanía con quienes sufrían, sin protocolos ni barreras.

Como madre, rompió con las normas tradicionales de la corona al criar a sus hijos, Guillermo y Harry, con una educación más cercana y afectuosa. No necesitaba cámaras para mostrar su solidaridad; su compasión era auténtica. Hasta su trágica muerte en 1997, Diana redefinió el papel de la realeza, acercándola a la sociedad con sensibilidad y compromiso. 

7. Amelia Earhart (1898-1937)

La piloto estadounidense más famosa de todos los tiempos es Amelia Earhart. Su pasión por volar nació tras la Primera Guerra Mundial, cuando trabajó como enfermera voluntaria en Canadá. En 1920, tras asistir a un espectáculo aéreo y sobrevolar la ciudad de Los Ángeles, confirmó que su vocación era surcar los cielos.

Un año después, comenzó su formación como piloto y en 1923 obtuvo su licencia. Su talento y determinación la llevaron a unirse a la Asociación Aeronáutica Internacional en 1927, consolidándose como una de las aviadoras más destacadas de Estados Unidos.

Earhart alcanzó la fama en 1932 al ser la primera mujer en cruzar el Atlántico en solitario. Su ambición más grande llegó en 1937, cuando emprendió la misión de convertirse en la primera persona en dar la vuelta al mundo por la línea ecuatorial. Pero el 2 de julio de ese año, en la penúltima etapa de su travesía, su avión desapareció en algún punto del océano Pacífico.

8. Juana de Arco (1412-1431)

Nació en Domrémy, Francia. Desde su adolescencia, afirmaba recibir mensajes divinos de Dios y de figuras como el arcángel Miguel, instándola a luchar por la liberación de su nación. Su determinación y supuestos conocimientos sobre secretos del rey le ganaron su confianza. En 1429, con solo 17 años, se le permitió acompañar al ejército en la liberación de Orleans.

Vestida con armadura, lideró la ofensiva que reforzó la legitimidad de Carlos VII, quien poco después fue coronado en Reims con Juana a su lado. En 1430, durante un enfrentamiento en Compiègne, ella fue capturada y entregada a sus enemigos. En Ruán, fue sometida a un juicio por herejía, en el que la acusaron de brujería y de llevar ropa masculina, un cargo que la Iglesia consideraba condenable.

Carlos VII no intervino en su defensa. En mayo de 1431, a los 19 años, fue declarada culpable y ejecutada en la hoguera. Sus cenizas fueron arrojadas al río Sena para evitar que su tumba se convirtiera en un lugar de veneración. En 1456, una investigación ordenada por el Papa Calixto III y solicitada por la familia de Juana anuló el veredicto y la proclamó inocente. En 1920, la Iglesia católica la canonizó, reconociéndola como santa y patrona de Francia.

9. Frida Kahlo (1907-1954)

La imagen de Frida Kahlo respondía a una reivindicación cultural, construida con faldas tehuanas, peinados trenzados con cintas y joyería de inspiración precolombina. A los seis años contrajo poliomielitis, lo que afectó el desarrollo de su pierna derecha. A los 18, un accidente de autobús le provocó múltiples fracturas en el cuerpo, inmovilizándola tres meses y llevándola a 32 cirugías.

Durante su convalecencia, encontró en la pintura una forma de expresión y escape, abordando la identidad, género, maternidad, dolor y política. Kahlo se unió al Partido Comunista Mexicano y su hogar, la famosa Casa Azul en Coyoacán, se convirtió en un refugio para intelectuales y revolucionarios, incluidos León Trotsky y André Breton.

Su relación con el muralista Diego Rivera fue una fuente de inspiración y sufrimiento que reflejó en muchos cuadros. En 1953, tuvo su única exposición en vida en México, a la que asistió en una cama de hospital. Falleció en 1954.

10. Indira Gandhi (1917-1984)

Indira Ghandi estudió en la Escuela Moderna de Delhi, en Ginebra y la Universidad de Oxford. En Inglaterra, conoció a Feroze Gandhi, con quien se casó y tuvo dos hijos. Creció en un ambiente político intenso, pues era hija única de Jawaharlal Nehru, el primer ministro de la India independiente, y fue influenciada por su madre, Kamala Kaul, una activista por los derechos humanos.

En 1938, comenzó a participar de modo activo en el Congreso Nacional Indio. Fue ministra de Relaciones Exteriores, Finanzas, Interior y Defensa; también presidenta del Congreso en 1959. Pero su mayor hito fue su nombramiento como la primera mujer en acceder al cargo de primer ministro en 1966, posición que ejerció hasta 1977, y que retomó en 1980.

Promovió la Revolución Verde para combatir la desnutrición y la pobreza en su país. Desafió a las potencias globales de la época y consolidó la autonomía de su nación. El 31 de octubre de 1984, en Nueva Delhi, fue asesinada por dos de sus guardaespaldas, miembros de la comunidad sij, en represalia por la represión gubernamental contra el movimiento separatista en el Templo Dorado de Amritsar.

11. Coco Chanel (1883-1971)

Gabrielle Coco Chanel transformó la industria de la moda al liberar a las mujeres de los rígidos corsés y diseñar prendas que combinaban elegancia y comodidad. Su estilo minimalista marcó un antes y un después en la alta costura del siglo XX, tal es así que su apellido es la firma de una de las casas de moda más icónicas del mundo.

Chanel nació en una familia humilde en Saumur, Francia. Su padre la envió a un orfanato en Aubazine, donde aprendió a coser, bordar y planchar. La austeridad del convento influyó en su visión estética, llevándola a desarrollar un estilo sobrio y refinado que desafió la opulencia de la moda de su tiempo.

Su apodo surgió durante una breve etapa como cantante en cabarets. En 1909 abrió su primera boutique de sombreros en París. Con el tiempo, amplió su negocio a la confección de ropa y la fragancia Chanel Nº 5. Ella rompió los estándares al popularizar el uso de los pantalones en las mujeres. Su célebre frase «La moda pasa, pero el estilo permanece», resume su filosofía de diseño. Falleció en 1971, pero su visión todavía define el mundo de la moda.

12. Anne Frank (1929-1945)

Annelies Marie Frank fue una niña judía alemana cuya historia se convirtió en un testimonio universal del Holocausto. Nació el 12 de junio de 1929 en Frankfurt. Vivió con relativa normalidad hasta que el ascenso del nazismo obligó a su familia a huir a los Países Bajos.

Desde julio de 1942 hasta agosto de 1944, se escondieron en un «anexo secreto». Durante su encierro, plasmó sus pensamientos, emociones y experiencias en un diario. Su escritura, llena de reflexiones sobre la guerra, la esperanza y la resiliencia, mostró una sorprendente madurez para su edad. Además, redactó cuentos y transformó sus anotaciones en un libro titulado La Casa de atrás.

El 4 de agosto de 1944, la Gestapo irrumpió en el escondite. Ana fue deportada a Auschwitz y luego trasladada al campo de concentración de Bergen-Belsen, donde contrajo tifus. Falleció entre febrero y marzo de 1945, pocas semanas antes de que las tropas británicas liberaran el campo el 15 de abril de ese año.

Su padre, el único sobreviviente de la familia, recuperó los escritos tras la guerra y lo publicó en 1947 bajo el título El diario de Ana Frank. Desde entonces, el libro ha sido traducido a decenas de idiomas y leído por millones de personas.

13. Gabriela Mistral (1889-1957)

Se trata de una escritora, educadora y diplomática chilena. Gracias a su obra, marcada por una profunda sensibilidad social y un lirismo inconfundible, fue la primera persona latinoamericana en recibir el Premio Nobel de Literatura en 1945.

En 1906, publicó el artículo La instrucción de la mujer, cuestionando las barreras impuestas a la educación femenina. Se tituló como maestra en 1910. Además, desarrolló una prolífica carrera literaria. Obras como Desolación (1922) y Ternura (1924) consolidaron su prestigio, al tiempo que su figura se convertía en un símbolo del idealismo latinoamericano.

Gabriela Mistral también fue una incansable defensora de los derechos humanos. Participó en la reforma educativa de México, representó a Chile en organismos internacionales y alzó su voz en favor de la infancia y la igualdad de género.



14. Madre Teresa de Calcuta (1910-1997)

Teresa de Calcuta destacó por su labor en favor de aliviar el sufrimiento de los más pobres en la India y otras partes del mundo. Ingresó a la orden de las Hermanas de Loreto, en Irlanda, a los 18 años. En 1929 llegó a la India, donde completó su formación y adoptó su nombre en honor a Santa Teresa de Lisieux.

En 1950, fundó la congregación de las Misioneras de la Caridad. Uno de los mayores impactos de su congregación fue la apertura de la Casa del Moribundo, un refugio donde aquellos desahuciados y abandonados por la sociedad recibían atención y dignidad en sus últimos días de vida.

En 1979, fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz por su esfuerzo. Falleció el 5 de septiembre de 1997 en Calcuta, dejando un legado de compasión y entrega. En 2003, el papa Juan Pablo II la beatificó y en 2016 fue canonizada por el papa Francisco, siendo declarada Santa Teresa de Calcuta.

15. Rosalind Franklin (1920-1958)

Fue una química y cristalógrafa británica. Desde joven, Rosalind Franklin mostró una gran pasión por la ciencia y se doctoró en Química en la Universidad de Cambridge. Durante su trabajo en el King’s College de Londres, en la década de 1950, esta mujer consiguió la famosa Fotografía 51, imagen que proporcionó evidencia clave sobre la estructura del ADN.

Sin embargo, sin su consentimiento, su colega Maurice Wilkins compartió sus hallazgos con James Watson y Francis Crick, quienes utilizaron la investigación como base para desarrollar el modelo definitivo de la doble hélice. En 1953, Watson y Crick publicaron sus conclusiones en Nature, omitiendo el papel de Rosalind. En 1962, recibieron el Premio Nobel de Medicina, mientras que Franklin, quien había fallecido en 1958 a causa de cáncer de ovario, no fue reconocida.

16. Rosa Parks (1913-2005)

Rosa Parks pasó a la historia como un símbolo de resistencia pacífica y justicia social. Su negativa a ceder su asiento en un autobús marcó un punto de inflexión en la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos.

En Montgomery, Alabama, el 1 de diciembre de 1955, Rosa tomó asiento en una sección media del vehículo que los pasajeros negros podían ocupar siempre que no lo demandaran usuarios blancos. Cuando el conductor le ordenó ceder su lugar, ella se negó con firmeza. Su negativa llevó a su arresto inmediato, lo que desató una ola de indignación en la comunidad afroamericana.

La detención de Parks provocó el Boicot a los Autobuses de Montgomery, una protesta masiva en la que miles de afroamericanos se negaron a utilizar el transporte público durante más de un año. Entre los líderes del movimiento estaba un joven pastor llamado Martin Luther King Jr., quien pronto se convertiría en la voz más influyente del movimiento por los derechos civiles.

En 1956, la Corte Suprema de Estados Unidos declaró inconstitucional la segregación en los autobuses públicos. Rosa Parks luchó por la justicia social durante el resto de su vida y abogó por la igualdad racial hasta su fallecimiento el 24 de octubre de 2005.

17. Simone de Beauvoir (1908-1986)

Fue una filósofa, escritora y ensayista francesa. Simone de Beauvoir abrió el camino para una nueva forma de entender la emancipación femenina. Junto a su compañero intelectual y sentimental, Jean-Paul Sartre, se convirtió en una de las principales figuras del existencialismo.

Su libro El segundo sexo (1949) sentó las bases del feminismo moderno. En este analizó cómo las mujeres han sido históricamente definidas como «el otro» en relación con los hombres. De las frases más famosas de Beauvoir, «No se nace mujer, se llega a serlo» sintetiza su tesis sobre cómo la feminidad es una construcción social más que una esencia biológica.

Entre las mujeres, es de los personajes históricos más influyentes porque también defendió la legalización del aborto y el acceso a métodos anticonceptivos. Su activismo se refleja en textos como El Manifiesto de las 343, en el que declaró que abortó en un momento en que el procedimiento aún era ilegal en Francia.

18. Virginia Woolf (1882-1941)

La obra de Virginia Woolf revolucionó la narrativa con innovaciones en el monólogo interior y la estructura del tiempo. Además, sus escritos feministas abrieron un debate sobre el papel de la mujer en la literatura y la sociedad. La vida de esta británica estuvo marcada por experiencias traumáticas, incluyendo abusos por parte de sus hermanastros, lo que influyó en su visión crítica sobre las estructuras de poder y género.

Su legado literario incluye novelas como La señora Dalloway (1925), Al faro (1927) y Las olas (1931). Una de sus obras más influyentes es Una habitación propia (1929), un ensayo en el que Virginia plantea la necesidad de que las mujeres tengan independencia económica y un espacio propio para desarrollar su creatividad.

Ella fue una de las figuras clave del Círculo de Bloomsbury, en el que se difundían ideas sobre la igualdad, el feminismo, la aceptación de la homosexualidad y la bisexualidad, el amor por el arte, el pacifismo y el ecologismo. En 1941, tras una larga lucha contra la depresión, Woolf decidió quitarse la vida.

19. Marie Curie (1867-1934)

Marie Curie fue una física y química polaca cuya investigación revolucionó el campo de la radiactividad y sentó las bases para la ciencia nuclear moderna. En París, junto a Pierre Curie, compartió su vida y sus investigaciones; estudió la radiación y, tras años de experimentación, lograron aislar dos nuevos elementos: el polonio y el radio.

En 1903, se convirtió en la primera mujer en recibir un Premio Nobel (el de Física), junto a su esposo y Henri Becquerel, por sus estudios sobre la radiactividad. Años más tarde, en 1911, recibió su segundo Nobel, esta vez en Química, por sus avances en la purificación del radio. Con este logro, se convirtió en la primera persona en la historia en recibir dos veces el galardón en distintas disciplinas científicas.

Durante la Primera Guerra Mundial, desarrolló unidades móviles de rayos X, llamadas Pequeñas Curie, utilizadas en el frente de batalla para atender a soldados heridos. Además, fundó un instituto de investigación médica en Varsovia, contribuyendo al desarrollo de la radioterapia para el tratamiento del cáncer. Marie Curie falleció en 1934 debido a una anemia aplásica causada por su prolongada exposición a la radiación.



20. Matilde Hidalgo de Prócel (1889-1974)

Médica, poeta y activista ecuatoriana, Matilde Hidalgo logró avances significativos en la educación, la medicina y la participación política femenina. Fue la primera ecuatoriana en graduarse de la secundaria, un derecho hasta entonces reservado para los hombres. En 1921, obtuvo el título de doctora en la Universidad Central de Quito, convirtiéndose en la primera mujer ecuatoriana en alcanzar este grado.

Hidalgo solicitó su inscripción en el padrón electoral y el Consejo de Estado reconoció que no existía ninguna restricción explícita que impidiera a las damas sufragar, por lo que se le permitió votar en las elecciones de 1924. Su hazaña inspiró a otros países de la región a reconsiderar el papel de la mujer en la política. En 1929, Ecuador aprobó el sufragio femenino, convirtiéndolo en el primer país latinoamericano en donde las mujeres participaron en comicios nacionales.

Falleció en 1974. Su historia es un testimonio de cómo la educación y la convicción pueden transformar sociedades y derribar barreras.

21. Clara Campoamor (1888-1972)

La lucha de esta abogada, escritora y política española marcó un hito en la historia democrática de España. Como diputada en las Cortes de 1931, fue la principal impulsora del sufragio femenino en el país. Gracias a su determinación, logró que las mujeres españolas pudieran votar por primera vez en 1933.

Sin embargo, su victoria tuvo un alto costo personal. La aprobación del sufragio femenino generó divisiones en su partido, lo que la llevó a ser marginada de la política. En el libro Mi pecado mortal. El voto femenino y yo (1935), narró las dificultades que enfrentó en su lucha por la igualdad.

Con el estallido de la Guerra Civil en 1936 y la posterior instauración de la dictadura franquista, Clara Campoamor se vio obligada a exiliarse en París, donde trabajó como traductora, hasta 1955. Luego, se trasladó a Lausana (Suiza) para continuar con su actividad como abogada; allí murió en 1972.

22. Angela Merkel (1954)

Se formó en ciencias, estudiando Física en la Universidad de Leipzig y obteniendo un doctorado en Química Cuántica. En 1990 fue elegida diputada del Bundestag como representante de la Unión Demócrata Cristiana. También la nombraron ministra de la Mujer y la Juventud en el gobierno de Helmut Kohl.

En 1994 asumió la cartera de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza y Seguridad Nuclear. Con el tiempo, se convirtió en una de las principales figuras del partido y emergió como su líder en el 2000. En 2005, Angela Merkel hizo historia al convertirse en la primera mujer en ocupar el cargo de canciller de Alemania.

Su liderazgo estuvo marcado por su capacidad de gestión en momentos de crisis: desde la recesión económica de 2008 hasta la crisis migratoria y la pandemia de COVID-19. Se consolidó con la reelección en 2009, 2013 y 2017. Tras su retiro en 2021, Merkel dejó una Alemania más fuerte y estable.

23. Margaret Thatcher (1925-2013)

Fue la primera mujer en ocupar el cargo de primera ministra en el Reino Unido. Su liderazgo al frente del Partido Conservador y su firmeza en la gestión del país le valieron el apodo de la Dama de Hierro. Ejerció entre 1979 y 1990, convirtiéndose en la única del siglo XX en ganar tres mandatos consecutivos.

En 1970 es nombrada secretaria de Educación y Ciencia. En 1975, se convirtió en la líder del Partido Conservador, y cuatro años después, llevó a su tolda a la victoria en las elecciones generales. Durante su mandato, implementó profundas reformas económicas basadas en la reducción del gasto público, la privatización de empresas estatales y el debilitamiento de los sindicatos.

Pero en 1990 su liderazgo comenzó a debilitarse. Finalmente, renunció como primera ministra. Aunque continuó en el Parlamento hasta 1992, se retiró de la política en 2002. Falleció el 8 de abril de 2013 en Londres, tras sufrir un derrame cerebral.

24. Eleanor Roosevelt (1884-1962)

Desde joven, Eleanor Roosevelt se involucró en el trabajo social. Su activismo cobró aún más fuerza cuando su esposo, Franklin D. Roosevelt, asumió la presidencia en 1933, en medio de la Gran Depresión. Consciente de la crisis económica y la desigualdad, utilizó su posición para recorrer el país y conocer de primera mano las dificultades de los ciudadanos.

Dado que el presidente padecía poliomielitis y tenía movilidad reducida, ella se convirtió en su enlace con el pueblo. Tras la muerte de su esposo en 1945, Eleanor continuó su labor como una de las voces más influyentes en política internacional. Se desempeñó como presidenta de la Comisión de Derechos Humanos en las Naciones Unidas. Su mayor logro en este cargo fue la redacción y adopción de la Declaración Universal de Derechos Humanos en 1948.

Hasta su muerte el 7 de noviembre de 1962, Eleanor Roosevelt trabajó por la paz, los derechos civiles y el bienestar de los más vulnerables.



25. Eva Duarte de Perón (1919-1952)

Entre las mujeres que destacan como personajes históricos influyentes, no puede faltar Eva Duarte de Perón. En 1945 se casó con Juan Domingo Perón, convirtiéndose en una figura clave en la campaña de su esposo, quien asumió la presidencia de Argentina el 4 de junio de 1946.

Desde su papel como primera dama, Evita (como la llamaban de cariño) impulsó una serie de reformas en favor de las mujeres y los trabajadores. Su mayor logro en materia de derechos políticos fue la aprobación del sufragio femenino, lo que permitió que las mujeres argentinas votaran por primera vez en 1951. También promovió la igualdad jurídica de los cónyuges y la patria potestad compartida, principios incorporados en la Constitución de 1949.

A través de la Fundación Eva Perón impulsó la creación de hospitales, hogares de tránsito para mujeres y niños en situación de vulnerabilidad, instituciones educativas y la Escuela de Enfermeras. Su influencia y carisma generaron una profunda devoción entre los argentinos, pero también despertaron la oposición de sectores conservadores. Falleció de cáncer el 26 de julio de 1952, a los 33 años.

26. Policarpa la Pola Salvarrieta (1795-1817)

Conocida como la Pola, fue una de las figuras emblemáticas de la independencia de Colombia. Su labor como espía en la lucha contra el dominio español la convirtió en un símbolo de valentía y resistencia. A través de su inteligencia y astucia, infiltró las filas realistas, recopilando información crucial para los patriotas.

Nacida en Guaduas, Policarpa creció en un contexto de opresión colonial. Desde joven, se unió a la causa independentista, utilizando su profesión como costurera para acceder a los círculos de poder español. Así entró en casas de figuras influyentes y escuchó conversaciones estratégicas. Gracias a su aguda capacidad de observación y discreción, transmitió información clave a las fuerzas patriotas.

También reclutó hombres para el ejército independentista y facilitó el paso de armas y suministros. Sin embargo, en 1817 fue descubierta y arrestada en Bogotá junto a varios de sus compañeros. Tras un juicio sumario, fue condenada a muerte por traición a la Corona española. El 14 de noviembre de 1817, con apenas 22 años, fue fusilada en la Plaza Mayor de Bogotá.

27. Isabel Allende (1942)

Desde joven, mostró un fuerte interés por el periodismo y la escritura. Tras el derrocamiento del gobierno de Salvador Allende y la instauración de la dictadura de Augusto Pinochet, se exilió en Venezuela. Fue en ese contexto de desarraigo y nostalgia cuando comenzó a escribir La casa de los espíritus (1982). La obra, que relata la historia de la familia Trueba en un Chile convulso, se convirtió en un éxito internacional y en un referente del realismo mágico.

Isabel Allende aborda temas fundamentales como la memoria, la identidad y el papel de la mujer. Sus novelas, muchas de ellas de carácter autobiográfico, combinan elementos históricos con relatos personales. También ha incursionado en la literatura juvenil con la trilogía Las memorias del Águila y del Jaguar.

Ha sido una firme defensora de los derechos de las mujeres y la equidad de género. En 1996 creó la Fundación Isabel Allende, dedicada a empoderar a mujeres y niñas en situación de vulnerabilidad. En la actualidad sigue escribiendo y consolidando su legado.

28. Hermelinda Urvina (1905-2008)

Hizo historia al convertirse en la primera mujer sudamericana en obtener una licencia de piloto. Nacida en Ambato, Ecuador, Hermelinda Urvina persiguió un sueño que parecía inalcanzable para las mujeres de su tiempo.

En 1930 ingresó a la Safair Flying School en Long Island (Nueva York) para formarse como piloto. Su dedicación y talento la llevaron a obtener su licencia de aviadora en 1932. Este hito la catapultó a las páginas de la prensa internacional.

Ese mismo año, junto a un grupo de aviadoras, fundó Ninety-Nines, una asociación de mujeres pilotos en América del Norte. Allí conoció a Amelia Earhart y Charles Lindbergh, quienes compartían su pasión por los cielos.

En 1933, protagonizó una hazaña que reafirmó su destreza: realizó un vuelo entre Nueva York y Washington con escala en Baltimore, un trayecto de más de 340 kilómetros que fue cubierto por la prensa estadounidense.

29. Soraya Jiménez (1977-2013)

Con apenas 16 años, sorprendió al levantar 120 kilogramos en la Copa NORCECA de Colorado Springs, donde obtuvo el tercer lugar y demostró su potencial a nivel internacional. En un entorno donde el apoyo a las mujeres en el levantamiento de pesas era casi inexistente, Jiménez se consolidó con esfuerzo y talento.

Su mayor hazaña llegó en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000, en la categoría de 58 kilogramos. Hizo historia al convertirse en la primera mujer mexicana en ganar una medalla de oro en unas olimpiadas. En un enfrentamiento reñido contra las mejores pesistas del mundo, levantó 127.5 kilogramos en dos tiempos.

Pero las exigencias físicas de la disciplina le dejaron múltiples lesiones que requirieron varias cirugías en su pierna izquierda. Además, sufrió la pérdida de un pulmón, episodios de influenza recurrentes y cinco paros cardiorrespiratorios. Falleció el 28 de marzo de 2013, a los 35 años, a causa de un infarto fulminante.

30. Marietta de Veintemilla (1858-1907)

Sobrina del general Ignacio de Veintemilla, Marietta asumió el rol de primera dama de Ecuador durante su gobierno y convirtió su posición en una plataforma de influencia. Transformó el palacio presidencial en un centro de intercambio intelectual, donde se reunían filósofos, artistas, poetas y políticos de la época, en un ambiente similar al de las cortes europeas.

Una de sus mayores contribuciones fue la modernización de las costumbres femeninas en Quito. En una sociedad donde las mujeres aristocráticas solían vestirse con trajes oscuros y pesados, Marietta impuso una nueva tendencia al adoptar telas coloridas y livianas de origen francés e inglés. Además, desafió la estricta etiqueta social al fomentar la idea de que las mujeres podían salir a pasear sin la compañía de un hombre.

Esta pensadora, escritora y figura política hoy es recordada como un símbolo de la lucha por la autonomía femenina y la modernización de la sociedad ecuatoriana.

31. Sor Juana Inés de la Cruz (1648-1695)

De manera autodidacta, profundizó en diversas áreas del conocimiento, incluyendo literatura, filosofía y teología. Consciente de que su intelecto y su amor por el estudio no encontrarían espacio en el matrimonio ni en la sociedad colonial, en 1667 ingresó al convento de las Carmelitas Descalzas.

Escribió Neptuno Alegórico (1680), obra que consolidó su prestigio. Su producción literaria abarcó la poesía, el teatro y la prosa, con una maestría que la situó a la altura de los grandes autores del Siglo de Oro como Lope de Vega, Miguel de Cervantes, Luis de Góngora y Francisco de Quevedo.

En un contexto donde se consideraba que las mujeres debían limitarse al ámbito doméstico, Sor Juana defendió su derecho al conocimiento y la autonomía intelectual. Su famosa Respuesta a Sor Filotea de la Cruz (1691) es un testimonio de su lucha contra las restricciones impuestas a las mujeres.

Su pensamiento y actitud provocaron el rechazo de la Iglesia y de las autoridades virreinales. Presionada por la jerarquía eclesiástica, se vio obligada a renunciar a sus estudios y a sus escritos. En 1695, murió víctima de una epidemia de tifus mientras atendía a sus hermanas de la comunidad.

32. La Malinche (1500-1527)

De origen azteca, su nombre indígena era Malintzin, que mal pronunciado por los españoles, se transformó en Malinche. Los caciques tabasqueños la entregaron como parte de un tributo a Hernán Cortés, tras la batalla de Centla. Tras su bautizo, recibió el nombre de Marina, y con el tiempo se convirtió en la principal intérprete y asesora de Cortés.

En una época en la que las mujeres no tenían acceso a posiciones de poder, La Malinche desempeñó un rol determinante en los acontecimientos históricos. Como mediadora, ayudó a evitar enfrentamientos innecesarios y permitió que muchos pueblos indígenas negociaran su posición frente a los conquistadores.

Es importante considerar que no tuvo opción sobre su destino: fue entregada como esclava y tuvo que adaptarse a las circunstancias, utilizando su inteligencia y habilidades para sobrevivir.

33. Emilia Pardo Bazán (1851-1921)

Fue una escritora, ensayista y crítica literaria que desempeñó un papel clave en la difusión del naturalismo en España. Aprovechando su posición dentro de la aristocracia, utilizó su obra y su influencia para cuestionar las normas sociales que relegaban a la mujer a un segundo plano.

Pardo Bazán defendió el acceso de las mujeres a la educación superior y su derecho a participar de forma activa en la vida intelectual y política. Abordó en sus escritos las desigualdades de género, la hipocresía de la sociedad patriarcal y las contradicciones del modelo femenino impuesto en el siglo XIX.

También fue una férrea defensora del derecho de las mujeres a escribir y publicar en un mundo dominado por hombres. Promovió las ideas feministas de su tiempo a través de conferencias, ensayos y artículos periodísticos.

34. Sylvia Plath (1932-1963)

Destaca entre las poetas más influyentes del siglo XX y las principales exponentes del género confesional, un estilo literario que exploraba de manera cruda y personal los conflictos emocionales, el dolor y la enfermedad mental. Llevó un diario durante toda su vida, en el que reflexionaba sobre su identidad, su lugar en la sociedad y su lucha con la depresión.

Con su obra, marcada por la introspección e intensidad de sus versos, revolucionó la poesía moderna y cuestionó el rol tradicional de la mujer; contrastó la imagen de la madre sumisa con su deseo de independencia intelectual y artística.

El 11 de febrero de 1963, en plena crisis personal y sin acceso a los recursos adecuados para tratar su salud mental, decidió quitarse la vida. Fue enterrada en el cementerio de Heptonstall, en West Yorkshire, Inglaterra.

En 1982, se convirtió en la primera escritora en recibir el Premio Pulitzer de poesía de manera póstuma. Y en 1998, se publicaron sus Diarios, ofreciendo una visión más íntima de su lucha interna y su proceso creativo.

35. Emily Dickinson (1830-1886)

Emily Dickinson mostró una curiosidad insaciable y un profundo interés por el conocimiento. Estudió astronomía, botánica y literatura por su cuenta. Aprendió el nombre de todas las estrellas y constelaciones visibles desde su región, así como el de numerosas flores silvestres, cuyos detalles registraba con precisión en su poesía.

A partir de la década de 1860, adoptó una vida cada vez más aislada. Dedicó sus días a la escritura, encerrada en su habitación, donde observaba el mundo a través de la ventana. Su negativa a publicar se hizo más estricta con los años.

En 1886, escribió su última carta con la enigmática frase: «Me llaman», antes de fallecer el 15 de mayo de ese año. Tras su muerte, su hermana Lavinia Dickinson descubrió en su habitación un baúl con más de 40 volúmenes encuadernados a mano y cerca de 2000 poemas escritos en sobres, fragmentos de periódicos y pequeñas hojas sueltas. Aunque Emily le había pedido que destruyera su obra, Lavinia decidió que el mundo debía conocer su talento.

36. Oriana Fallaci (1929-2006)

Fue una pionera del periodismo de guerra y una de las corresponsales más audaces del siglo XX. También escribió libros que abordaron tanto temas políticos como reflexiones sobre la vida y la muerte. Se caracterizó por un estilo incisivo y una valentía inquebrantable.

Muchos líderes querían ser entrevistados por ella, sabiendo que su conversación quedaría para la posteridad. Cubrió conflictos en Vietnam, India, Pakistán, Oriente Medio y América Latina. Fue testigo directo de momentos históricos, como la masacre de Tlatelolco en México en 1968, donde resultó herida por una bala del Ejército mexicano.

Entre las personalidades que entrevistó se encuentran Indira Gandhi, Martin Scorsese, Frank Sinatra, Yasser Arafat, Henry Kissinger, Golda Meir y Robert Kennedy. Sin embargo, una de sus entrevistas más famosas fue con el Ayatolá Jomeini en Teherán, donde desafió de modo abierto su visión sobre la mujer y el uso obligatorio del velo en Irán: Oriana se quitó el chador en pleno encuentro.

37. Ruth Bader Ginsburg (1933-2020)

Fue una jurista excepcional y defensora incansable de la igualdad de género. Ruth Bader Ginsburg cofundó en 1972 el Proyecto de Derechos de la Mujer de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), a través del cual llevó ante la Corte Suprema seis casos de discriminación de género, ganando cinco de ellos.

Su trayectoria la condujo a ser nombrada jueza del Tribunal de Apelaciones en 1980 y, en 1993, el presidente Bill Clinton la designó como jueza de la Corte Suprema. Uno de sus momentos más emblemáticos ocurrió en 2007, cuando su firme disidencia en un caso de discriminación salarial llevó al Congreso a aprobar la Ley Lily Ledbetter en 2009, ampliando la protección legal contra la desigualdad salarial entre hombres y mujeres.

Hasta sus últimos días, sirvió en la Corte Suprema, defendiendo los derechos de las minorías y las mujeres. Falleció el 18 de septiembre de 2020, a los 87 años.

38. Golda Meir (1898-1978)

Fue la primera y, hasta la fecha, única mujer en ocupar el cargo de primera ministra en Israel, asumiendo el liderazgo en 1969 a los 70 años. Antes de llegar al poder, luchó por la fundación de su país y defendió a los refugiados judíos durante la Segunda Guerra Mundial.

Desempeñó importantes funciones como ministra de Asuntos Exteriores (1956-1966), donde gestionó la crisis del Canal de Suez (1956) y aseguró el suministro de armas estadounidenses para la defensa de Israel.

En 1972, tras la masacre de 11 atletas israelíes en los Juegos Olímpicos de Múnich, ordenó represalias contra los responsables. Un año después, en la Guerra de Yom Kippur, su liderazgo fue puesto a prueba cuando Egipto y Siria lanzaron un ataque sorpresivo contra Israel. A pesar de la presión militar, se negó a un ataque preventivo para no arriesgar el apoyo de Estados Unidos.

Al margen de sus logros, la guerra debilitó su imagen y en 1974 renunció al cargo. Falleció en 1978 a los 80 años, dejando un legado de determinación, pragmatismo y liderazgo en momentos de crisis.

39. Malala Yousafzai (1997)

Reconocida alrededor del mundo por su valentía al desafiar el régimen talibán en Pakistán. En 2014, a los 17 años, Malala se convirtió en la persona más joven en recibir el Premio Nobel de la Paz, distinción que le fue otorgada por su incansable lucha contra la represión y a favor del acceso a la educación para todos los niños.

A los 11 años comenzó a escribir un diario para BBC Urdu, bajo el pseudónimo de Gul Makai, en el que relataba la opresión y el cierre de escuelas en su región. Su testimonio le dio notoriedad internacional, pero también la convirtió en un objetivo de los extremistas. En 2012, sufrió un atentado cuando un talibán le disparó en la cabeza mientras viajaba en un autobús escolar.

Contra todo pronóstico, sobrevivió y fue trasladada al Reino Unido, donde continuó su activismo. Un año después, una revista estadounidense la nombró como una de las 100 personas más influyentes del mundo y pronunció un poderoso discurso en las Naciones Unidas. En 2020, se graduó en Filosofía, Política y Economía en la Universidad de Oxford y sigue su labor a través del Fondo Malala, una organización que promueve la educación de niñas en países en conflicto.



40. Helena Gualinga (2002)

La ecuatoriana Helena Gualinga aboga por la protección de la Amazonía y los derechos de los pueblos indígenas. Proveniente de la comunidad quechua Sarayaku, su activismo se enmarca en la defensa de los territorios ancestrales frente a la explotación petrolera y la deforestación.

En 2012, tras un largo proceso legal, su comunidad logró una sentencia histórica en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que condenó al Estado ecuatoriano por permitir la explotación de sus tierras sin consentimiento. Inspirada por este antecedente, Helena continúa la lucha.

Lleva su mensaje a escuelas de su país y foros internacionales. En 2019, participó en la Cumbre sobre la Acción Climática de la ONU y en la COP25 de Madrid. Junto a Greta Thunberg y otras activistas climáticas, ha exigido el fin de la extracción de combustibles fósiles y la protección de los ecosistemas amazónicos.

41. Greta Thunberg (2003)

A los ocho años, al conocer la magnitud de la crisis climática, Greta Thunberg no entendía por qué los gobiernos no actuaban. Su angustia llegó a tal punto que, a los 11 años, experimentó un periodo de mutismo selectivo. Más adelante, canalizó su preocupación en activismo, convirtiendo su diagnóstico de síndrome de Asperger en lo que ella misma llama su «superpoder».

Su impacto global comenzó en 2018, cuando, con 15 años, inició una protesta frente al parlamento sueco con un cartel que decía: «Huelga escolar por el clima». Esta manifestación solitaria se convirtió en un movimiento internacional conocido como Fridays for Future.

En 2019, Greta viajó a Nueva York en un velero ecológico para asistir a la Cumbre sobre la Acción Climática de las Naciones Unidas, donde pronunció un discurso en el que, con su famosa frase: «How dare you?» (¿Cómo se atreven?), acusó a los líderes mundiales de ignorar la crisis climática. Ese mismo año, fue nominada al Premio Nobel de la Paz.

La joven ha inspirado múltiples huelgas climáticas globales, movilizando a millones de personas en más de 100 países. La han invitado a hablar ante el Parlamento Europeo, la ONU y el Congreso de Estados Unidos, y la han reconocido con numerosos premios internacionales.

42. Benazir Butto (1953-2007)

Fue la primera mujer en ocupar el cargo de primera ministra en un país islámico, gobernando Pakistán en dos períodos (1988-1990 y 1993-1996). Su liderazgo representó un paso significativo para la participación política de las mujeres en el mundo musulmán. Tras el golpe de Estado de 1977 que derrocó y ejecutó a su padre Zulfikar Ali Bhutto, pasó varios años en arresto domiciliario y en el exilio, hasta su regreso en 1986, donde lideró el Partido Popular de Pakistán.

En 1988 ganó las elecciones y asumió como primera ministra a los 35 años. Impulsó políticas para mejorar la educación, la salud y los derechos de las mujeres, pero su gestión estuvo plagada de dificultades y acusaciones de corrupción. Fue destituida en 1990 y regresó al poder en 1993, enfrentando de nuevo oposición y conflictos internos que la llevaron a otra destitución en 1996.

Tras años en el exilio, volvió a Pakistán en 2007 con la intención de postularse de nuevo como primera ministra. Sin embargo, el 27 de diciembre de ese año, Butto fue asesinada en un atentado en Rawalpindi.

43. Rigoberta Menchú (1959)

Esta activista de Guatemala ganó el Premio Nobel de la Paz en 1992, convirtiéndose en la primera mujer indígena en recibir esta distinción.

La guerra civil guatemalteca (1960-1996) afectó directamente a su familia: su padre fue asesinado en la Masacre de la Embajada de España en 1980, su madre desapareció tras ser detenida y su hermano fue torturado y ejecutado. Estos hechos la marcaron y la exiliaron en México, donde comenzó a denunciar las violaciones a los derechos humanos cometidas contra los indígenas de su nación.

En 1983 publicó su autobiografía Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia, un testimonio impactante sobre la represión que sufrían los pueblos originarios. Este libro la catapultó a la esfera internacional como una de las principales voces de la lucha indígena.

Tras la firma de los Acuerdos de Paz en 1996, Menchú ha seguido promoviendo los derechos humanos, la educación y la equidad para las comunidades indígenas. En 2007 y 2011 intentó postularse como candidata presidencial en su país, aunque sin éxito. También ha trabajado con la Organización de las Naciones Unidas en diversas iniciativas de paz y justicia social.

44. Harriet Tubman (1820-1913)

Nació en la esclavitud en Maryland y, tras sufrir años de maltrato, escapó en 1849. Sin embargo, en lugar de buscar solo su libertad, regresó en múltiples ocasiones al sur de Estados Unidos para ayudar a otras personas esclavizadas a huir hacia el norte, donde la esclavitud estaba prohibida. A lo largo de trece misiones, liberó al menos a 70 personas.

Durante la Guerra Civil (1861-1865), Tubman desempeñó un papel clave en operaciones militares contra los estados esclavistas. Fue la primera mujer en dirigir una misión militar en la historia de Estados Unidos, liderando el Raid de Combahee Ferry en 1863, donde ayudó a liberar a más de 750 esclavos.

Después, siguió la lucha por los derechos civiles, el sufragio femenino y la igualdad racial. En 1908 fundó un hogar para personas de la tercera edad afroamericanas en Nueva York, donde pasó sus últimos años. Falleció en 1913.

Ellas hicieron historia y rompieron barreras

Muchas mujeres se convirtieron en personajes históricos porque desafiaron las expectativas y rompieron barreras, dejando un legado que inspira a nuevas generaciones. Las que aquí presentamos demostraron que el talento, la inteligencia y la valentía no tienen género, y que el protagonismo femenino ha sido clave en la construcción del mundo tal como lo conocemos.

Reconocer sus logros es un acto de justicia, una forma de impulsar el cambio y un recordatorio de que aún queda camino por recorrer. Su lucha nos enseña que la historia no está escrita en piedra y que cada generación tiene la oportunidad de transformar el futuro.


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